|Adam Ambransem|
—Adam...no haz dicho nada desde Atenas. ¿Qué ocurre?—me pregunta Alex.
—No sé cómo decirle...diablos, no quiero que ella salga a buscar a su hermana y que vaya al territorio de ese mafioso sin ningún plan.
—Estamos a cinco minutos de llegar al restaurante del hotel, ¿qué dirás y qué le diré, si ella me pregunta?
—Qué quieres que le diga, que su hermana estaba con uno de los mafiosos mas peligrosos de Grecia. Que fue su carnada, y que ahora es buscada por esa gente. Quieres que le diga eso, sabes que a ella sin importarle nada va a ir a ese lugar sin o con nosotros. Ah y eso no es todo, que se cambio de nombre.—comento lo ultimo con total ironía, negando y suplicando a no atreverme a decirle toda la verdad.
—Pero ella te lo preguntara.—insiste.
—Le diré que se cambio de nombre, cosa que es verdad. Tu y yo sabemos que esos tramites no se hacen solos, así que ella ahora esta con alguien más.
—Los tramites se realizaron desde aquí, en Rodas, aunque luego viajo a Atenas para finalizarlo.
—Señores, acabamos de ver el numero de inscripción del código de la señorita Alice.—dice uno de los hombres que nos acompaña en la camioneta, quien sujetaba un ordenador.
—¿Qué dice?—inquiere Alexander.
—Fue desde Creta.
—¿Qué dices? Pero si le escuchamos al personal que dijo y nos mostró la ciudad de Rodas. ¿Cómo es eso posible?—atónito mira con incredulidad los resultados mostrados.
—Alex, han manipulado el sistema para que no sea rastreada. Ella no esta con alguien de la ciudad, Alice esta con alguien como nosotros. Debemos buscarla ya. Cenamos y nos iremos a Creta, estar aquí fue una perdida de tiempo.—sentencio cuando el auto se detuvo frente al hotel.
Ahora todo tenía sentido. Para que Alice haya sido capturada por manos de un grupo de trata de blancas, intento escapar hasta lograrlo y para hacer un escape de seguro fue con ayuda, y ahora esta siendo buscado por la propia gente de ese clan. Para ello, ella debe estar acompañada de alguien de ese nivel. Necesita protección.
Bajo de la camioneta acompañado de Alexander. Uno de los agentes se acerca ante mi llamado.
—Por favor, registra nuestro vuelo dentro de una hora y media a Creta. Tres habitaciones en el hotel más cercano al aeropuerto.
—Sí, señor.—el hombre se retira en seguida. Alexander se va adelantando, mientras uno del personal de seguridad se acerca para informarme de los movimientos de Gabriella.
—Señor, ¿tiene unos minutos?
—Si, ¿tienes el informe?—pregunto.
—Tenemos un vídeo de dos minutos. Paso ciertos sucesos con la señorita Gabriella, lo normal era preguntar hasta que ella tomo otra dirección hacia los locales. Luego una de las gitanas se acerca a ella...—me muestra un vídeo que eran tomadas desde las cámaras de la ciudad, la mujer parece decirle algo que para mi no era tan importante. Siendo muy sincero, conozco todos los pasos de todo sujeto con mala intención.
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AMAR PARA PERDONAR| Pasiones secretas N°2 (EDITANDO)
RomantikLe di mi cuerpo y mi alma, mis sueños más secretos y mis miedos más ocultos, todo para que al final se fuese sin despedirse. -Anónimo. Gabriella es una mujer que perdió la calma y la esperanza, dañada por el amor fraternal. El encanto de ser bailari...