61. broken mind

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El terror era aplastante, y ella todavía no estaba preparada para afrontarlo. Sus manos empuñaron el borde de las sábanas y se mantuvo quieta mirando fijamente la puerta, esperando que una de sus constantes pesadillas se volviera realidad, sin embargo, tras varios segundos, nada pasó. Con la respiración agitada y sudor cubriendo su cuerpo fue moviéndose hasta levantarse. ¿Lo imaginé? Ignoró el frío suelo haciendo contacto con sus pies y caminó lentamente hasta la entrada, siempre con su mirada fija en la pequeña abertura que había bajo su puerta. Ya no hay nadie...

Se sintió estúpida, había visto y escuchado cosas que no estaban allí. No volveré a comer mucho dulce nuevamente. Pensó mientras miraba entre la oscuridad de su habitación hacia la mesa que había compartido con Nayeon esa tarde.

Con su corazón más tranquilo se giró dispuesta a retomar sus horas de sueño, su cuerpo temblaba y necesitaba la calidez de su colchón.

—Minari...

Su brazo quedó al aire antes de tomar las telas entre sus manos.

No era su imaginación. No lo era en absoluto.

Lo había escuchado nuevamente tras la puerta, no estaba enloqueciendo.

Antes de siquiera reaccionar la puerta se abrió. No quería girar, no quería enfrentarse a esa persona que tanto daño había ocasionado. ¿Era posible? ¿Cómo es que nadie la había visto entrar? La hora no era ninguna justificación. Sus labios se entreabrieron y jadeó, el pánico la estaba consumiendo.

—No volverás a estar sola, bebé, te lo prometo.

Pudo sentir a través de su delgada bata el frío metal que apuntaba su espalda.

—E-EunHa...

—Sí, mi amor, estoy aquí. —susurró —Me costó mucho  llegar hasta a ti, ¿quién diría que algunos enfermeros se venden por un par de billetes?

—No puedes... no, tú no...

—Shhh —siseó alejando el arma del cuerpo de la mayor, sus brazos rodearon su cintura y la sintió temblar bajo su tacto. Aspiró profundo, dejándose embriagar por el aroma que desprendía. —Tenemos que acabar con esto, Minari. Retomaremos todo de nuevo, ¿okay? Esta vez sin interrupciones.

La japonesa se armó de valor, inhaló y posó una de sus manos sobre el antebrazo de EunHa. —¿Cómo llegaste hasta aquí? —preguntó tratando de sonar prolija, no queriendo mostrar su miedo a través de su voz.

—Mark me ayudó.

—¿Mark también viene? —volvió a preguntar, lo que sea que ayudara para retrasar los planes de la menor era bienvenido.

—Oh, no, no, cariño, no lo dejaría acercarse a ti nuevamente. Él no me acompaña por esta vez.

—Viniste sola.

—He aprendido que debo hacer las cosas por mi cuenta si quiero que todo salga bien.

La habitación se iluminó y la llamada entrante que recibía el teléfono de Mina hizo que la tranquilidad se rompiera. ¿SeolHyun? La mayor tragó saliva cuando el cuerpo de EunHa se apartó y, nuevamente, sentía el frío del arma, esta vez sobre su nuca.

—Vámonos. —dijo sin más. —Vámonos, Minari, tenemos pocos minutos.

Mina se giró de inmediato y aguantó la respiración por breves segundos, sus piernas temblaban pero no se detuvo, avanzó un par de pasos y elevó sus brazos en señal de rendición. No podía ser una simple coincidencia, la comunicación con su cuñada era casi nula y recibir una llamada de ella a esa hora precisamente debía ser una buena señal. Algo en su interior le gritaba que la ayuda estaba en camino. Trató de tranquilizarse y obedecer cada orden, podía evitar una tragedia si esta vez hacía las cosas bien.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora