Cumplir un sueño, y ¿algo más? {Avi Kaplan}

Capitulo XIX: La primera noche

Cada vez que pensaba en conocer Francia, me decía que lo primero que iría a ver seria el museo Louvre, porque la torre Eiffel era muy común. Pero ahora que estoy aquí, creo que he cambiado de opinión.

El hotel en que nos quedaríamos estaba muy cerca de la torre, y desde la mayoría de las habitaciones se podía apreciar la gigantesca estructura de metal que se alzaba adornando el cielo francés.

La mañana en que llegamos a Francia, los seis salimos casi impulsados por una fuerza invisible para recorrer París. A pesar de que los chicos ya conocían la capital, no era excusa para no recorrerla otra vez.

La vez que estuvieron allí, Avi no fue con los chicos hasta la torre Eiffel por quedarse durmiendo en el hotel. Pero si hubiera sido yo, aunque pareciera un zombie hubiera ido de igual forma. En fin, ahora estábamos allí.

-París es realmente hermoso –Avi se acercó a mi lado, yo miraba la ciudad, cada rincón me parecía realmente hermoso.

-Si –dije, no le preste mucha atención a lo que había dicho, mi mente estaba vagando por las calles de la ciudad.

-Hey –él chasqueo sus dedos frente a mi rostro asustándome un poco.

-¿Qué? ¿Qué pasa? –Avi me miraba un tanto molesto. Al parecer llevaba un rato hablándome sin obtener más que respuestas monosílabas.

-Te estaba hablando hace rato

-Ah, lo siento. Estaba… -rasque mi cabeza como tratando de buscar una respuesta correcta. –Perdona Avi –él suspiro con un poco de cansancio. Mordí mi labio inferior. Avi no dijo nada.

Tan solo dejó volar mi imaginación cinco minutos y Avi se enoja. Excelente Rominna. Creo que no soy buena eligiendo momentos para pensar e imaginar.

Los dos nos quedamos allí mirando la ciudad a nuestros pies, estaba apoyada en la baranda, las alturas siempre me han mareado un poco. De poco volvía a entrar en mi mundo cuando el cálido tacto de Avi sobre mi mano, me saco de un tirón de mis pensamientos. El miraba hacia afuera, lo mire un segundo y volví mi mirada hacia el exterior. Despacio él entrelazo sus dedos con los míos, nuestras manos estaban juntas sobre la baranda.

-Lo siento –murmuré. Esto debería ser un momento totalmente romántico, estábamos en la torre Eiffel y en la ciudad del amor, y a mí se me ocurre dejar volar mi imaginación. Avi me miro un par de segundos sin decir nada, su mirada tampoco me decía nada. Yo solo rogaba a los cielos que no estuviera molesto.

Avi pasó su brazo por mi espalda y me pego a él abrazándome por la cintura, apoye mi cabeza en su hombro. Podía sentir levemente unas pequeñas caricias en mi cintura, su dedos acariciaban mi costado despacio. Fue un momento perfecto.

Unas risas nos sacaron de nuestra burbuja de amor. Kirstie y Mitch nos estaban sacando fotos a nuestras espaldas.

-¡No se muevan! –Mitch tenía su IPhone en las manos, creo que al momento de voltearnos a verlos, arruinamos una foto. Kirstie se afirmaba en el hombro del pelinegro para ver la pantalla del celular de este.

-Acaban de arruinar una perfecta fotografía –dijo Kirstie –bueno una de las tantas que les sacamos. –rió. Cogí la mano de Avi y nos acercamos a ellos.

-¿Puedo verlas? –pregunte, pero Mitch escondió su IPhone tras su espalda.

-No, hasta que yo y Kirstie hayamos elegidos las mejores. –Kirstie le quito el celular a Mitch haciendolo sobresaltar, y comenzó a revisar las fotografías. Intente verlas pero me alejaron.

Al cabo de un rato estábamos de vuelta en el suelo, desde abajo la torre parecía mucho más grande e imponente que desde arriba o más lejos. Nos quedamos un rato más cerca de la torre, los chicos se tomaron fotografías con sus celulares, las infaltables selfies con la torre de fondo.