Frio frio frio.

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Alejandra.

Después de lo ocurrido con Byron y el dinero, no encuentro la mejor manera de recomendarlo qué hacerle un pequeño numerito.

A las tres días, le aviso que iré a su hogar, asi que tomó un baño. Al salir siento un ligero cosquilleo al hacer algo nuevo pienso en todo lo que le haré...tomo el celular y pienso un momento...-¿No seré muy zorra?.- me pregunto.- Mejor no.- dejo el celular sobre el escritorio.
Busco en mi armario algo decente, ¿Decente? Esa palabra no la he escuchado en un muy largo tiempo.
Usaré un vestido muy ajustado, color morado, unos tacones del mismo color, lo demás no es importante.
Bajo y aviso a mi madre que llegaré tarde.

-Ale, ¿por qué tan arreglada?.- me pregunta, deja la cuchara a un lado de la olla en la que cocina. Huele delicioso.

-Ah...- pienso mi respuesta.- Saldré con Byron.

Baja la mirada y se seca el sudor de la frente.- tenemos que buscar a manera de pagarle , me avergüenza demasiado lo que pasó.- veo como caen algunas lágrimas y se me parte el corazón.
Sé que a veces soy grosera, pero trato de protegerlas, ambas.- Ya mamá, tranquila.- le digo mientras me acerco y la estrujo en mi pecho. La concuelo.- Yo me encargaré de esto, Byron no es malo.- En ese momento, doy una leve carcajada.- El maldito es su padre.- digo entre dientes.
-¿ Qué?.- interrumpe mi madre.
-Nada.

Me despido y salgo de mi casa. El taxi ya esperaba.
Como siempre, doy la misma dirección y voy platicando un poco con el chofer, lo mismo de siempre, cumplidos y halagos ...para mi, claramente.

Marco los diez dígitos de su número de celular y espero...

-¿Amor?.- me responde.
-Ammm...si, ya estoy abajo.
-...
-¿Voy a subir o aquí te espero?.- le preguntó, veo que la gente me ve algo mal, quizá por la vestimenta. Un vestido rojo muy pegado junto a unos botines negros. "Prostituta" quizá es lo que piensan.

-Ya bajo.- me respondió.

Afirmo su respuesta y cuelgo la llamada.-Vaya, espero y no tarde.-me digo a mi misma mientras miro a mi alrededor, la avenida.

-Preciosa.
Volteo atrás y un Corolla negro se estacionó frente a mi, del asiento trasero estaba el padre de Byron.-Te vez perfecta en ese rojo.- me dice. De tanto coraje aprieto mi bolso.-¿¡Qué mierda quiere usted aquí!?.- le grito sin aliento mientras me acerco al auto.
-Que genio.- comentó el chofer.Le miro con odio y regreso la mirada al viejo.
-Esta cita será importante, según eso me dijo Byron.
-¿Y qué con eso?.- le interrumpo
-Tranquila, mujer. Lo que pasa es qué todo lo rechazarás,no mereces nada.
-¿Rechazar?,¿ rechazar qué?

El chofer enciende el auto y avanza.

Vuelvo a estrujar mi bolso.-Maldito imbécil.
-¿De quién?.- me pregunta Byron, me sorprende.
-¡Oh! Byron, ehh...-miro a la avenida.-Unos tipos...
-Oh,¿si?
-Si...emmm... quisieron hacerme una broma.
-¿Pero todo está bien?
-Por supuesto.- le sonrio.-¿Nos vamos?
Él asiente y ofrece su brazo derecho para que me sostenga.
Lo miro por un momento.
-¿Que sucede?.- me pregunta.
-¡Ah!, Nada.- respondo y me sostengo de él.- ¿A dónde iremos?.- le pregunto al momento que caminamos.
-Deberias llamar a tu madre.

Dios, mi presión arterial baja drásticamente, me congelo por completo y mis manos comienzan a temblar. Me freno y lo veo directo a los ojos.- ¿Qué pasa?.- me pregunta.- De repente te pusiste a temblar.- dijo mientras acariciaba mis manos.- Dios, estás helada.-me miró a los ojos.- Alejandra, ¿estás bien?
-¿Para qué quieres a mi madre?.-le pregunto.

Él sonríe.- Es una sorpresa.

Trabajo Sucio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora