18.happy birthday

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Mina se hundió en el sofá observando a la líder caminar de un lado a otro, probablemente pensando en su próxima pregunta que la volvería a poner en apuros. Miró de reojo a Nayeon quien sonreía burlona en su dirección mientras balanceaba sus pies sin intención alguna de parar con ese interrogatorio tan descabellado. Después estaba Jeongyeon, traidora, quien estaba entretenida con Momo jugando con legos sin disimular su emoción por tener esos bloques de colores entre sus manos, acudir por su ayuda no serviría de mucho, ya lo había intentado y lo único que recibió como respuesta fue un: « Estoy ocupada, Myoui ». Tonta rubia. Finalmente estaba Chaeyoung y la que creía su salvación, quien en un comienzo estuvo en desacuerdo, pero terminó cediendo y tomando el papel de policía bueno. Todo era una locura.

Soltó un largo suspiro cuando Jihyo detuvo su andar.

— ¿Eres alguna narcotraficante? ¿Nayeon estará en peligro si está contigo?

— ¿Qué?

— ¡Responde!

— Unnie, no se exalte. — Interrumpió la menor.

— Okay, chicas. Basta. — Nayeon por fin se paró de su asiento, tratando de no reír ante la épica expresión confundida de la pelirroja. Caminó hasta tomar su lugar al lado de Mina y sonrió hacia sus amigas. — Es divertido verla tan tonta tratando de responder...

— Yah...— Se quejó la extranjera, sin embargo se quedó callada y ocultó una sonrisa cuando la castaña entrelazó los dedos con los suyos.

— ... Pero la están asustando.

— No me están...— Nayeon arqueó las cejas incrédula a lo que escucharía. — Bueno, tal vez un poco. Sólo un poco.

— Aw. — Jihyo no pudo retener esa expresión al ver a ese par como la pareja más linda que existiera.

— Vamos, hay que darle crédito. — Jeongyeon por fin se atrevió a acercarse seguida de Momo, cruzándose de brazos con una pequeña sonrisa.— ¿No creen que ya fue mucho? Apenas tres semanas atrás estaba en una cama de enfermería.— Todos los días se sorprendía de la enorme atracción que tenía Mina por meterse a la boca del lobo, esa vez, siendo víctima de varias preguntas por parte de Jihyo para asegurarse de que fuera buen partido para Nayeon. — Pareces un pollito indefenso cuando estás rodeada de las zetas. — Se burló.

— Un pingüino. — Corrigió Nayeon.

Mina tragó saliva ante el nuevo sentimiento que experimentaba, estaba alegre pero a la par algo en ella la hacía sentirse avergonzada o tal vez, incómoda, como si todo lo que estaba viviendo no fuese real y se trataba de una mala comedia romántica.

Inhaló y exhaló lentamente. Si llegaba a salir de ahí viva no estaba dispuesta a volver por mucho tiempo.

— Nos vamos. — Anunció la mayor al notar a Mina tan ausente de la conversación. Le dio un ligero apretón a su mano y sonrió cuando tuvo de nuevo esa profunda mirada sobre sus facciones que parecía agradecerle por sacarla de ahí.

Ambas salieron entre risas y constantes comentarios recalcando lo lindas y adorables que se veían juntas. La japonesa guardó silencio hasta estar por fin fuera de la enorme casa zeta y soltó gran cantidad de aire que había retenido por unos segundos.

— Que no te asusten. — La castaña envolvió sus brazos en el cuello de la pelirroja, con total confianza y seguridad.  — ¿Estás bien?

— Por supuesto. Sólo que cuando Jihyo nos invitó a tomar un café no creí que sería para esto. — Sólo debía relajarse y no estar con cara de pocos amigos. Sonrió ante ese brillo único en los ojos de Nayeon y la tomó por la cintura por fin, besando una y otra vez esos suaves labios, logrando que la mayor riera bajito ante su comportamiento. — ¿No crees que me veo muy cursi? — Cuestionó Mina de la nada, la coreana pareció pensárselo por un largo rato pero terminó negando.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora