Capítulo 18

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Amaia entró al despacho donde se colocó frente a frente con Tinet, el causante de su mayor preocupación. No sabía cómo comunicarlo ni cómo avanzar. Interiormente, se sentía sucia y despiadada, no era consciente del daño que iba a causar, a ella misma y a terceras personas. Un daño proveniente de un contrato.

- Hola Amaia, ¿cómo va todo? - preguntó con ironía el hombre mientras se acercaba a dar dos besos en modo de saludo a la chica.

Esta se apartó de manera brusca puesto que no quería tener ningún tipo de contacto con ese ser.

- Lo sabes todo perfectamente - dijo mirando a un lado para no cruzar ambas miradas.

- Te lo dije - comenzó caminando para volver a la silla - te dije que no estabas preparada, que caerías de nuevo y que lo querrías interrumpir - recordó el hombre que tenía el futuro en sus manos.

- Basta ya de tonterías Tinet, ambos sabemos a lo que he venido - dio una gran bocanada de aire y lo soltó - quiero romper el contrato.

Una sonrisa victoriosa se reflejó en el rostro del director, ya sabía a lo que venía.

- Bueno, tú también sabes perfectamente que eso es imposible - advirtió.

- Ya está, ya lo he hecho, el contrato está cumplido - dijo en tono rogatorio mientras tomaba asiento enfrente de él y lo miraba - debe estar terminado ya, déjame terminarlo.

- Amaia - exasperó mientras se acomodaba en su asiento - el contrato finaliza cuando sale vuestra canción, hasta la fecha debes continuar cumpliéndolo. Lo estás haciendo muy bien - respondió con recochineo - parece que no te está costando nada seguir con la farsa.

La respiración comenzó a entrecortarse y un nudo en la garganta apareció. Sus ojos se aguaron y en ese momento lo sabía, como pronunciase una palabra no podría parar de llorar en años.

- Por favor - pudo rogar aguantando las ganas inmensas de llorar.

- Ha sucedido, ¿Verdad? - preguntó sabiendo la respuesta - te has enamorado, otra vez.

Una lágrima deslizó por la mejilla de la pamplonica y esta la intentó quitar de manera torpe.

- ¿Cuándo te vuelves a enamorar de alguien del cual has estado siempre enamorada? - cuestionó esta mientras continuaba limpiando su rostro ya mojado por la impotencia que salía de su interior.

El hombre respiró con rabia.

- Mira, dejemos el drama, la cosa está clarísima. Te llamé y te propuse el pacto, acercarte a Alfred para que revolvieras su mundo interior y que le volviera a venir la inspiración para componer y poder terminar su disco. Tú aceptaste. Por rabia, por dolor, por pagar con la misma moneda con la que compraron tu felicidad sin saber que, por mucho que lo intentaras, recaerías. Te avisé, la rabia te iba a costar tus sentimientos pero no quisiste escuchar nada más. La venganza se apoderó de ti y tú no pudiste ver más allá. - comenzó a bajar el tono - Si contacté contigo fue por una razón clarísima. No sé qué hiciste con Alfred pero consigues sacar lo mejor de él y se muestra en su modo más original cuando llegas a su mundo. Amaia, eres lo que necesitaba y necesita pero, nunca olvides por qué lo hiciste - advirtió.

- Ni yo sé porqué lo hice - confesó bajando la cabeza mientras la negaba.

Las lágrimas no pararon de salir, ya no había vuelta atrás, Amaia la había fastidiado pero bien.

- Ahora - interrumpió el chico - si bien quieres continuar con todo esto después de la finalización de tu contrato, tranquila, el secreto te lo guardaré perfectamente - confesó para después reír.

Trato hecho | ALMAIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora