Capítulo XX: No

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¿Qué haría cuando ella se fuera? Solo imaginarme que ya no la vería mas dormir a mi lado, que no la vería despertar cada mañana, que ya no vería su sonrisa, que ya no escucharía su risa, ni su voz, que ya no podría abrazarla, se me rompía un poco el corazón.

La noche anterior fue realmente especial. No les daré detalles, porque ya saben, un caballero no tiene memoria.

 Ahora ella dormía a mi lado, llevaba alrededor de media hora despierto. El sol de la mañana francesa ya había salido hace unas cuantas horas, pero yo no quería despertarla.

Se veía tan bonita, con sus ojos cerrados, soñando tranquilamente. Me quede observándola, la blanca sabana cubría su cuerpo, dejando a la vista sus morenos hombros. Ella se removió aun dormida, cambio de posición dándome la espalda. No pude resistirme. Con cuidado comencé a recorrer su piel, dibujando pequeños corazones invisibles con mi dedo índice. Mi pequeña rio entre sueños, quizá le causaba cosquillas lo que yo hacía. Seguí repartiendo pequeños corazones invisibles, y sin darme cuenta escribí un pequeño ‘te amo’ en medio de ellos.

Me quede mirando su espalda por un momento, cientos de cosas pasaron por mi mente. De algo estaba seguro, sí la amaba y no quería perderla. Apoye mi mano en su cintura y con cuidado la gire hacia mí. Ella exhalo un suspiro y entreabrió los ojos, de inmediato al verme una sonrisa se formó en sus labios. Sin pensarlo me incline sobre ella y bese sus labios, la besé tan desesperadamente que sentía que en cualquier minutos ella se desvanecería, mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho, tenía miedo, miedo de perderla y miedo de que ella no sintiera lo mismo.

Me aparto un poco, tuve la sensación de que en aquel beso le había comunicado mi miedo, ella busco en mis ojos alguna respuesta. Quiso preguntar pero fui más rápido y la volví a besar, la estreche contra mi pecho con fuerza. No quería que el tiempo se agotara, no quería que esto se terminara.

-¿Qué pasa Avi? –preguntó cuando deje de besarla,  hablo rápidamente temiendo que otra vez no la dejara hablar. Ella me escrutaba con la mirada, tratando de descifrar que es lo que pasaba.

-Te amo –dije despacio, aquello se oyó más como un susurro. Rominna me miro, mi primera impresión fue que estaba asustada, pero luego me di cuenta de que me equivocaba.  Ella tomo mi rostro entre sus manos mirándome a los ojos.

-Tenía miedo de decírtelo –dijo. –Y creo que no era la única. –sonrió. Acaricio mi mejilla y se acercó a mis labios. –Yo también te amo Avi –la oí decir. No me resistí un segundo más y la volví a besar, repartí pequeños besos en su cara, cuello y pecho mientras ella reía.

-No quiero dejarte nunca –ella me miro y acomodo mi desordenado cabello.

-Yo tampoco quiero que esto termine –nos miramos un segundo. Apoye mi frente contra la suya, ambos dejamos escapar un suspiro. Teníamos miedo, miedo de lo que pasaría.

***

-¿Avi?

-…

-¿Avi?

-…

-¡AVRIEL BENJAMIN KAPLAN! –un agudo grito me saco de mis pensamientos. Mitch me miraba con los brazos cruzados. – ¡Llevo más de cinco minutos hablándote!

-Estaba… estaba pensando –dije tomando una postura más recta.

-Me pude dar cuenta, Avriel –mi amigo alzaba una ceja.

-¿Qué es lo que decías? –pregunté.

-Argh, dile tu Kirstie –dijo el pelinegro. –Yo ya he perdido la paciencia –lo vi sentarse en el sofá de enfrente. Mire a Kirstie esperando una respuesta, ella se levantó de su lugar y se sentó a mi lado.

Cumplir un sueño, y ¿algo más? {Avi Kaplan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora