Italia, la hermosa ciudad de los paisajes más bellos del mundo iban a ser testigos de la conmovedora historia de amor entre Adam y yo. En un principio, mi tía pensó en realizar una boda doble debido a las tradiciones en Israel. No sé como esa platica llega a los oídos de mi futuro esposo. Cuando me preguntó sobre la boda israelí, le dije que solo era un gusto de mi tía y que no era necesario hacer demasiado. Adam, no tuvo la misma idea que yo, así que propuso que respetemos las tradiciones de mi país, pero que la ceremonia se realizaría en Italia. Claro que acepte.
Miro los adornos del bouquet de flores, las Jaras blancas. Pétalos redondos, al medio una forma estrellada de un tono azul. El vestido era como el que alguna vez soñé con encajes, pequeños diamantes y largo. Mi tía acomoda el velo junto con mi mejor amiga, Emily. El velo no cubre mi rostro, aún no. Es parte de la tradición.
—¡Estas bellisima!—dice la pelirroja de mi amiga. Observo desde el espejo el hermoso vestido.
—Una novia hermosa y un novio extremadamente guapo—susurra mi tía.—. Tienes buenos gustos, herencia de tu madre.
—Mi madre hubiera estado orgullosa, mi padre con celos tal vez.—hablo con una sonrisa.
—¿Tienes la cajita que habías llevado contigo?—me pregunta mi tía.
—Si aqui esta.—me acerco con cuidado hacia la mesita. Llevo conmigo la cajita para entregárselo a mi tía.
—Su madre siempre tuvo dos de estos para el mejor dia de sus vidas. Supuse que podría ser sus bodas. Este es tuyo Alice—le entrega el pequeño adorno para la cabellera— con la diminuta flor de color melón bordeado de una perlita. Y este...es tuyo, Gabriella, el de color azul.
—Me gustaría mantenerlo en cajita aún.—habla Alice.
—Yo lo cuidare, no te preocupes.—respondo.
—Lo sé hermanita, ahora te toca deslumbrar ante la mirada del guapo de tu novio. Tu futuro esposo al que le costó aprenderse nuestras tradiciones.
—Cierto...—sonrió recordando su rostro de confusión en cada acto.
—Será una boda al estilo italiano-judío—determina Emily.
—Hermosa novia, esperemos que tu hombre se luzca.
—Lo más maravilloso es que será en el mar bajo una jupá. Eso es bellísimo.—hablo volviendo a tomar bouquet.
—La mayoría de invitados van a experimentar una boda judía. Tienes a muchos esperándote.—la puerta de la habitación comienza a sonar, Alice se acerca y la abre.
La veo a ella, la mujer que intentó hundir a mi esposo, pero la que me salvó la vida. A su lado un hombre totalmente reconocible, Vadim.
—No hay mujer más bella que vestida de novia.—se acerca Vadim para saludar a mi invitadas y a mi.
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AMAR PARA PERDONAR| Pasiones secretas N°2 (EDITANDO)
RomanceLe di mi cuerpo y mi alma, mis sueños más secretos y mis miedos más ocultos, todo para que al final se fuese sin despedirse. -Anónimo. Gabriella es una mujer que perdió la calma y la esperanza, dañada por el amor fraternal. El encanto de ser bailari...