Y ahora...

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"Y ahora..."

Esa había sido la señal para salir. Ahí me encontraba; brillando como solo yo puedo pues lo que hago me fascina. Hoy era una noche especial, pues sonaba mi canción favorita, Work de Iggy Azalea.
Siento las miradas de muchos en mi...camino al centro del escenario y me desabrocho la blusa que llevo puesta, mis senos se hacen notar a lo grande, la arrojó al lugar del que salí y me trepo en lo que es un tubo; dejo que mi cuerpo sea dominado por la sensualidad que pocas mujeres tienen, pues es mi trabajo. Los hombres gritan una serie de palabras que para otras mujeres les resultaría ofensivo, pero la verdad...es que a mi me encanta.

-Vamos mami!, ven con papi por tu lechita, que ya es hora de irse a la cama

Eso fue lo que escuché entre la musica que sonaba, pues soy algo sorda cuando estoy en mi trabajo. Observo al hombre detenidamente y decido acercarme a el.

-Hey, mami, que rica estas

Me postro en su mesa, el mira mis senos, mis pezones, noto un bulto creciendo en medio de sus pernas.
Lo excito, eso lo sé.

-Vamos mamita. ¿Cuando vamos a la cama?

Trabajaré en un Table Dance, pero nunca me he acostado con nadie, para mis 2 años que tengo trabajando aqui...es difícil, es un record que me gusta presumir.-No hago esos servicios.- Le dije al sujeto, éste parecía haber salido de la oficina y ha venido aqui por un poco de placer visual, o por lo menos eso obtendrá de mi parte.

-Vamos mami, pagaré muy bien por ese culi** !

Este tipo comenzó a fastidiar.- Te he dicho que no.- le dije, yo seguía bailando.- No me acuesto con hombres por dinero.- comencé a alejarme, pues sabía que vendrían problemas

-Maldita ramera, para eso estas aqui!

Cada vez que me gritan algo asi...me da una especie de risa, pues no cualquiera tendrá mi cuerpo entre sus manos, no desde la preparatoria...

Mi canción esta por terminar, regresó al tubo y subo las piernas, dejo que todos vean nuevamente mis pechos y decido quitarme a lo que le llaman "tanga", qué en sí, no me estaba cubriendo nada.
Los hombres vuelven a gritar, se agitan sus respiraciones, su cardio aumenta, escucho gemidos entre las palabras, me fascina.Veo al techo, es color púrpura, o eso creo, cierro los ojos y comienzo a escuchar aplausos, estoy en una obra de teatro, me levanto y todos aplauden yo soy la estrella, soy yo quién protagonisa la historia, soy... Soy yo.
Pero esa no es mi realidad...termina la canción y es turno de mi compañera Lizz, no sé su nombre real, aquí casi no se habla de eso pues es por seguridad personal, todas usamos pelucas, y llevamos puesta una mascara de payaso, lo digo por tanto maquillaje que algunas se ponen antes de salir al escenario.
Termina la canción y me marcho.

-Algún día te cogeré!

Eso fue lo que el sujeto gritó a mis espaldas, en verdad, ese tipo necesita una mujer.

Choco con mi compañera Lizz, ella si se acuesta con cualquier cosa por dinero.

A veces escucho fuera del vestíbulo que los hombres gritan mi nombre, pues desean el volver a verme, desean mi cuerpo, masajeo mis pechos, toco suavemente mis pezones, siento un ligero placer al hacer esta acción.

Estra mi jefe, Arturo, no tiene mas de 30 años, es algo joven para ser el jefe de toda esta organización de rameras.Me observa, ve que me estoy tocando.-¿Que sucede?.- le pregunto mientras lo veo tras el reflejo del espejo, el mira mis pezones, casi puedo ver que se le...

-T-Tu turno ha terminado, Mila, ya puedes irte

Me interrumpió, me levanto de mi silla y tomo una bata blanca, no recuerdo de que esta hecha, pero lleva mi nombre bordado en una esquina con color dorado, eso me hace sentir una estrella.-¿Tan rápido?.-le pregunto, no puede dejar de verme a los pechos, a los pezones, traga saliva, noto que esta nervioso y no lo culpo.

-Mila, me tengo que ir.-me contestó mientras negaba la mirada

-¿Por qué te vas tan rápido?.- le pregunto mientras pego mis pechos a su fuerte torzo

-Demonios.-susurró.-Mira...Mila, ya ha terminado tu turno.Es hora de ir a casa.-miró mis ojos

-Muy bien.-bajo la mirada y asiento, camino hacia mi silla y en el transcurso abrocho mi bata, me siento y tomo un peine.-Solo me arreglo y me marcho.-contesté

El asintió, el me atrae, el hace que mis hormonas me salten de un lado a otro, el me excita...el.

He salido de mi trabajo y me dirijo hacia mi casa.
Vivo con mi madre y una hermana pequeña, mi padre nos ha abandonado cuando yo tenía... 6,7...9 años.
Nueve años tenía cuando Fernando de Loza nos abandonó.

Desde entonces yo junto a mi madre hemos tratado de mantener la casa en pie, yo he terminado la preparatoria y desde hace 2 años no he hecho trámites para alguna universidad, trabajo para mi madre y para que mi hermana tenga un mejor futuro, uno en el que no le tengan que gritar ramera por las noches.

Mamá me tiene el desayuno preparado, ella no sabe que soy la ramera numero 1 del centro nocturno mas popular de la ciudad.-mira, me lo he encontrado, puede que sirva para que compres tus libros de la preparatoria.- le digo a mi hermana quién se encuentra desayunando a un lado mio

-Pero... Ale, ¿De dónde has sacado esto?.-me preguntó mi madre, ella no sabe que trabajo en un centro nocturno desde hace 2 años y que soy la mejor, la mujer de las que todos los hombres millonarios y con poder quisieran tener entre sus brazos.

-Es una larga historia.-le he contestado a mi madre.- desayuna conmigo.- le arrimo una silla para que se siente a un lado mío, ella asiente y sonríe.Amo a esa mujer, mi madre, mi todo, la que siempre nos ha sacado adelante.
Desde hace 2 años que ella ya no trabaja, pues esta comenzando a perder la vista y yo decidí ayudar en la casa.
Si ella se llegase a enterar de mi trabajo...creo que ambas moraríamos, primero me mata ella y luego muere de un ataque al corazón, de verdad, se los juro.

Y asi es mi vida queridos amigos, poco a poco sabran mas de mi, y de mis excéntricos gustos hacia el sexo, que déjenme decirles, no he tenido relaciones desde 5to semestre de preparatoria, en pocas palabras...creo que otra vez soy virgen, o al menos asi de cerrada me siento.

Trabajo Sucio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora