Tu eres mía Uraraka.

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Capítulo XVI






Hoy es domingo mañana comienzo mi día en mi nueva escuela, he estado pendiente de todo lo que han estado haciendo mis padres con la casa nueva que tenemos, he terminado de acomodar todo lo que tenía en mi antigua habitación en los dormitorios, todas mis pertenencias están aquí, no puedo quejarme con mis padres sé que esto apenas acaba de comenzar y tengo que ser muy fuerte, tanto por ellos como por mí.

-¡Mamá!.. ¿puedo salir un rato?.. –La llamé mientras tomaba mi desayuno de la mesa, literalmente solo tome un vaso con jugo y una tostada con mantequilla.

-¿Dónde irás hija?.. –Me preguntó mientras ella lavaba los platos que había dejado mi papá.

-Solo quiero conocer un poco la ciudad, no iré lejos, no saldré del vecindario... te lo prometo. –Le dije mientras tomaba mi pequeña mochila y me ponía mis botitas rojas preferidas.

-Cuídate mucho, Ochaco.. vuelve pronto por favor.. –Dijo mi madre antes de que pudiera cerrar la puerta de mi casa detrás de mí.. salí y comencé a caminar, noté que la casa que estaba enseguida de la mía tenía un pequeño jardín muy bonito con algunas flores.

Observé esa casa se parecía mucho a la mía tenían casi la misma estructura, me dio mucha curiosidad, aunque era gracioso que dos casas se parecieran tanto, también note que mi ventana daba directo a la ventana de esa casa.. Ignoré todo eso y seguí caminando por las calles, me topé con un pequeño parque, había juegos para niños, un pequeño estanque con algunos peces en él, había algunas bancas y jardines, caminé por los senderos hasta llegar al estanque, noté que alguien estaba ahí, así que dicidí no acercarme pero al momento de darme la vuelta para salir de ahí escuche una voz.

-¡Hola!.. ¿vienes a alimentar a los peces?.. –Me preguntó una voz masculina, por lo que me dio algo de nerviosismo y pena a la vez, así que me giré para disculparme por haberlo molestado.

-¡N-no! Yo.. yo lo siento mucho.. n-no quería molestar.. –Dije mientras cerraba mis ojos fuertemente y hacía una pequeña reverencia.

-Oye.. tranquila no seas tan formal.. –Me volvió a decir ese chico, por lo que mi reacción fue levantar mi mirada para mirarlo, era un chico alto, de cabello negro y sus ojos eran igual de negros que su cabello, tenía una gran sonrisa en su rostro y estaba inclinado cerca del estanque.

-N-no.. yo.. ahh.. lo siento, quiero decir.. –Dije algo nerviosa, mientras hacía movimientos raros con mis manos, por lo que el chico me miró algo sorprendido y se echó a reír, tapando su boca con su mano. -¿Eh?.. EHHH... -Respingué aún más sonrojada que antes y puse mis mejillas en mis manos. -¡Qué pena!. –Exclamé por los nervios y todas las cosas raras que estaba haciendo frente aquel chico que apenas conocía.

-Hey.. relájate, no muerdo ni nada parecido. –Me dijo mientras se levantaba de su lugar y caminaba hacia mí, cuando estuvo lo suficientemente cerca extendió su mano. -¡Un placer!.. soy Shindo Yo.. ¿¡cómo te llamas!?.. –Dijo por lo que yo también extendí mi mano y apreté la suya con algo de sorpresa, pero después sonreí.

-Soy Uraraka Ochaco, mucho gusto Shindo-kun. –Le dije con una gran sonrisa en mi rostro, me percate de lo extraño que fue no soltar su mano por un instante es decir, caí en la idea que tenía que soltar su mano.

-Ah.. –Me dijo cuándo solté su mano, me miró algo extraño. –Bueno.. ahh.. creo que no te había visto antes por aquí, ¿vives cerca de aquí? –Me preguntó algo confundido por mi reacción, "genial Ochaco, eres tan rara" pensé mientras formulaba una respuesta.

-¡SI!.. mi familia acaba de mudarse a una casa de este vecindario por el trabajo de mi papá, entonces mi mamá y yo vinimos con él aquí. –Le dije con una sonrisa nerviosa, no quería que pensara que era rara o algo así.

¿Cómo pasó esto? -  Kacchako - KacchacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora