Cuando la tortura terminó, él dijo a mi madre que dentro de horas moriría y se acabaría el problema, antes de retirarse me miró y dijo que nunca disfrutó de una jovencita bastante. Mis ojos estaban perdidos, mi cuerpo estaba completamente lastimado, mi boca lleno de sangre que se deslizaba hasta mi cuello.
Pasaban las horas, sentía como yo me estaba despidiendo del mundo para encontrarme con mi papá, escuché a mamá estallar en llanto. Gritaba cosas como ¡que hice! ¡Por que lo hice! Obligué a mis ojos para que se arrastraran a donde estaba mamá, y la encontré con un arma en manos, me dijo entre lágrimas y sollozos "perdóname cariño" metió en eso el arma en su boca y disparó, quería socorrerla, quería decir que la perdonaba, que la amo por más que no me imaginé que me haría esto. Pero no pude... mi corazón me dijo adiós y yo espiré.
Esa noche mi hermano regresó a casa para encontrarse con su familia muerta.
El me dijo que dio gritos de horror, mi madre ya no tenía cómo volver, luego me vio a mí y quería saber que me había sucedido; lloraba mientras cubría mi cuerpo desnudo y limpiaba toda la sangre que había entre mis piernas y mi boca desfigurada. Tomó mi mano, mientras que pedía a Dios y a mi padre que me devolviera con el, permaneció así unos minutos hasta que notó que yo aún tenía un leve pulso en la muñeca izquierda.
Fue ahí cuando decidió, tenía mucho miedo en hacerlo; pero veía que si no lo hacía me perdería para siempre. Entonces me mordió, y sobreviví.
Chris: ¿cómo fue cuando despertaste?
-me pregunta con un tono suave-
Tn: como de una pesadilla... recuerdo que salté de la cama con una fuerza inexplicable que me hizo volar al techo, miré todo a mi alrededor y estaba en un cuarto distinto al mío, mis ojos captaban los colores y las cosas con más intensidad ; me acerqué a un espejo que estaba pegado por la pared y me impresioné, vi la imagen de mi misma que nunca había pensado ver. Toque mis labios y ya no tenía ninguna cicatriz de ese maldito, mis manos temblaban al tocar mi cabello... yo no tenía cabello, estaban por la mitad de mi espalda, tenía cejas, mis pestañas, y mi cuerpo... ya no era desnutrido... había subido de peso...
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Luna Menguante//Christopher Vélez
Genç KurguLa vida y la muerte se encontraron, se enamoraron sin poder prever. Entonces la vida dio flores a la muerte para que no lo olvidara en su infinita trayectoria. Eso fue demasiado para la inmortalidad que los contemplaba, desde ese entonces se encarg...