Desde hace cuánto...

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Alejandra

—Te necesito.-le dije después de me interrumpiera en la llamada.

—A veces... Quiero renunciar, todo ésto es una locura.- Respondió Joel.

—...

—Alejandra, nos hemos convertido en algo que no somos.

—Claro que no; nadie dijo cómo somos en realidad. Joel, quiero verte... Te necesito de cualquier manera, extraño tenerte cerca de mi... Sentir tus besos, tus caricias y el qué me digas al oído cuánto me quieres.

—Alejandra...

Y así, esa misma noche en aquel cuarto de uno de los Moteles más costosos de la ciudad estaba nuevamente con él. Joel.

—Te deseo tanto.- me decía mientras me veía cómo me quitaba el sostén.

—Oh, vamos... Sabes que siempre estaré vuelta loca por ti.- respondí mientras me acercaba y lo abrazaba.
El ponía sus manos en mis pechos, sintiendo mis pezones duros por la excitación.

Bajé la mano hasta su erección.

"Me encanta pensar que todo ésto es mío ..."

— Joel, quiero que bajes.- dije.

Me recostó en la cama y se postró frente a mi, golpeando mi vagina con su erección, así que comencé a masturbarlo.

—¿Te gusta?.- me pregunta mientras retira el resto de mi ropa interior e introduce uno de sus dedos dentro de mi.

Gimo con gran fuerza, siento cómo mis piernas se acalambran ligeramente por tal movimiento que hace con dedos.

—Quiero que bajes.- repito y rasguño su pecho.

—Quiero mojarte un poco.- se remojó los labios inferiores y sus dedos dentro de mi comenzaron a sacudirse de tal manera que fué...

"¡OH POR DIOS! JOEL... ¡JOEL!..."

El placer que puedo sentir es como si mis interiores no pudieran más, solo se dejarán llevar por el placer de tenerlo dentro. Mis mejillas rojas y mi frente caliente. Broto unas lágrimas que se sienten calientes.

—¿Quieres más?.- me preguntaba mientras hacía movimientos más bruscos y deliciosos.

—¡Joel, voy a venirme!.- Gemí nuevamente.

—Eso es lo que quiero, ¡hazlo!

—No puedo... Necesito que me...

Doy un grito y siento como brota de mi la consecuencia de sus movimientos tan bruscos.

—Ahora si.- dice al ver las sábanas mojarse y baja para lamer mi sexo.

No resisto, su lengua se mueve dentro de mi que me hace apretar las sábanas y gritar de placer mientras sigo mojando las mismas.

No resisto, su lengua se mueve dentro de mi que me hace apretar las sábanas y gritar de placer mientras sigo mojando las mismas

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Mis piernas tiemblan aún más. Le exijo que no pare, que no deje que la llave se detenga.
Apreto su cabello largo, y el gime.
Sé que le gusta ser quién me coja.

En seguida me toma del cuello y como cuál león coje a su leona para preñarla. Es todo un dominante. Me besa y su pene entra en mi. Duele un poco pero el placer cubre ese pequeño instante para poder continuar con la excitación y el placer que se da por tenerlo dentro y fuera dentro y fuera dentro y fuera de mi.

—Quiero venirme.- dice Joel mientras me penetra.

—No puedes, no tienes protección.

Cada vez su cogida es más rápida, sé que está a punto de venirse.
Rasguño su espalda y muerdo ligeramente el cuello pegando su cuerpo al mío y justo antes de que su líquido salga retiro la penetración con la mano izquierda y con la derecha sujeto sus glúteos y lo pegó hacia mí mientras ambos nos venimos... Dejando totalmente sucias las sábanas de aquel Motel.
Su grito varonil pegado a mi oído. Su manera de gemir y las palpitaciones de su pene en mi mano.
Mis piernas llenas de él.

Lo beso apacionadamente y dejó que se recueste en mí. Que descanse.

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⏰ Última actualización: Jan 09 ⏰

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