|Aam Ambransem|
-Localiza a Elizabeth Carini en cuanto antes.-ordeno mientras caminaba en dirección al avión privado, Gabriella estaba al lado de Emily tomando su mochila.
Intento hacer lo mejor para ella, pero observándola desde este punto de vista crucial, sinceramente, prevalece un infortunio entre nosotros dos. A penas puedo y trato de que se sienta protegida; sin embargo, es poco lo que le brindo y eso me da cierto coraje de no poder hacer nada hasta ahora.
Se acerca Emily una vez de haber dejado a Gabriella en su butaca.
-Estaré con Gabriella un momento, necesita conversar. ¿No hay problema no?-inquiere tratando de sonar relajada.
-No te preocupes, ve con ella. Sé que te necesita en estos momentos y eso es lo mejor.-a penas logra sonreír y se retira sin decir nada.
Estamos a solo a una hora de llegar a Creta, posiblemente encontraremos respuestas mas validas que en Rodas. Eso se lo asegurare a Gabriella.
⚜
Parpadeo un par de veces hasta lograr capturar la realidad. Estiró mi brazo sintiendo un vacío a mi lado. Mis ojos ven con mas claridad notando la ausencia de Gabriella en la cama. No estaba durmiendo. De golpe me levanto de la cama. Camino en dirección a la puerta del baño, tocó un par de veces y nadie contesta, abro la puerta y no encontré nada. Tomo mi pantalón de vestir y un par de zapatillas. Llevo conmigo mi celular marcando su número y no responde. Agarro la llave de la suite para dirigirme al dormitorio de Emily. Tocó con prisa y sale Olivet confundido de mi inesperada presencia.
-¿Dónde está? ¿Gabriella está con ustedes?
-No, estoy llamando a Emily y no me responde. De seguro fue con Gabriella.
-Maldición... ellas deben estar en alguna parte del hotel.
Las puertas del ascensor se abren y veo a dos de mis agentes corriendo en nuestra dirección.
-Señor, las señoritas fueron al bar del hotel en un inicio y ahora están en el club privado del "Loannidis" , esta a dos cuadra del hotel.
-¿Pero que...no las detuvieron?-le exijo en una queja, miro con enojo a mi seguridad intentado hallar una respuesta.
-Señor nos dijeron que usted les permitió.-del furor mis manos se llevan a la cabeza. Cómo pueden creer que les dejaría sin haberlos avisado a ellos.
-¿No notaron el estado de ambas?-pregunta Olivet.
-No, parecían estar bien.
-Aparentaban estar bien.-les corrijo, tomo mi celular intentando llamar a ambas, pero ninguna contesta.-. Supongo que enviaron a uno de ustedes ¿no?
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AMAR PARA PERDONAR| Pasiones secretas N°2 (EDITANDO)
RomanceLe di mi cuerpo y mi alma, mis sueños más secretos y mis miedos más ocultos, todo para que al final se fuese sin despedirse. -Anónimo. Gabriella es una mujer que perdió la calma y la esperanza, dañada por el amor fraternal. El encanto de ser bailari...