¿Cómo pasó esto? - Kacchako - Kacchaco

Nos van a encontrar estúpida.

Capitulo II

Otro día más con la misma sensación, ese nudo en la garganta y el estómago que no me dejan estar tranquila en todo el día.

En fin, la misma rutina de todos los días llegue al salón como siempre, ya había algunos de mis compañeros pero, ¿por curiosidad? ¿por inercia? ¿por impulso? la verdad no lo sé, centré mi mirada hacia el asiento de Bakugou, para mi sorpresa él también me estaba mirando fijamente a los ojos. -Oh por Dios, ¿qué acaba de pasar?- pensé, a su modo, él no quito su mirada de mi, fui yo quien la desvió, ¿Cómo puedo mantener mi mirada fija en él cuando la suya es tan intensa?, creo que en ese momento mi cara se enrojeció tanto que podía notarse a 5 kilómetros de distancia.

Caminé hacia mi asiento sin voltear a ver a donde él se encontraba, deje mis cosas y me senté, en ese momento lo volví a hacer, por inercia, por impulso, por curiosidad, todavía no lo sé, voltee a verlo de nuevo, quería ver esa mirada intensa otra vez, y efectivamente... Seguía mirándome fijamente, en menos de un segundo voltee mi mirada hacia otro lado no pude soportar su mirada penetrante sentí como si atravesara mi alma.

De nuevo como todos los días empezaron las clases todo normal, casual, pero seguía de curiosa, quería volver a ver su mirada, creo que me gustó esa sensación, me daba mucha pena, pero a la vez quería volver a mirar sus ojos. ¡¿Pero qué me esta pasando?! apenas hace una horas estaba ahogada en llanto y ahora solo quiero ver los ojos de Bakugou, creo que me voy a enfermar.

Cerré los ojos, sentí que pasó como un segundo y lo abrí de nuevo, estaba en... la... ¿enfermería? ¿Qué? ¿Qué pasó?, me senté en la camilla y miré hacia todos lados.

- Deku-Kun - Lo llamé, él estaba sentado en una silla al lado mío con sus audífonos puestos, los ojos cerrado, los brazos cruzados en su pecho y su cabeza baja.

- Uraraka-San, ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? - Me llenó de preguntas, mientras se levantaba de su asiento para acercarse a mi y mirarme fijamente a los ojos.

- Estoy bien, ¿Qué pasó? - Le pregunte mientras restregaba mis ojos.

- Te desmayaste, Por suerte Satou-San te atropo antes de caer al suelo, ¿estás bien? - Me preguntó con su expresión un poco preocupada.

-¡No te preocupes Deku-kun estoy bien! tengo que agradecerle a Shido-San. - La verdad no quise tocar el tema del desmayo, esperaba que el tampoco me volviera a mencionar nada.

En ese momento recordé lo que había pasando segundos antes de desmayarme, me pregunto ¿qué habrá pensado él en ese momento?, no quise mencionarle nada a Deku-kun sobre lo que había pasado antes, además no era tan importante, pero aun así me preguntaba en que podría haber pensado él, o sea, a mi que me importa lo que piense, ni siquiera le agrado y la verdad es que a mi tampoco me agrada, aunque... pensé en él en un momento como este.

- ¿Uraraka-San? - Deku-kun me miró con una cara un poco confundida al ver que yo no reaccionaba y miraba a la nada.

- ¡N-no!.. Estoy bien Deku-kun, creo que ya puedo levantarme. - Ni siquiera sé si puedo levantarme pero no quiero seguir preocupando a mis amigos por estupideces que yo misma me estoy haciendo.

-¿Estás segura Uraraka-San?, Déjame ayudarte, por favor - Dijo Deku-kun con su cara de siempre, sonriente y lleno de energía, aunque en el fondo sabía que estaba preocupado por mi.

Al salir de la enfermería Deku-kun me acompaño hasta mi dormitorio y me dejo en la entrada solo para segurarse que todo estaba bien, como siempre, puse mi sonrisa falsa y lo despedí. Un segundo después de haber cerrado la puerta de mi habitación pensé - ¿Qué habrá pasado por la cabeza de Bakugou al verme desmayar? - de nuevo él llego a mis pensamientos, ¡Ay no, ¿qué me está pasando?!, mi cara se enrojeció pues solo podía tener en mi mente su intensa mirada penetrante puesta sobre mis ojos.