Estaba en el café sentada esperando a Dylan pero ya era hora y aun no llegaba, y todo pensamiento negativo se venía a mi mente. Trate de calmarme y decidí esperar, así que me quede hay sentada por unos minutos más mientras tomaba una malteada de fresa y unas galletas de chocolate. Eran las 5:40 pm y Dylan aun no llegaba mi celular empezó a sonar y era un mensaje cuando abrí el mensaje decía:
“No te escabullas más, no mientas más. Deja de ocultarte, no finjas princesa de papi. Di quien eres, si no lo haces tú lo hare yo y créeme que no te gustara. Habla antes de que sea demasiado tarde.”
Volví a releer el mensaje y me sentía perdida, aturdida. Quien sea que haya enviado este mensaje sabe de lo que está hablando. Yo sé de lo que está hablando pero decir mi verdad no. Cuando alce la vista vi a Dylan parado frente a mí, no podía hablar sentía un nudo en mi garganta que me era imposible articular palabra alguna.
— ¡Jessie! —exclamo.
Yo asentí.
— ¿Estas bien? —pregunto y frunció el ceño. Yo aún seguía sentada con mi celular en mis manos y Dylan ahí.
—Jessie, mi amor ¿Qué te pasa? —pregunto dulcemente.
—N-Nada—balbucee.
Él se sentó al frente moyo guarde mi celular en mi bolso. Nuestras miradas se encontraron pero no podía mirarlo a los ojos, me estaba desmoronando delante de él. No podía sostener su mirada si lo hacía me iba a echar a llorar aquí y no podía. No aguantaba más tenía que irme antes de que sea demasiado tarde. Antes de que todo se acabe, y que destruya su vida, que destruya su amor hacia mí.
—Jessie, no te pasa nada y estas pálida. Parece que hubieras visto un fantasma. —dijo y esta vez su voz sonaba alterada.
Si Dylan mis fantasmas no me dejaran en paz. Esta comenzado a resucitar mi pasado.
—D-Dylan, yo no me siento bien. —Dije finalmente
— ¿Qué te pasa? ¿Es por qué llegue tarde? Lo siento pero…
—D-Dylan, NO—interrumpí. —Debo ir a casa, mis papás me van a matar—mentí.
— ¿Cómo te escapaste? —pregunto.
—Solo Salí de casa, y se supone que en 30 minutos debo de estar ahí. —dije. Pero eso no era cierto.
—Jessie, ¿Te sucede algo? ¿Todo está en orden? —pregunto una vez más.
—Sí, Dylan. Déjame ir, antes de que sea demasiado tarde. —dije y sentí que mis ojos se estaban agolpando de lágrimas.
El tomo mis manos sobre la mesa y las acaricio lentamente. Yo solo cerré los ojos ante su muestra de cariño, y sentí como mi corazón se comenzaba a partir.
—Se suponía que esta tarde seria para los dos. —murmuro y seguía acariciando mis manos.
—Lo siento—susurre.
—Vamos Jessie. Te voy a enseñar un lugar. —dijo y yo abrí los ojos.
— ¿Qué lugar? —pregunte.
—Mi pequeño paraíso—dijo y sonrió. Yo no pude devolverle el gesto.
— ¿Quieres?—pregunto.
Yo solo asentí.
Salimos de la cafetería, él me tenía tomada mi mano a lo que yo la apreté. Trepe en su coche y comenzó a conducir. Mientras conducía ni uno de los dos hablaba y yo no tenía ganas de hacerlo. No podía, me sentía desecha, vacía. Me sentía mal por mentirle a Dylan por ocultar mi verdad. Por refugiarme de mis miedos. ¿Hasta cuándo tendré que soportar todo esto?, ¿hasta cuándo tendré que continuar con toda esta farsa? ¿Hasta cuándo mi pasado será un remordimiento de conciencia? Quizá hoy, mañana, o dentro de unos meses se acabe todo esto. No lo sabía pero aun no me sentía preparada para afrontarlo. Nunca lo estaré, el día que eso suceda será mi fin. El fin de una mentira, para comenzar con la verdad. Pero eso dolía, duele tener que decirlo, duele pensarlo. Me duele aun mas lastimarlo a Dylan.
—Jessie—dijo Dylan.
—Dylan—conteste.
—Ya llegamos. Vamos—dijo y sonrió.
Volví mi vista a la ventana del coche y con lo único que me encontré fue con un parque. Volví hacia Dylan, y él me sonrió de vuelta. Bajamos del auto y caminamos hasta llegar al parque. Cuando llegamos al parque comenzamos a caminar en medio del césped. Ver niños jugar juntos con sus papás. Algunas familias reunidas mientras sonreían y charlaban a gusto.
— ¡Jessie! —exclamo Dylan.
—Sí, Dylan—respondí.
—Hoy andas muy despistada. En el coche no hablaste, y ahora observas todo como si fuera tan lejano a ti.
—Lo siento. Es que me deje llevar. —murmure.
Avanzamos unos pasos más y llegamos hasta un árbol y Dylan dijo:
—Quizá no es otro país, ni la séptima maravilla del mundo. Pero este árbol para mi tiene un gran significado—dijo mientras observaba el árbol y sonreía.
—No te preocupes. Se ve acogedor y muy lindo. —dije y sonreí.
—Debes de estar acostumbrada a estar en otras clases de lugares pero…
—Este lugar o el árbol tiene un gran significado para ti, así que ahora lo tendrá para mí—dije.
Nos sentamos bajo el árbol. Dylan se volteo hacia mí y comenzó:
—Cuando tenía unos 2 años venía con mi papá aquí. Todas las tardes después que el viniera del trabajo. Nos quedábamos por lagar horas aquí en este árbol o a veces jugando. Cuando mi mamá murió el me dejo en la casa de mi abuela. Ella vivía en Queens así que cuando él me dejo lo extrañaba demasiado no entendía porque me abandono. Y porque en las tardes ya no venía a verme para ir al parque. Un tiempo fue a la casa de mi abuela y fue tan inolvidable ese día porque comimos juntos, me leyó cuentos, me compro juguetes y me trajo de nuevo a Los Ángeles yo pensé que viviríamos juntos de nuevo a pesar de que mamá ya no estaba. Pero no solo estuvimos juntos un par de días y en ese par de días vinimos de nuevo a este parque y a este árbol. Yo no entendía nada, hasta que regrese con mi abuela y no lo volví a ver más. Ni a él ni a este árbol. —confeso y bajo la mirada.
—Y ahora tú y yo estamos aquí de nuevo. En tu pequeño paraíso. En este lugar donde pasaste buenos momentos y donde haremos que este día sea inolvidable. —dije y tome su barbilla y lo obligue a mirarlo. —Tú y yo haremos que este árbol tenga una nueva historia.
El me observo detenidamente y nos besamos, era un beso suave, delicado con deseo y pasión. Bajo la sombra del árbol, donde nuestro amor comenzaba a florecer. Donde una nueva historia amenazaba con surgir. No sé cuánto tiempo dure este amor, pero es tan mágico. Y no quiero que se marchite. Si este árbol después de todo aún sigue en pie Dylan y yo deberíamos de hacer lo mismo continuar a pesar de todo. Pero sé que eso no pasara.Así pasamos la tarde comiendo helado, pizza; entre besos, caricias, sonrisas tímida, anécdotas. Una tarde junto a él y con su pequeño paraíso era todo lo que necesitaba. No sabía que él me llenaría mi vida así. Has llegado Dylan a mi vida. Por favor no te vayas, no me abandones, entiéndeme. Si callo es para protegerte y no lastimarte mi amor. Eres todo lo que quiero, no creía en el amor pero has llegado tu a mi vida, y la has hecho maravillosa, desde el primer momento que te conocí.
Lo siento Dylan si has sufrido, si tu padre te abandono, se cómo duele que tus padres te dejen. Sé que eso duele mi amor, y lo sé yo que tengo a mis padres conmigo.
Luego de unas horas de estar con Dylan, decidimos que era hora de ir a casa. Dylan conducía, con una mano al volante y con la otra mano tenía tomada la mía. De vez en cuando la apretaba el me miraba y sonreía. Fue una linda tarde. Dylan y yo decidimos caminar por el parque dimos un par de vueltas, a veces Dylan me levantaba por el aire y me hacía chillar y después sonreía por lo bajo. Eran las 8:00pm no me di cuenta del tiempo que había transcurrido así que le dije a Dylan que debería ir a casa. El acepto iba en el auto de Dylan, Dylan tenía una mano sobre el volante y con la otra tenía sujetada la mía. Cuando llegamos a casa ya no había nadie. Me despedí de Dylan con un beso en la comisura de sus labios y Salí del auto. Entre casi corriendo a casa, camine lento como una chiquilla que se escapa de su casa que no quiere hacer ruido cuando regresa. Cuando llegue a la cocina estaba Brad junto con Lisa. Yo me quede como una idiota parada, Brad se volteo y me observo.
—Hola—susurre.
—Hola—dijo.
— ¿Cómo estuvo? —pregunte refiriéndome al evento.
—Divertido Jessie—dijo con sarcasmo.
—Lo siento Brad. —murmure.
—Buenas noches Jessie—dijo y tomo a Lisa en sus brazos y camino a un lado de mí. Antes de que se marchara dije:
—Salí con Dylan. Si tuvo algo de mal eso, lo siento. Pero yo no me podía quedar aquí. —dije rápidamente.
Brad retrocedió algunos pasos hasta quedar frente mí y dijo:
—Eso ya no importa Jessie. ¿Cómo te fue? —dijo y sonrió.
—Fue muy hermoso Brad lo juro. Fue grandioso estar con Dylan. —dije y sonreí.
—Estas sonriendo como una tonta ¿Lo sabes? —dijo burlonamente.
—Lo siento. Lisa debe de estar muy cansada será mejor que la lleves a la cama—dije y observe a Lisa que estaba recargada en el hombro de Brad.
— ¿Quieres acompañarme? —pregunto.
—SI—dije y sonreí.
Acompañe a Brad hasta el cuarto de Lisa le leí un cuento se quedó dormida antes de irme le di un cálido beso en la frente, luego de eso el me acompaño al mío y nos quedamos charlando un poco sobre la fiesta, lo aburrido y lo preocupado que estaba porque yo no estaba en casa. Que mis papás se dieron cuenta de que no estaba y que se alteraron. Le converse lo de la salida con Dylan y me dijo que fuera feliz, que dejara mis miedos. Que estaba muy orgulloso, que era libre para hacer lo que yo quisiera sin que esto involucre la vida de los demás. El antes de salir de mi dormitorio me dio un abrazo, un beso en la frente a lo que yo sonreí por tener un hermano tan increíble y tan guapo, cariñoso, admirable.

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Algo raro tiene JC
FanfictionSi nada nos salva de la muerte, al menos que al amor nos salve de la vida. ~Pablo Neruda.