Capítulo XXVI: Adiós (Final de temporada)

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-¿Todo esta listo? –asentí ante la pregunta de Avi. Él tomo mis maletas y las bajo hasta el primer piso.

Miré por última vez la que había sido mi habitación durante los últimos dos meses, albergo mis sueños, mis tristezas y mis felicidades. Me acerque al mueble donde descansaban algunos retratos que los chicos habían puesto para adornar la habitación, tome el tercero. Seis personas me devolvían la mirada sonrientes, aquella foto había sido tomada el día del photoshoot, durante las primeras semanas que pase con ellos.

Me quede observando la foto un momento, el tiempo había pasado increíblemente rápido. Descolgué mi pequeña mochila negra de mi hombro y la abrí, guarde la foto en su interior y volví a cerrarla. De seguro no echarían de menos aquella foto. Una última mirada para ver si algo se me olvidaba y salí de allí. Baje las escaleras con extremada lentitud, los chicos me esperaban en la sala. Todos me miraban sin decir nada, Kirstie se me acerco y me abrazo.

-Te echare de menos Ro, y a nuestras tardes de chicas también –le devolví el abrazo a la rubia. Yo también echaría de menos las tardes en que nos escapábamos y salíamos a recorrer el centro comercial.

-Promete que volverás –Mitch se unió a Kirstie abrazándome, en un par de segundos las cinco me arrodeaban dándome un abrazo grupal.

***

Cerré los ojos un momento, quizá si hacia esto el tiempo volvería atrás y podría volver a vivir todo de nuevo. Despegue con cuidado un ojo, el aeropuerto estaba justo frente a nosotros. Diablos.

Avi aparco su auto en las afueras del gigante edificio, les juro que por poco salgo corriendo y me pierdo en la ciudad para no abandonarlos, o de romper los pasajes. Pero no podía, debía ser fuerte.

***

Dentro, el aeropuerto estaba completamente abarrotado de gente, maletas y entre otras cosas. Parecía que todos habían decidido viajar ese mismo día. Me acerque más a Avi, sin soltar su mano deposite un pequeño beso en su mejilla, iba tan absorto en sus pensamientos que se asustó cuando lo besé.

Una sonrisa afloro en sus labios y me devolvió el beso en mi mejilla.

-¿Estas segura? –preguntó como por cuarta vez, solo me limite a mirarlo. –Está bien –volvió a besar mi mejilla. No necesitaba hablar, él ya conocía la respuesta.

Los chicos localizaron rápidamente la puerta por donde yo debía embarcar, miré mi reloj. Aún faltaba una hora para que el avión partiera, tendría tiempo para poder despedirme de Avi, pero sabía perfectamente que aunque me quedara una eternidad para despedirnos, no nos sería suficiente.

Me gire un poco, lo suficiente para quedar frente a él. Nuestras miradas se cruzaron, manteniendo un largo contacto visual, mi pecho subía y bajaba con fuerza al igual que el de Avi. A momentos podía sentir como si me faltara el aire, acorte la distancia que nos separaba sin dejar de mirarlo a sus intensos ojos verdes, él me imito. Juntamos nuestras frentes, respirando pesadamente, unimos nuestras manos sujetándonos con fuerza, cerré mis ojos para solo concentrarme en él, pasado unos segundos, ya no podía oír el bullicio que nos rodeaba.

-Te amo –lo oí decir, su voz temblaba luchando por no dejar salir las lágrimas. –Te amo más que a nada, cuídate por favor –hablaba atropelladamente. –No… no me olvides… -en cuanto pronuncio las últimas palabras su voz que quebró, soltó mis manos y me abrazo apretándome contra su pecho.

-No, no, no haré –dije tratando de mantenerme fuerte, de no quebrarme, pero fue completamente en vano, al momento en que lo oí desahogar un sollozo, una parte de mi murió. Me aferre a él como si fuera a desaparecer en cualquier instante. Avi besó mis labios con desesperación y dolor, lleve mi mano hasta su mejilla para dejar unas pequeñas caricias en su piel, al contacto de mis dedos con su rostro, pude notar lo húmedo que estaba.

 Sus lágrimas seguían cayendo aun con los ojos cerrados, en mi vida había visto a un hombre llorar de la manera en que Avi lo hacía, me partía el corazón cada vez que sollozaba. Él dejo de besarme, me separe un poco para ver sus hermosos ojitos verdes inyectados de sangre y dolor.

-Quédate, quédate, por favor quédate –repetía sin parar. No sé cómo pude resistirme a eso, saque fuerzas de algún lugar para negarme a sus suplicas.

-Te amo, te amo, te amo –era lo único que podía responder a eso. El trató de esconder su rostro en mi cuello, pero lo detuve. Tome su carita con mis dos manos obligándolo a mirarme. –Mírame –dije firme, él mantenía su mirada perdida en algún lugar del suelo. –Mírame –exigí. Avi levanto la mirada hasta mirarme a los ojos. –Te amo –le dije, aquello había salido desde lo más profundo de mi corazón. –Te amo demasiado, nunca olvides lo que vivimos, ¿está bien? Eres lo más importante que en mi vida voy a tener –con cada palabra mi voz se quebraba más, mi cuerpo entero temblaba. Avi me miraba mordiendo su labio inferior intentando mantenerse calmado. Tome su mano elevándola hasta la altura de nuestros ojos, deposite un pequeño beso en ella. –Te amo Avriel Kaplan.

-Te amo Rominna Cox –nos miramos un instante y nos fundimos en un largo beso cargado de sentimientos, dolor, tristeza, desesperación y por sobre todo amor.

Cogidos de las manos nos acercamos a los chicos, durante un rato ellos trataron de animarnos con sus bromas. Scott y Mitch comenzaron a imitarnos, Scott era Avi  y Mitch era yo.

-Te amo Rominna –dijo Scott en un tono bajo, tratando de imitar la voz de Avi de forma exagerada.

-Te amo Avi –Mitch abrazo a Scott, y ambos se acercaron casi hasta besarse. La imitación de nosotros nos hizo reír hasta llorar, aquello nos hizo olvidar todo por unos minutos.

***

Pasajeros del vuelo 589, favor abordar dentro de los próximos diez minutos siguientes.La voz de una mujer resonó por encima del ruido del aeropuerto.

Mire a Avi, quien estaba a mi lado. Mi mandíbula comenzó a temblar en un intento desesperado por no volver a romper en lágrimas. Pase mis brazos por sus hombros, mis manos se enredaron en su cabello, acariciando su nuca por última vez.

-Cuando te suelte, no quiero que mires atrás –baje una de mis manos y tome la suya.

-¿Qué? –preguntó confundido.

-No quiero que me veas alejarme

-¿Por qué?

-No quiero que recuerdes eso, sé lo que se siente ver alejarse a alguien. –Él me miro a los ojos, me incline un poco y bese su nariz, Avi cerró sus ojos por un instante. -¿Me lo prometes?

-…

-Una vez que me vaya, no mires atrás.

-Pero…

-¡solo no lo hagas! –alce un poco la voz, provocando que varias miradas se posaran en nosotros. –Dolerá menos –susurré. Una vez vi como la persona que amaba se alejaba de mí y yo no podía hacer nada, aquel recuerdo me atormento por mucho tiempo y no quería que a Avi le sucediera lo mismo. Sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez, al igual que los míos.

Pasajeros del vuelo 589, favor abordar dentro de los próximos cinco minutos siguientes.

Sin pensarlo lo besé, el respondió el beso de inmediato. Era oficial, el tiempo se había acabado.

-Te amo, lo intentaremos, ¿está bien? Intentaremos seguir adelante con esto, aunque sea a… a distancia. ¿Lo prometes? –asentí.

-Lo prometo, te lo prometo. Te amo –lo volví a besar. Tome su mano entrelazando mis dedos con los suyos. Nos miramos sin decir nada, cogidos de las manos, besé sus labios por última vez antes de marcharme.

-Te amo –susurramos ambos. Juntamos nuestras frentes un segundo, nos miramos. Lo sabíamos, era hora.

Despacio él se giró dándome la espalda, al instante lo imité. Incline mi cabeza hacia atrás, chocando con la suya, deje escapar un suspiro y lo hice. Di el primer paso, luego el segundo, al dar el tercer ya no podía más. Solté su mano.

En aquel momento pude sentir como una de las partes aun completas de mi corazón se despegaba de mí y se unía a él.

Cogí mis maletas sin mirar atrás y avancé rumbo a la realidad, a la vida que me esperaba al otro lado del mundo.

Adiós mi amor, algún día nos volvernos a ver. Perdoname. Te amo.

Cumplir un sueño, y ¿algo más? {Avi Kaplan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora