El mayor defecto

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—¡Alejandra!.- me abrazó Francia con entusiasmo.- Ya te extrañaba.- sonrió.

—Yo también a ti; Francia.- también sonreí.

Nos encontrabamos fuera de un lindo restaurante "Mayana". Aún teníamos que esperar a Joel quién ya venía con díez minutos de atraso.

—Quizás deberíamos entrar y esperar a Joel dentro.- propuso Byron.

—Si, creo que es la mejor idea.- respondí.

—¿Es guapo?.-preguntó Francia emocionada.

—¿Hablas de Joel? .- respondió Byron.

—Si si.

—Bueno, si es atractivo; pero no creo que sea tu tipo.- interrumpí antes de Byron; me dieron... "celos".

—¿Eso quién lo sabe?.- respondió Byron.

—...

Miró a Francia.- Empiecen conociéndose, claramente es la mejor idea...

—Ojala ese hubiera sido mi caso.- dije entre dientes.

—¿Disculpa?.- me tomó del brazo; Byron.

—Sueltame.

—Gracias a Dios aún no han entrado.- interrumpió Joel.- miró directo a mi brazo que estaba siendo estrujando.—¿Qué está pasando?

Rápidamente me soltó.- Nada; solo que Alejandra iba a caer y la sostuve.

Francia frunció el ceño.

Joel asintió con la cabeza,y después la miró.— Bueno; tú debes ser Francia, ¿Cierto?.- sonrió...mostrando sus malditos y perfectos dientes.

—Entonces ya podemos entrar.- interrumpí.

Todos asintieron.

Entramos; era un lugar muy bonito; los candelabros, las mesas, todo estaba en orden y a la perfección.

—Caballero Byron; me alegra verlo nuevamente por aquí.

—Muchas gracias.- sonrió.

—Adelante; su mesa está por aquí.- nos encaminó.

Llegamos y habían seis mesas.

—oh, nos sobran sillas.- dije al mesero.

En seguida éste miró a Byron.

—No, amor... Vendrá alguien más.- me respondió Byron.

Asentí con la cabeza mientras tomaba asiento.

—Y bueno, ¿Cómo te ha ido en el viaje?.- le preguntó Joel a Byron.

—Bueno, ha sido algo... Extraño en realidad; claramente Alexa ha cambiado demasiado desde aquél entonces.

—¿Quién es Alexa?.- indagó Francia.

—Oh, es mi hermana...

—Ah, ya veo...

—De hecho, nos alcanzará dentro de unos cuantos minutos más, la cité junto a la señorita que le apoyó con su lenguaje mientras estaba en el extranjero.

—¿No sabe hablar español?.- dijo Francia.

—Si, si sabe; solo que es para que no se sienta muy extraña... Es la única compañía que tenía y que ahora conoce... Se fué por un largo tiempo; así es que puede sentirse bastante nerviosa incluso estando yo...

—Oh, bueno... Si es así no hay problema; espero pueda entrar en confianza pronto .- recalcó.

—Y entonces; ¿por qué se fué?.- pregunté... Estaba ansiosa por saberlo.

Mientras miraba a Byron; debajo de la mesa; en mis rodillas sentí una caricia... Una mano delgada y fría. Por dentro me podía morder los labios pero no quitaba la mirada de Byron.

—La historia de Alexa es muy complicada... Ella... Fué...

Mi oído se hacía cada vez más y más agudo.

—Ella fué violada.

Joel dejó de acariciarme. Su mirada extrañado, confuso.— Lo que dices; Byron... No puedo creer.

—Bueno, pues en realidad esa es la cuestión... Nadie más lo sabe... Y si se los digo es porque son importantes para mi y me gustaría que la ayudarán; no es muy expresiva... Y necesito que cambie eso ya que entrará a trabajar a la empresa.

—¿Qué?.- interrumpí.

Todos me vieron.

—Oh, o sea, no me molesta; pero Byron... Es muy joven aún para manejar tanta responsabilidad.

—Bueno, alguien me dijo que la empresa no estuvo del todo bien mientras estuve lejos.- dió un trago a su bebida.

Fruncí el ceño.- Oye, hice lo mejor que pude, además; todo está bajo control.

—Si hablas de que dos proyectos se hayan ido; una empresa haya rechazado asociarse con nosotros y que doce empleados hayan renunciado por falta de elementos para trabajar... Bueno; entonces qué extraña manerade tener todo bajo control.- interrumpió Alexa; detrás de mí.

El rostro de Byron se tornó pálido, su mano fría... Eso lo sé porque al ver a su hermana me tomó de la pierna y apretó fuerte.

—Alexa...yo...

Lo miró y frunció el ceño.— No era necesario que hicieras ésto; Byron.

—De verdad yo...

—Y tampoco es necesario que me tengan lástima; solo soy la hermana de Byron; no hay y no debe haber nada en especial; éstoy bien... Regresé bien y así seguirá siendo.— recorrió la silla y tomó asiento.—Por el momento solo quiero cenar.— me miró.— Y lamento ser tan directa; creo que ese es mi mayor defecto.

—Necesito ir al baño.- me levanté y tomé mi bolso.

Caminé lo más rápido posible.

"Oh por Dios... Dios, Dios, Dios."

Era casi como tener un nudo en la garganta, solo veía a la gente verme. Me sentía roja de la cara. Esa niña... Vendrá a tirar todo. Éstoy casi segura.

Después de respirar un poco, decidí salir. Me topé frente a frente con Joel, se estaba acomodando el fajo.

—Vaya, esa ha sido una entrada bastante extraña; ¿sabes?

—Si.—Exhalé.- Necesitaré mucha paciencia.

—Alejandra; no quiero seguir así.- interrumpió.

Lo miré directo a los ojos, esos hermosos ojos café.

—Me molesta ver qué te toca; me dan celos... Yo quisiera tomarte de la mano, besarte y acariciar ese cabello tan hermoso que tienes.- sonrió ligeramente.- Por favor, hay que irnos.

—No, Joel, no es el momento...

—Podemos inventar algo; pero no quiero verte con él... Por favor.

Lo tomé por la mejilla.- Sabes que mi corazón solo te pertenece a ti.

—Pero no es suficiente.— tomó mi mano y la retiró.— Yo te quiero completa.- la besó.

Me sonrojé cómo jamás en la vida.

—Tenemos que regresar; o bueno, tu regresa , te alcanzaré en un momento.- me dijo y asentí con la mirada baja.

"No sé en qué lío me estoy metiendo... Pero sé que ésto no terminará bien... Nada lo está."

Regresé a la mesa, ya habían comenzado a comer; o por lo menos Francia.

—Ay amiga, te estuvimos esperando.

Byron reía.— Ella no pudo contenerse.

—Lo siento.- respondí y me senté.

Poco después llegó Joel.

Trabajo Sucio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora