Capitulo XII: Todo estará bien

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-¿Cómo esta ella?

-Bien, ya la han dado de alta –respondí. –En un rato deberían estar llegando.

-¿Y tu amigo? ¿Han hablado? –Vicco estaba del otro lado de la línea, por una coincidencia nos encontramos ayer en la noche en el hospital. Se quedó conmigo hasta altas horas de la madrugada en el hospital, le conté todo lo sucedido con Avi y Rominna.

-No, aun no –suspiré. –supongo que tendremos que volver a hablar.

-No dejes que una chica los separé, una amistad así vale mucho más que eso –creo que eso lo había escuchado ya unas 3 veces en esa misma llamada.

-¿No dejaras de repetírmelo verdad? –ella rió.

-No, no lo haré. –su risa era bonita. –no dejare de repetírtelo hasta que lo entiendas Kev.

-Está bien, está bien –me defendí. -¿Qué dices si te invito a cenar?

-¿A cenar? –pregunto incrédula.

-Claro Victoria, ¿Qué tal si salimos a cenar hoy por la noche? –dije alegre.

-¿Acaso es una cita? –rió y yo reí con ella.

-Si tú quieres puede serlo, ¿aceptas?

-¿Dónde nos vemos? –ella había aceptado. Una sonrisa se formó en mi rostro.

-Pasaré por ti a las 8, nos vemos Victoria, un beso. –ella respondió lanzándome un beso por el teléfono, sonreí y corte la llamada.

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Aparque mi auto en la entrada de la casa, me baje y lo rodee para poder abrirle la puerta a Rominna. La ayude a bajar y entramos a la casa. Cuando abrí la puerta no había nadie en la sala, los chicos debían estar durmiendo, todos se quedaron muy tarde acompañándonos.

-¿Tengo que ir a la cama? –ella estaba delante de mi cruzada de abrazos. –yo no quiero. –comenzó a hacer pequeños pucheros.

-Sabes que tienes que ir, al menos por hoy y mañana.

-Pero…

-Pero nada –la interrumpí. –ordenes son órdenes y más si se trata de tu salud. –ella bufó.

-Está bien, si no hay remedio. –se encogió de hombros y se encamino hacia la escalera, la seguí.

Ambos nos recostamos en su cama, no paso mucho tiempo hasta que ella se durmió, y de paso yo también me dormí. La noche anterior ninguno había podido dormir, estábamos cansados y sobre todo ella.

***

-Despierta, despierta –repetía una dulce voz, abrí los ojos lentamente. Rominna daba pequeños golpes en mi brazo con su cabeza. Sonreí al verla, el color había vuelto a su rostro, estaba despeinada y aun no despertaba del todo. Se veía adorable.

-Ya desperté –aun tenia sueño, me removí en la cama y me incorpore un poco. -¿Dormiste bien? –ella asintió enérgicamente.

-Sip –la rodee con mi brazo y la atraje hacia mí, ella se acurruco a mi lado. –Uhmmm ¿Avi?

-¿Si pequeña? –soltó un suspiro.

-creo que debemos hablar. –la miré. Ella tenía su mirada perdida.

-si no quieres contarme, lo entiendo

-Lo haré. –deposité un pequeño beso en su sien, no respondí nada. Ella tomo aire y empezó a hablar. –Hace dos años conocí a un chico, de inmediato congeniamos y comenzamos a hablar más seguido y a conocernos. Después de un tiempo nos hicimos novios, las cosas fueron muy bien al principio, pero luego empezaron a cambiar. En pocas palabras, el comenzó a distanciarse y no tomarme en cuenta. Yo estaba muy enamorada de él, pero él me hizo daño, mucho daño. –se quedó en silencio un momento, volvió a tomar aire y siguió hablando. –Cuando cortamos, fue realmente espantoso, comencé a decaer cada día más –pude ver como una lágrima asomaba en sus ojos. –me sentía con un nerviosismo constante, presionada y eso me llevo a caer en un estrés gigante. Cada vez que algo pasaba, por pequeño que fuera, yo corría al baño. El tiempo pasaba y yo estaba cada día peor, fue tanto que llegue a una clínica de rehabilitación, estuve 6 meses allí. Pero logre salir adelante, yo lo siento por lo de ayer. Una vez que caes en esto, es difícil recuperarte del todo. –no dije nada, traba de analizar todo lo que ella me había contado. La miré, ella tenía sus ojitos cristalizados.

-Yo estaré contigo desde ahora en adelante. –la abracé y la apreté contra mi pecho. De algo estaba seguro, nunca más la dejaría sola. –te quiero. -besé su frente y seque una pequeña lágrima de sus ojos.

-Yo también te quiero Avi –me sonrió y yo la besé, pero ahora en sus labios.

Nos quedamos en la cama todo el día, ella debía hacer reposo y yo la acompañaría.  Casi anochecía cuando los chicos entraron en la habitación, e incluso Kevin, cada uno traía algo de comida. Todos se acomodaron donde podían, excepto Kevin. Se quedó de pie junto al armario.

-Avi ¿crees que podíamos hablar? –mire a los chicos un instante.

-Claro –respondí. –Vayamos afuera. – me levante de la cama y Salí de la habitación, no sin antes de besar la frente de mi pequeña.

***

-Me he comportado como un completo imbécil –Kevin hablaba, ambos estábamos en la pequeña sala de estar. –siento haber provocado que Rominna tuviera esa recaída, fue mi culpa yo…

-Fue culpa de ambos –le interrumpí. Si lo pienso yo y él lo habíamos provocado y me sentía culpable por eso.

-Pero, siento haber provocado todo esto. –le sonreí de medio lado. –si tú y ella están juntos, lo respetaré.  –me levante de mi asiento, y le tendí la mano.

-¿amigos? –pregunté. Kevin me miro y sonrió. Se pudo de pie y estrecho mi mano.

-Hermanos –nos abrazamos.  Le unos palmadas en la espalda, todo volvía a ser como antes. Kevin miro a hora. –Es tarde, debo irme.

-¿Irte? –pregunté. -¿A dónde vas?

-Tengo una… uhmm –dudo un momento. –Tengo una cita –mi morocho amigo sonrió. Le di una palmada en la espalda.

-¿Una cita? –reí. –No me digas que es la chica que estuvo ayer en el hospital –arque una ceja.

-Sí, es ella. –miro su reloj. –Debo irme, nos vemos luego –Kevin desapareció escaleras abajo. Su alegría habitual volvía ser la misma.

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Mis queridas lectoras, hoy les he subido dos capítulos, este es un poco mas cortito, lo sé. Pero la verdad es que no tengo mucha inspiración. Gracias por sus votos y comentarios<3 ¡Mañana nuevo capitulo! cuídense mucho n-n

Cumplir un sueño, y ¿algo más? {Avi Kaplan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora