*52. never change

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(+)Tienen razón, los he estado castigando mucho. Así que les traigo este corto capítulo para que recuerden lo bonito que era el MinaYeon. Así se llenan de azúcar. ¿Ok? los tkm.

°°°

—¡Vete al diablo! —Nayeon gritó completamente irritada tras perder por quinta vez contra el modo fácil de juego, y solo porque Mina se adelantó y tomó su mano no estrelló el mando contra el televisor.

—De acuerdo...—la japonesa sonrió y estiró su brazo para tomar una pequeña libreta que reposaba sobre la mesa de centro. —Juegos de peleas no se te da bien. —dijo mientras fingía escribir. —Eso nos deja en una mala posición, ¿sabes? Ya intentamos con carreras, fútbol, peleas y de rol.

—¡Es injusto! —se quejó la mayor mientras hacía un tierno mohín y se acurrucaba entre los  brazos de la japonesa. —¿No tienes uno de maquillaje? —preguntó esperanzada mientras alzaba el rostro y la veía negar. — No sabes nada de la vida...

—¿Disculpa? No soy yo quien no puede pasar ni el tutorial. —se burló antes de recibir un codazo en su estómago. —Okay, ¡ah! Ya, lo siento.

La mayor rápidamente se removió de la cómoda posición que habían mantenido las dos últimas horas y se giró para darle la cara a Mina, esbozó una sonrisa emocionada y tomó una de las manos ajenas. — ¿Y si compramos uno?

Mina parpadeó lentamente. —¿Eh?

—Ya sabes...—sus dedos comenzaron un agradable jugueteo con los de la menor. —Compremos esos juegos de moda y maquillaje, en esos yo te destrozaría. No sirvo para los que tú usualmente juegas.

—Te estás subestimando, amor. —alzó su mano y rápidamente acomodó un mechón de cabello de Nayeon tras su oreja, recibiendo como recompensa una tierna y muy avergonzada sonrisa que le robó el aliento. —solo debes dejar de gritarle a tu personaje y amenazarlo con matar a su madre, luego te concentras ¡y listo! Asunto arreglado, no eres mala.

—Lo dices porque me amas...

—Sí. —admitió antes de dejar un corto beso sobre los labios ajenos. —Y porque creo en ti. Hagamos un intento más.

—Si fallo iremos directamente al centro comercial por otros juegos.

Mina alzó sus manos, rendida. —Como tú ordenes. 

—Y tal vez un vestido...

—No empieces.

—O quizá, también, un collar que haga juego con el vestido...

—Nayeon. —Advirtió, pero terminó callándose cuando la mayor tomó entre sus manos su rostro, recibiendo pequeños besos por doquier—No... no has ganado.

—¡¿Cómo no?! — Nayeon se abalanzó contra ella, haciendo que la espalda de la menor tocara la suavidad del sofá. Sus brazos la rodearon, enredó sus piernas con las de Mina y apoyó su cabeza en el pecho ajeno mientras reía como toda una niña pequeña. —¿Ahora?

La sonrisa tonta de Mina era para enmarcar, esa chica la volvía loca. Quiso moverse pero estaba completamente acorralada. —Tal vez... ¡Ah! No muerdas...

—¿Ahora?

—No.

—¡Mina!

—¡Bueno! Ya, pero... pero...—buscó algo con que atacar y recordó algo que venía preocupándole días anteriores. —¡Dejarás la dieta! Iremos a comer todo lo que queramos.

Lentamente Nayeon se levantó y se acomodó mejor sobre el abdomen de la menor, se cruzó de brazos y entornó los ojos, como si lo que acababa de escuchar fuera el peor pecado cometido. —Ni lo sueñes.

—Vamos...—Mina se inclinó y usó sus codos como apoyo. —Aunque tu loca idea de volverte vegana me dio risa al comienzo, no estás alimentándote bien.

—Todas esas frituras que a ti te gustan no son la mejor comida tampoco.

—No tengo excusas. —Sonrió. —Solo quiero que dejes de preocuparte tanto por tu figura, ¿no te has visto? ¡Eres preciosa!

—¿No has visto esto? —Nayeon señaló su abdomen.

—Uh, que si lo he visto... muchas veces. —Un golpe en su hombro le quitó la sonrisa traviesa que se formó tras la pregunta.

—En serio, Mina.

—Okay. —Soltó un suspiro y se quedó observando lo que señalaba su novia. Nayeon se encontraba en top, por lo que no le fue difícil ver ese pequeño bultito que sobresalía. —Se ve adorable.

—Por supuesto, ¡engordé! Eso no es estar bien.

—No, no, escúchame... a mí me gusta. —la vio girar los ojos, dispuesta a salir de encima, pero se lo negó tomando de su muñeca y obligándola a permanecer en su sitio. —¿No lo ves? Eres perfecta, Nayeon, de la cabeza a los pies.

—Si engordo podría dejar de gustarte...

—Shh, ¿qué te hace creer eso? ¿Sabes cuánto adoro esa pancita? ¡Es linda!... Tú eres linda, nunca dejarás de gustarme. Mi amor hacia Im Nayeon no cambiará por unos kilos de más o unos kilos de menos. ¿Lo entiendes?

—¿Nunca?

—Jamás.

Las manos de la mayor empuñaron la camiseta de Mina con fuerza, inclinándose para volver a acostarse sobre ella. Esas palabras la habían emocionado más de lo que creía posible, le gustaba esa habilidad que poseía la japonesa para hacerla sentir tan especial, tan amada.

—Hey... —La llamó luego de un prolongado silencio.

—¿Mmmh?

—Mi amor hacia Myoui Mina tampoco cambiará... nunca.

•••

Dude, ¿han visto las fotos de Nayeon y su mini mini mini pancita? Es lo más cuchi del mundo, dan ganas de abrazarla alsksksks

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Dude, ¿han visto las fotos de Nayeon y su mini mini mini pancita? Es lo más cuchi del mundo, dan ganas de abrazarla alsksksks. Agárrenme que me enamoro de ella.

Espero les haya gustado esta pequeñísima actualización.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora