27.

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Mina observaba la ventana empañada, algunas gotas se deslizaban y parecían ser la suficiente distracción para ella como para no prestar atención a las palabras de Kai. Una y otra vez, la imagen de Nayeon gritando y empujándola fuera de su habitación mientras EunHa sonreía victoriosa le hacían sentir que todo había acabado de la forma en la que menos se esperaba.

— Hey, Mina, ¿me escuchas? — Kai chasqueó sus dedos frente a la menor y esta le dedicó una cansada mirada.

— ¿Qué?

El hombre se resignó y pasó sus dedos sobre su cabellera tratando de peinarla mientras exhalaba sonoramente. — ¿No piensas volver?

La menor observó a su alrededor, después de ese mal momento se negó a regresar a su propia habitación y obligó a su hermano para que la recogiera de la universidad para irse directamente a su departamento.

— Ella no me quiere ver. — Dijo mientras caminaba y se dejaba caer sobre el largo sofá. Levantando sus piernas para poder rodearlas con sus brazos.

— ¿Y sólo te rendirás?

— ¿Qué dices?

— Ahora mismo deberías estar buscando la forma de explicarle las cosas y no aquí, escondiéndote de todos y todo.

Mina negó. — No creo que me escuche hoy, pero si lo intento en unos días, cuando todo esté calmado...

— ¿No fue el posponer las conversaciones importantes lo que te puso en esta situación? — La menor no supo qué responder. — Sólo digo, que deberías de levantarte, darte una ducha y buscar a la chica que amas.

— ¿Qué hiciste con Krystal exactamente?

— No quieres mi consejo, créeme. Me comporté como un verdadero patán para que me odiara y fuese más fácil terminar. No fue la decisión más sabia de mi parte.

— No lo fue.

— ¿Quieres que haga algo por ti?

Mina asintió. — ¿Puedes llevarme a un lugar?

— Necesitas tu propio coche, hermanita. — Bromeó haciendo girar llaves en su índice.



Nayeon mantenía su frente pegada a sus rodillas, las lágrimas habían cesado minutos atrás, probablemente al día siguiente sus párpados se negarían a abrirse y no era de sorprenderse, todo el día se la había pasado en cama llorando por alguien que sólo había estado jugando con ella. Ni pudo darse cuenta al momento en que el sol se ocultó y la luna tomó su lugar.

Podía escuchar un par de voces provenientes del primer piso, pero les restó importancia, la única que tenía su mente ocupada era Mina, ella y su grandiosa forma de quitarle las alas. Porque en ese momento sentía que había caído y tocado fondo, todo en un abrir y cerrar de ojos.

— Mina y yo estamos comprometidas.

La coreana llevó las manos a su cabeza intentado quitarse esas palabras de encima. Todo había sido tan repentino que todavía le costaba creer por completo.

Mina comprometida...

¿Desde cuándo?

Si era así entonces sólo se había estado divirtiendo con ella; la impotencia y el dolor no eran la mejor mezcla.

— No quisiera que se moleste... — Escuchó la voz de Chaeyoung fuera de su puerta, seguida de varios susurros.

Nayeon se levantó y arrastró sus pies descalzos hasta la entrada de su habitación, al abrirla y dejar notar su presencia las cuatro chicas fuera se quedaron calladas inmediatamente.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora