Cap 13 JESSIE

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Hoy tenía prácticas de natación, ya se acercaba el campeonato y los esfuerzos por mejorar tenían que ser los mejores. Nadie podría darse el lujo de cometer errores, al menos en un campeonato tan importante Scooter se enfadaría, y nosotros seriamos unos completos perdedores. Estaba lista para ir a la Universidad tenia puesto un vestido casual no tan elegante, era acorde para esta mañana. Y unas botas negras cortas con un poco de tacón. Tenía mi cabello suelto. Tome mis cosas y baje al comedor cuando baje todos ya estaban desayunando así que apresure mi paso y me senté rápidamente. El ama de llaves que aún continuaba en servicio con nosotros me sirvió mi desayuno y empecé a comer. Mi abuela estaba sentada frente a mi lado izquierdo, Brad al lado derecho, mi papa y mi mama al frente de nosotros.

Mi abuela ya se encontraba mucho mejor de salud. Volvió a ser la misma abuela de antes. La que te abraza, te da consejos, te apoya. Pero aun así mis padres no querían que ella tuviera que tener todas las obligaciones de la casa así que el ama de llaves decidieron que se iba a mantener. Y era inevitable cuando mis padres se determinaban algo no había nadie en el mundo que los hiciera cambiar de parecer. Por otro lado estaba mi abuela que cuando se enteró hizo el berrinche del año como niña lo que me pareció gracioso verla en esa forma. Mi abuela estaba enojada pero creo que ya estaba entendiendo que es por su bien. Nunca le negaron la oportunidad de ayudar, pero ya no podría excederse como antes. El cuidado de Lisa también fue otra disputa pero quedaron en que mientras encontraran una nana se encargaría el ama de llaves y mi abuela por supuesto.

Brad estaba esperando en el auto así que en cuanto termine de desayunar tome mi bolso y me despedí de mi abuela. Iba a abrir la puerta cuando su voz me hizo detener.
— ¡J-JESSIE! —dijo tartamudeando.
Me gire sobre mis talones y vi a Lisa parada al lado de mi abuela. Camine sigilosamente hacia donde ellas, mire a mi abuela estaba sorprendida, esta no era la primera vez que Lisa decía mi nombre, pero un cosquilleo recorrió mi cuerpo cuando escuche de su dulce voz mi nombre. Mire a Lisa que me estaba observando, ella esta vez tenia apoyada su cabeza en la pierna de mi abuela y con su dedo pulgar metido dentro de la boca. Me arrodille para tratar de quedar a la altura de ella.
—L-Lisa—susurre con un hilo de voz.
—Jessie, cariño—dijo mi abuela. —Sé que esto es asombroso pero tus padres aún no se van, así que…
—Así que, eres la niña más hermosa del mundo. —Murmure, acerque mi mano a su mejilla y trace pequeñas caricias. —Te amo mi pequeña Lisa.
—Debes marcharte ahora Jessie—mascullo. — ¡EMMA, EMMA! —llamo a la ama de llaves.
Me pare inmediatamente en cuanto llego Emma y mi abuela le pidió que se llevara a Lisa, apenas y pude despedirme de Lisa.
— ¿Por qué lo hiciste? —Pregunte
—Debes de irte Jessie. Vamos se te hará tarde. —Se excusó
— ¡ABUELA! —chille.
Vi a mis padres salir de la biblioteca, así que obedecí me gire y salí de casa, estaba enojada con mi abuela porque reacciono así. En otro momento ella hubiese gritado de la emoción, pero esta vez me pidió que me marchara y si fuera por mis padres ella en otra ocasión se había enfrentado a ellos como ya lo había hecho varias veces. Pero esta vez había algo más que solo—se te hará tarde—.


Estaba sentada en la cafetería mientras aun recordaba la voz de Lisa, mantenía su expresión en mi mente y eso me hacía sonreír como una idiota. Eso me hizo el día completamente. Unas manos se posaron en mis ojos cegando mi vista, reconocía ese olor, la textura de sus manos era Dylan.
— ¡OH POR DIOS!, Sera Ash—dije sonriendo, sabiendo ya la respuesta.
El no respondía lo que me hacía sonreír aún más, yo ya sabía la respuesta pero yo quería jugar un poco, yo seguí lanzando un par de nombres más. Y cuando ya daba por terminado el juego decidí decirlo. 
— ¡DYLAN! —exclame.
El retiro sus manos suavemente, a lo que yo me pare y lo vi.
—Así que no sabías quien era—dijo con fingido horror.
—No lo sabía, se me había olvidado por completo—dije juguetonamente.
—Srta. Cooper ¿dígame que eso no es cierto? —trato de sonar herido.
—Le digo la verdad Sr. Hughes. No tenía ni la más mínima idea de quien era—mentí.
—Eso significa ¿Qué…?
—Que no es cierto—lo interrumpí—. Tal vez me olvide un poco solo un poco—sonreí.
— ¿Solo un poco? —pregunto.
—O tal vez nada. —respondí.

Algo raro tiene JCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora