"Capítulo TREINTA Y DOS"

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|Gabriella Derricks|

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|Gabriella Derricks|

Estaba desnuda, completamente desnuda ante él. Su mirada estaba perdida en mi y podía descifrar que deseaba algo más. Sus ojos azulinos aclamaba mi cuerpo, tocarlo y besarlo.

Sus besos, ese beso testigo de nuestra pasión. Sus manos recorren mi silueta, mi piel estaba contacto con sus manos. Y las mías, se sujetan en dirección a su camisa, cada botón estaba fuera de su agujero. Retiro la tela de su cuerpo y solo me imagino el resto de lo que faltaba. Sus pectorales lucían marcados, sentía como la respiración empezaba a dificultarse, muevo mis dedos recorriendo su tacto. 

Sus besos juegan con mi cuello, me estremezco al sentirme vulnerable. Mis manos vuelven a él sigilosamente bajando el cierre de su pantalón y con el, el único botón que quedaba. Él se encarga de retirarlo. Bajo la mirada en la única parte donde mis piernas sentían un bulto en cada beso. Levanta mi rostro colocando el pulgar sobre mis labios, con lentitud recorre su dedo en mi labio superior mirándome de la misma manera que en un inicio. 

—Dilo, y seré tuyo.

Recuerdo la vez que le dije que él día que estuviera preparada merecería mi cuerpo, y aquí estoy. Frente a frente, tomados por el deseo y la pasión.  

—Hazlo.—pido en susurro. Retrocedo un poco cayendo sobre la cama al presenciar su cuerpo acercarse enlazados por un casto beso. 

Sus húmedos labios viajan por mis senos, sus manos acarician mis caderas hasta llegar a mis piernas. Mi boca no se permitía estar cerrada y mis manos a penas alcanzaban su espalda. Juega dejando pequeños besos sobre mis pechos. 

Siento una extraña sensación al sentir su tacto entre mi entrepierna. Un cosquilleo en mi interior me hace soltar un jadeo. Una mano vuelve a mi mejilla, era suya. Me mira, mientras sus dedos llegaban a mi interior, emito unos ligeros gemidos de mis labios callados por su boca. Succiona mi labio inferior evitando ser escuchados. Sus dedos seguían ahí abajo haciendo lo suyo conmigo. Llevo mis brazos a su cuerpo deseando aquello que aun no pruebo. 

—Estoy rendido, Gabriella. Rendido por tu cuerpo, tu esencia.—entonces besa mis labios, hasta que me percato que algo fluyo en nosotros. Había tomado a una virgen entre sus manos, y será hoy la noche en que condene a su virgen a su merced. 

—Tómame.—lo veo retirarse la ultima tela que sobraba en su cuerpo. Perfecto. 

Yo no sabía que hacer en este momento solo me dejare llevar por el reflejo y el impulso. Soy novata en esto y quiero aprender.

Vuelve a mi rápidamente y lo recibo entre mis brazos deseando que aquello que veo desde hace unos segundos, que me haga caer en la realidad. Era la primera vez que sentía algo tan desconocido para mi, su cercanía hacía que su miembro estuviera sobre mi monte de venus y ya podía alucinar muchas cosas, soñar con tenerlo en mi me hacía sentir la mujer más atrevida. 

AMAR PARA PERDONAR| Pasiones secretas N°2 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora