29. new people

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Mina despertó gracias a su compañera de habitación, Jeongyeon la sacudía con suavidad por los hombros tratando de sacarla del mundo de los sueños. La menor frunció el entrecejo y sus ojos ardieron, apenas había logrado conciliar el sueño una hora atrás y ahora, la rubia no le había permitido disfrutar su única oportunidad de despertar tarde ese domingo.

— ¿Qué? — Preguntó con voz ronca mientras se movía a través de las sábanas.

— Creo que querrás ver esto.

Dejó que un suspiro escapara de sus labios y con pereza se levantó.

En cualquier otro caso, Jeongyeon se hubiese desesperado por la lentitud de su amiga al vestirse, pero entendió el por qué de la poca energía que Mina expresaba. La noche anterior por primera vez la menor había buscado consuelo en sus brazos como una niña con su hermana mayor después de caerse. Hasta ese momento no conocía la faceta de una Mina totalmente rota, hasta ella derramó lágrimas al verla así, sintiendo empatía por su gran amiga.

A mitad del camino la rubia se arrepintió de sacarla de la habitación, pensando que lo último que quería su amiga era una sorpresa como esa.

Los estudiantes que pasaban por ahí se asombraron por la increíble máquina que EunHa tenía tras ella. Sonriente, la coreana se acercó al par de amigas, notando de inmediato las ojeras y ojos hinchados de la japonesa, sin embargo, decidió no profundizar en el tema, no por el momento.

— ¡Sorpresa! — Gritó corriendo a abrazar a su prometida. — No pude evitar escuchar tu conversación con tu padre ayer y... me tomé la libertad de darte uno. Es un regalo de cumpleaños adelantado.

Mina amplió sus párpados y ante la sorpresa no se dio cuenta cuando EunHa puso las llaves de su nuevo auto en su mano.

— No debías...

— ¿No hay un regalo para las que cumplen años en noviembre? — Preguntó la rubia sin quitar su mirada del Mercedes Benz. — ¿Tal vez un helicóptero a juego con este auto? Para que Mina y yo seamos las súper amigas.

EunHa rió ante los comentarios de la mayor y negó caminando hasta el vehículo e inclinándose para tomar algo que se encontraba dentro de este. — Tengo algo mucho mejor, toma.

— Gracias por este... — Jeongyeon leyó las letras blancas de la lata. —... aromatizante para autos.

Mina negó y trató de devolver las llaves de su regalo a la coreana pero esta se lo impidió.  — EunHa, no puedo aceptarlo.

— Yo sí. — Levantó la mano Jeongyeon.

— Vamos, Minari, también es parte de papá. Lo mantendrán muy bien cuidado en el estacionamiento de la universidad, no tendrás que preocuparte de nada. Habrá alguien que se encargará de él.

Las palabras de su padre retumbaron en su mente, el dinero sí que movía a las personas. Miró a su amiga intentado encontrar en ella una excusa para no aceptar el costoso regalo, pero esta solo se encogió de hombros.

— Tú ganas. — Dijo la japonesa, sintiendo cómo Jeongyeon celebraba tras ella por haber aceptado. Bajó la mirada y se perdió por unos segundos en las llaves del deportivo.

— ¿Y este? — Nayeon señaló un foto en un catálogo que sus manos sostenían.

— No quiero un auto para niños. — Se burló la menor al ver el color rosa del vehículo, ganándose inmediatamente un golpe en su cabeza con la revista.

— ¡Elige tú el tuyo!

Después de ese día, Mina no volvió a intentar buscar un auto junto a Nayeon, y tampoco le prestó mucha atención ya que creyó que no era indispensable para ese entonces.

↳ Greedy ┇ MinaYeon - G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora