Mi profesor aun no había llegado y todos estaban afuera, como los estudiantes rebeldes que son. Excepto yo y unas tres personas más que estaban babeando frente a su celular.
Suspiro pesadamente ya que es como media hora que el maldito docente no llega a corresponder su trabajo, entonces me levanto y salgo a dar un respiro por ahí. Con mis manos en los bolsillos empiezo a divagar en mi mente hasta que veo la tan típica escena. Unos brutos golpeando a un chico indefenso que solo venia para aprobar un examen. Es odioso ver esto. Por eso me dispuse a intervenir, tan solo por que sentía lastima que el chico no decía nada y se quedaba acurrucado en el suelo mientras los otros le daban a patadas.
Xx: tuviste que hacer ese proyecto por nosotros, te lo advertimos niña -le da otra patada-
Tn: -se posiciona detrás de ellos- creo que ya fue suficiente por hoy muchachos -digo seria y con un tono de voz profundo-
Xx: ¿que tu no eres la rara?
-dice como para intentar amenazarme, grave error-
Tn: ustedes dos están golpeando a alguien que no les está haciendo nada. Odio esta escena de maricas.
Xx: el marica es él por no obedecer lo que le habíamos dicho -lo vuelve a patear en su abdomen-
Xx: ¿y que tu vas a hacer flaquita?
Tn: -no me gusta que me provoquen, entonces lo tome del brazo y lo doble hacia atrás apoyándolo por el casillero, intente no romperle su delicado brazo-
Xx: ¡Santo cielo! ¡Que eres! (soba del dolor)
Tn: creo que eso fue suficiente para que se retiraran. ¿o tu también quieres probar? -le digo a su otro amigo-
Xx: -niega con la cabeza y sale a paso rápido con su amigo frustrado-
Tn: ¿todo en orden? -me agacho para verlo-
Xx: si, gracias -sostiene su brazo lleno de hematomas por los golpes-
Tn: ten, tus cosas -le paso sus pertenencias-
Xx: gracias -dice sin subir la mirada-
Tn: -este chico es nuevo, ya que su olor no me es familiar por aquí- ok, de nada -me volteo para marcharme-
Xx: disculpa un segundo -dice acomodando sus lentes-
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Luna Menguante//Christopher Vélez
Teen FictionLa vida y la muerte se encontraron, se enamoraron sin poder prever. Entonces la vida dio flores a la muerte para que no lo olvidara en su infinita trayectoria. Eso fue demasiado para la inmortalidad que los contemplaba, desde ese entonces se encarg...
