Trabajo Sucio.

De compras

Byron.

Antes de salir con Alejandra le he marcado a Raúl, él me ayudará a lo planeado.

-Es una sorpresa.- le respondo a Alejandra. La cita está algo rara... No sé por qué se ha puesto a temblar, parece...- ¡Bambi!.- le grito con cariño.
-¿Disculpa?
-Pareces Bambi, tus piernas no paran de temblar.- le respondo y veo que se ríe un poco. Funcionó mi estúpido chiste que no va conmigo.
-Llama a tu madre y dile que nos vea en el centro de la ciudad, por favor.-le digo y veo que ella lo piensa un poco...pero asiente. ¡Perfecto!.

Caminamos un poco, tomamos un buen café amargo como a mi me gusta. Parece que va a llover , el cielo se está nublando. Río con mucha fuerza y Alejandra me voltea a ver pensado que estoy loco.- Perdona, pensé en una canción.- le digo sin que me pregunte.
-Ya veo.
Sonrio.- vamos con tu madre.- le digo y ella asiente.
Regresamos a mi hogar y pido el Versa negro.
Es temprano aún.
Llegando al punto de reunión.-Hola, señora.-le digo al estrujar su mano, miro a la niña.- ¿Paulina?.- le estrecho la mano.
-Muy bien, me supongo que están... confundidas las tres,¿no?.- les pregunto.
-En realidad, si.- me responde Ale.
-Necesito comprar unas cosas para mi hogar, así que pensé en ustedes.- miro a las invitadas.- Usted.- le digo a la mamá de Ale.- Me podría ayudar a saber cuáles aparatos serían los mejores.
-Por supuesto que sí.- me contestó muy entusiasmada.
-Muchas gracias.- respondo.- Y a cambio, por el tiempo que les estoy haciendo perder, cualquier prenda que les guste, la escogerán en su talla y subirán al...al...
-¿Carrito?.-complementó Paulina.
-Eso.-afirmo.
-Oh, por supuesto que no.- respondió la madre de Alejandra.
-¡Mamá!.- frunció el ceño Paulina.
-No, Paulina.-ordenó
Siempre me confundo entre Paula y Paulina... Es casi lo mismo, ¿no?.
-Oh, vamos.- insisto
-Muy bien, iremos pero sólo te ayudaremos a escoger las cosas que necesitas para tu casa.-interrumpe Ale.
-Si.- afirma su madre.
Mis ojos en blanco, pero asiento.- Vale, ahora todos a bordo.- sonrio mientras retiro la alarma del auto.
Alejandra sube en el copiloto, Paulina y...

-Vicki.- me dice la mamá de Alejandra al subir. - Me llamo Victoria, pero tu puedes decirme Vicki. Sonrió por el espejo.- Muy bien, Vicki. Enciendo el auto y nos dirigimos a las mejores tiendas que hay en la ciudad.

Una vez llegando, Vicki se enfocó en las mejores cosas, principalmente buscaba lo económico.- Hey, Vicki, no importa el costo, sino que de verdad sirva lo que llevemos. - ella asiente.

Alejandra me jala del hombro hacia ella.-Byron, nunca me hablaste sobre ninguna remodelación.- me susurra al oído, la noto algo molesta.
-¡Ya verás que será algo estupendo!.- respondo.- Hey hey, Vicki.- me dirijo hacía ella y dejo a Ale.

Recuerdo qué me sentía Willy Wonka en la casa de Ale... En esa parte que llega a la casa del niño menos ambicioso. Ese, el que gana la fábrica.
Esa tardé fue bastante buena, pero ya era tarde y era hora de que todos regresáramos a nuestras casas.

Todo lo que compre será para Vicki, espero y no se moleste o que simplemente los acepte... Mañana se los enviaré por la tarde, luego trataré de ver a Alejandra.