Le di mi cuerpo y mi alma, mis sueños más secretos y mis miedos más ocultos, todo para que al final se fuese sin despedirse. -Anónimo.
Gabriella es una mujer que perdió la calma y la esperanza, dañada por el amor fraternal.
El encanto de ser bailari...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—No...—respondo pero el rostro de mi padre cambia en seguida.— Padre, iré por un aperitivo. ¿Necesitas algo?
—Si, conocerla.—se escucha decir de la boca de mi padre.
—Espérame.—trato de sonar calmado.
Tomo con prudencia el dorso de la muñeca de Gabriella, ella se acerca a mi lado para ir a la parte de la cocina y aclarar las dudas que ella debe tener.
—Entendí el nuora y obviamente el mia futura. ¿Qué sucede, me explica?—me aseguro de tener la puerta cerrada para contestarle.
—No sabia que él estaría aqui, si hubiera sabido de su presencia no hubiera tomado esta opción.
—¿Entonces qué pretende? Explíqueme esto porque yo no lo comprendo.
—No tiene nada que ver con usted, pero mi padre piensa que es mi pareja, él piensa eso porque mi querida hermana le dio la gran idea de que yo estaba con alguien aqui en Londres, que pronto le daría unos hermosos nietos o qué se yo. En fin, él no conoce a su mencionada "nuera". No quiero meterla en esto porque se que perjudicaría su imagen y todo lo que usted conlleva. A menos que hagamos un acuerdo... —susurro lo ultimo pero su rostro me decía lo tanto que negaba del trato.—. Le pido disculpas por la molestia que le acabo de dar, le diré a mi chófer que la lleve a su domicilio. Debe estar cansada y con esto no quiero que piense que soy un atrevido.
—No pienso que sea un atrevido, ¿tiene algún baño cercano por aqui?
—Sí, el de visitas.—respondo mientras le dirigía el camino.
Me encamino de vuelta a la cocina para servir un poco de té para ambos. Trato de pensar en los supuestos pensamientos de mi padre. Por qué nadie me aviso de su presencia, todo lo que me hubiera ahorrado.
Alzo la vista al verla a ella en el umbral de la puerta. Me acerco para entregarle la taza de té, ella corresponde con cierto toque tímido. No sonríe pero al menos puedo presentir que no nos encontramos en una situación tan incomoda como lo había pensado.
—Le diré a mi padre la verdad, que no piense que eres mi pareja, además de ser, absolutamente, sincero con el tema.
—Me hubiera gustado conocerlo mas en otra situación menos comprometedora, pero me alegro de al menos haberlo hecho pasar una bonita noche como bailarina.
—Fue majestuoso.—respondo con cortesía.
Ambos nos retiramos del salón de la cocina para ir a la sala principal donde mi padre nos espera. Al verlo sentado en uno de los sofás, cuestiono muchas cosas de las que estoy a punto de mencionar.
—Padre, te presento a Gabriella Derricks.—la presento ante los ojos de mi padre.
Él parece estar a gusto cuando la menciono, ella estira su brazo para saludarlo con formalidad.
