La noche caía y en mi mente solo había cabida para una sola cosa Jessie, su rostro en mis pensamientos pasaban a una velocidad impresionante, yo solo quería detener el tiempo, detener la manera en la que me miraba. Pero había otra cosa lo que sucedió esta tarde en mi departamento eso también me amenazaba, no entendía, no sabía ¿qué diablos había pasado?, no entendía lo que sucedió. Solo recuerdo la conversación, las risas tontas, los besos, y su mirada que me atravesaba cada parte de mi ser. También pude ver un destello de lágrimas en sus ojos, lágrimas que no quiso derramar delante de mí. Su respiración entrecortada, la manera dificultosa con la que salió de mi departamento y yo solo me quedo como un idiota tratando de entender o de explicarme lo que había sucedió, no la detenía no podía hacerlo. ¿Acaso quería dejarla ir? , ¿Qué paso esa tarde?, ¿Por qué huyo así?
Todas esas y muchas preguntas andaban por mi mente deambulando, tratando de encontrar una respuesta pero no la había. Quisiera entenderte Jessie pero lo estaba haciendo más difícil, quería correr y buscarla, abrazarla y decirle que lo siento que no fue mi intención hacerla sentir así ¿Así como?, ni siquiera sé que sintió.
Yo la amo tanto, ingreso en mi vida de una manera tan rápido, me perdí en su mirada, en el encanto de su risa y ahora estoy aquí tratando de conciliar el sueño, desvelándome porque eres un acertijo que quisiera descubrir.**
Estaba por terminar la primera jornada de clases y hoy me sentía más perdido, más desconcentrado en las clases tanto así que el profesor de Literatura me llamo la atención varias veces, cuando me hacían preguntas quedaba en la nada, y los profesores me lanzaban miradas reprobatorios y amenazantes, cuando sonó la campana para dar por finalizada la jornada tome mi mochila y estaba caminando para ir a la cafetería.
— ¡DYLAN! —grito alguien a mis espaldas, detuve mi paso y me encontré con Karen.
—Hola—dije y levante mi mano derecha moviéndola de lado a lado en forma de saludo.
—Hola Dylan, disculpa que te haya gritado—se disculpó.
—No importa Karen. ¿Qué deseas?
—No sé qué te pasa hoy, pero dejaste esto…—alzo mi celular y me lo mostro—en el salón.
— ¡Oh! Gracias Karen—agradecí y tome el celular.
—No te preocupes suele pasar—dijo y sonrió—. Solemos andar despistados, por algo que nos tiene intranquilos o perturbados ¿cierto?
—Si Karen a veces pasa. Todos tenemos problemas, todos necesitamos a veces huir o encontrar una respuesta rápida.
— ¿Te sucede algo? —pregunto mientras caminábamos.
—No, bueno sí.
— ¿Con Jessie? —pregunto y escuchar su nombre me hizo estremecer el cuerpo.
—Si—conteste sin pensarlo.
—¿Se pelaron? —pregunto y sentía en su voz que quería hacerme hablar y lo estaba intentando.
—No.
—Escucha Dylan—dijo y llegamos a la cafetería tomamos asiento.
—Hay veces en la vida que no sabemos que mierda hacer con nuestra vida cuando el amor de nuestra vida nos rompió, cuando el cuento encantado desparece y se vuelve todo tinieblas en nosotros. Pero no hay nada que en esta vida que no se supere, sé que solucionaras lo que sea que paso con Jessie. —aconsejo y sonrió.
—Karen—murmure una sonrisa bailo en mis labios.
—Sé que esto debe de haber sonado extraño en mí.
—Me creerías si digo que no. —dije aun sonriendo como viejos amigos que charlan.
—No te creo.
—No me creas, si sonó demasiado extraño viviendo de ti y no digo que tú no puedas dar consejos y ese tipo de cosas pero no conocía esa parte de ti.
—Dylan, gran idiota—sonrió.
—Gran idiota —repetí recordando el porqué de ese apodo de ella hacia mí.
—Uno nunca termina de conocer a las personas, mientras más quieres ingresar al alma de esa persona para entenderla más difícil será el camino, porque tenemos cosas que simplemente debemos proteger y siempre te quedaras en la nada.
— ¿Te han dicho que andas demasiado filosofa hoy? —pregunte mientras enarcaba una ceja.
—No, probablemente tú seas el primero en conocer mi estúpida palabras que tu nombras filosofía. —contesto y se colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, mientras la observaba.
— ¿Por qué me miras así? —pregunto confundida.
—Porque nunca creí después de como terminamos que estuviéramos aquí platicando y tu aconsejándome. —conteste.
—Es increíble ¿cierto?, yo tampoco pensé estar aquí sentada frente al gran idiota—dijo y se echó a reír.
—Por favor di la verdad eso del “Gran idiota” lo inventaste en ese momento. —resople.
—Si pensaba de ti que eras un idiota, un grosero, salvaje—dijo y alzo las cejas al cielo—. Pero por favor no miento con eso del gran idiota, eres un gran idiota por haberte acostado con casi la mitad de las chicas de natación.
— ¿Solo por eso? —pregunte para provocarla.
—Te parece poco, y después que hiciste me besaste en la fiesta y sabía que estaba saliendo con James. —escupió recordando, a lo que yo reí por su comentario.
—Estaba borracho—decía mientras reía.
—Eres demasiado idiota.
— ¿Los ex pueden volver a ser amigos? —pregunto y enarco una ceja mientras sonreía.
—Somos el ejemplo. —conteste y le devolví la sonrisa.
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Algo raro tiene JC
FanfictionSi nada nos salva de la muerte, al menos que al amor nos salve de la vida. ~Pablo Neruda.