Capítulo 3

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Capítulo 3
Xx: disculpa un segundo -dice acomodando sus lentes-
Tn: ¿sí? -vuelvo a mirarlo con una ceja levantada-
Xx: eeew... -ahora me siento más estúpido de lo normal- yo... Quería consultarte en  donde está la clase de biología -digo tímido e inseguro como siempre-
Tn: está a la derecha del corredor pasando tres clases
-le digo con mi típico tono de voz serio-
Chris: te lo agradezco mucho, por cierto soy Christopher Vélez -le pasa la mano-
Tn: un gusto Chris -le correspondo a su cordial saludo- soy Tn, la chica rara de negro -ríe tímidamente ante mi comentario mostrando sus aparatos de ortodoncia-
Chris: eres bastante ruda, digo... No como ofensa si no como... -le interrumpo-
Tn: descuida entiendo, entonces... ¿Eres nuevo por aquí verdad?
Chris' sí, me mude como hace una semana. Aún me cuesta adaptarme -me encogo de hombros-
Tn: descuida ya encontraras un grupo que sea de tu tipo.
Fue un gusto Christopher -digo y vuelvo a mi salón de clase-
(...)
Marcol: y fue por eso que tardamos en síntesis -dice mientras estaban en el salón del almuerzo sentados en una mesa de la esquina-
Tn: deben tener cuidado en casar de día, si algún mortal les ve no sería nada agradable.
Digo frente a mi hermano, era así, venia la hora del receso en la cual nosotros no comíamos nada, solo estábamos sentados charlando y para despistar colocábamos frente a nosotros una caja de jugo de frutas, ya que siempre las miradas de los demás se posaban en nosotros, eramos diferentes, cortos al hablar y en tanto bastante misteriosos. Si quieren saber nuestro grupo está conformado por Vania que es como una hermana para mi, Steve el musculoso rompe rocas de una tonelada y por cierto novio de Vania, Mía novia de mi hermano. Y mi estúpido hermano Marcol, que a pesar de todo es mi mayor tesoro que se me dio a conservar.
Mía: Marcol debes contar a tn sobre ya sabes que -le acaricia la mano a mi hermano-
Marcol: pues... -la mira a los ojos-
Tn: ¿enserio? -digo algo frustrada ya que leí sus pensamientos- No me puedes estar jugando una broma así 
-frunce el seño-
Marcol: -pasa una mano por su cabello oscuro- no tengo de otra, ellos me dieron la orden. Y no me puedo negar. Lo sabes muy bien -digo frente a ella mirando sus ojos que tendían a querer cambia

Luna Menguante//Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora