Capítulo 60

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Eso... era verdad, pero hasta ahí; no ocurrió nada más y no va a pasar. Por qué las cosas tienen que ser así.
En eso mi padre se equivoca..
Mañana tengo la agenda ocupada, debo seguir mi entrenamiento con tn y visitar el lago sólo, noté algo curioso que los gemelos ni se percataban; quiero saber qué es.
(...)
Tn: lo subes despacio y lo bajas despacio, o sino las pesas no van a hacer efecto en ti -me dice mientras bebe un jugo rojo-
Chris: aún no veo el efecto en mi -inhalo y exhalo aire-
Tn: te apuras demasiado ñoño, ten paciencia.
Chris: estoy exhausto, se me estira el cuello -suspiro-
Tn: puedes descansar -desactiva el cronómetro-
Chris: ¿me invitas? -refiriéndome al jugo que toma-
Tn: eh... no creo que te guste -dice algo incómoda-
Chris: ¿de que sabor es?
Tn: de... cereza -rio nerviosa-
Chris: me gustan las cerezas -me encogí de hombros-
Tn: -me lanza una botella de agua- no te quiero invitar.
Chris: que tacaña -me hago del sorprendido y ella ríe-
(...)
Ya me encuentro en el lago. Cierro los ojos y respiro ese aire húmedo con olor a bosque, siento que mi mente intenta recordar algo de aquí, pero no lo sé.
Ya vi este panorama.
La razón por la que estoy aquí era eso, del otro lado del lago vi un pequeño sendero que no sé a donde lleva, y es justo lo que quiero saber...
Cuento mis pies hasta llegar frente al estrecho camino y noto como unas pisadas de... ¿animal?
Sujeto fuertemente mi mochila, es hora de terminar con esto...
El camino húmedo dejaba pegajosa la tierra bajo mis pies; solo seguía el pequeño y pareciera infinito caminito que no me lleva hasta nada. O eso creí.
Su final y el panorama era totalmente distinto a lo que imaginé.

Luna Menguante//Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora