Trabajo Sucio.

Taxi.

Alejandra.

Hoy, una tarde de Miercoles, Arturo me ha invitado a una cena muy especial, estoy muy emocionada, supongo que por fin me dirá lo mucho que me ama.

Entro a la ducha, vuelvo a tomar la misma toalla morada, huele a limpio, mi mamá la ha lavado.-Todo estará bien.- me digo a mi misma mientras me veo a los ojos con el reflejo del espejo.-Será algo bueno, no pasará nada.- mis manos tiemblan, pues todo esto me hace recordar a la vieja preparatoria y al estúpido de Joel, ese hijo de perra.

Entro a la ducha, el agua esta cálida.-No quiero que vuelva a pasar.-susurro a mis alrededores.-Sé que todo será diferente.-he vuelto a bajar la mirada, mis pensamientos me vuelven a traicionar, esta vez no de la misma manera erótica, más bien ésta vez es melancólica, pues todo esto me hace recordar a Joel y su estupida traición, su humillación, él, la razón por la cual me he metido en esto de los bailes, una mala decisión.

He cerrado mis ojos-¡Oh,no!.- los recuerdos me invaden, llegan por todas partes.

"Eres una estúpida"
"Nunca podría enamorarme de alguien como tu"
"Eres repugnante"

-¡Lárguese!.- grito a mis alrededores, sin haberme dado cuenta, estoy tirada en la regadera, el agua caliente golpea mi cabeza y baja por mi espalda.-Por favor, ésta vez tiene que ser diferente.-susurro y estúpidamente me trato de secar las lágrimas, pues estoy debajo de la regadera.

Salgo del baño y me dirijo a mi tocador, pongo algo de música con mi celular, más que nada para tratar de olvidar esos malo pensamientos. Obviamente he puesto mi canción favorita, Work de Iggy Azalea, me encanta esa canción, siento que representa parte de mi vida, la manera en que mi padre me abandona, el sacrificio de mi madre al dejarme trabajar y dejar de estudiar, ayudar a mi hermana y convertirme en la mujer mas deseada de toda la ciudad, "Wonking on my shit" , Trabajando en esta mierda, exacto.

Tomo un cepillo y me dispongo a desheredar mi cabello castaño.-Esta noche te tienes que ver preciosa, preciosa para él.- me digo a mi misma, me alzo y voy a vestirme. Caminando a mi armario, observo un vestido que me ha regalado mi hermana, recuerdo que había ahorrado lo bastante como para comprarmelo en una tienda barata; lo miro detenidamente y asiento, lo tomo y me lo pruebo.-Perfecto.-digo al verme en el espejo.
Tengo vestidos mucho más caros y finos, pero esta noche es especial y quisiera que me acompañe un regalo muy preciado, espero me dé algo de suerte.

Dispongo a salir, son casi 10:30 pm.-Vuelvo al rato.- le digo a mí madre.

-Con cuidado, cariño

Salgo y cojo un taxi, estoy cada vez más y más nerviosa.

-A esta dirección, por favor.- le digo al chofer y le entrego un papel, el asiente y nos marchamos del lugar.

Voy observando el camino, parece que nos dirigimos a un lugar muy elegante.-Nunca he estado por aquí.-susurro

-¿Disculpe?.-me pregunta el chofer

-Oh, perdón, solo he hablado conmigo misma

-Ah, si, suele pasar

-Asi es...

-¿Nerviosa?

-¿Por qué lo pregunta?

-Desde que ha subido, no ha dejado de contarse los dedos, señorita, estoy muy seguro de que tiene 5 en cada mano.- sonríe

Rio levenmente, pues éste señor tiene razón, no he dejado mis dedos en paz desde que salí de la ducha.-Si, voy a una cita y estoy algo nerviosa.-le contesto y lo veo por un espejo

-Me lo supuse...

Sonrio y regreso la mirada a la ventana.

-¿Es un joven que apenas conocera?, disculpe la pregunta, pero asi somos los taxistas.-ríe.-Claro que no es obligatorio el qué me responda.

-Si, no hay problema.-contesto y le regreso la mirada.-No, no es alguien nuevo pero es alguien a quién aun no conozco del todo, en realidad estoy nerviosa por eso mismo, no sé que vaya a suceder.

-¿Es su novio?

-¿Disculpe?.-lo interrumpo, no he comprendido bien la pregunta pues atrapados en el tráfico un claxon no me dejó escuchar bien la pregunta

-El joven, ¿Es su novio?

Bajo la mirada, pienso un poco en esa pregunta.-No, no somos nada.-le contesto, algo decepcionada.

-Hmmm, pues, señorita, una mujer tan bella como usted, y se lo digo con mucho respeto.

-Si.-interrumpo

-No debería estar preocupada por tratar de gustarle a alguien, sea usted misma, si no llega a pasar algo más de una cita, pues no importa, hombres hay muchos.-me sonrió .- Espero y le vaya excelente en su cita...

-Muchas gracias señor, y si, no dejaré que nadie me pise

-Hemos llegado.-me interrumpió

-¿Cuánto le debo?.- le pregunto mientras bajo del taxi

-Señorita, el viaje ha sido muy largo, pero me ha caído bastante bien, dejémoslo asi

-¡No!, eso no esta bien, déjeme pagarle.- le contesté mientras comenzaba a buscar dinero en mi bolso

-Asi esta bien, señorita...

Justo cuando había cogido el dinero, escuche el motor encenderse y marcharse.

Ese señor me ha resultado familiar, de verdad, como si fuera alguien lejano.-Bueno, será para la próxima.- susurro y observo el gran restaurante que estaba a mis espaldas.-Es bellísimo.- digo y me decido entrar.