Déjame ayudarte.

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Capítulo IV





Caminamos fuera de la escuela, íbamos uno al lado del otro, el parecía más serio de lo normal, ¿le pasará algo?, bueno como sea, le tengo que preguntar lo que tengo en mi mente ahora antes de que algo más ocurra y no podamos hablar tranquilamente, además no sé cómo pueda reaccionar él, después de todo ya sabemos que es muy malhumorado y grosero, además de que no le gusta tocar este tipo de temas.

-¿Bakugou-kun?... - Me detuve, agache la cabeza al suelo, apreté mis manos lo más fuerte que pude a los costados de mi sudadera rosa.

-¿Qué quieres ahora cara redonda? - Me respondió deteniéndose también justo enfrente de mí.

-Quiero preguntarte ¿porqué me estas ayudando? Es decir, ni siquiera somos amigos, así que te pido por favor que seas sincero y respondas mi pregunta.- Le hable casi gritando y diciendo todo de corrido y al mismo tiempo levantaba mi cabeza para mirarlo.

Su cara después de eso fue de sorpresa y solo bajo su rostro al suelo y apretó sus dientes, también sus puños, pude notarlo. -¡Es todo!- pensé, lo hice enojar, ahora va a explotar diciéndome mil groserías y maldiciendo por cuestionarlo por hacer tales acciones conmigo, quiero decir, estamos hablando de Bakugou Katsuki, la verdad jamás pensé que el fuera a ser amable con alguien, o que permitiera que alguien pasara tiempo con él, después de todo no le gustaba estar rodeado de personas ¿por qué debía ayudarme a mí? Como lo dije antes ni siquiera somos amigos cercanos como para que quiera ayudarme o algo y no creo que haya tenido interés en ayudarme desde el principio, pueda que a mí en verdad me llame la atención cosas de él, características físicas que el posee y hacen que me quiera volver loca, pero eso es muy independiente a lo que él siente o piensa porque yo y él no somos la misma persona por lo tanto yo creo que él tiene que tener otras intenciones o intereses y quiero saber cuáles son, ¡Por Dios, no quiero terminar ilusionada! ¿ilusionada? ¿qué? ¿qué estoy diciendo? Me estoy volviendo loca.

Paso como medio segundo en donde pensé todas esas cosas, Bakugou solo me miro con su gesto de siempre característico y camino hacia mí, de nuevo con su mirada penetrante y ceño fruncido, parecía estar furioso, solo podía notar como apretaba sus dientes, nuevamente estaba a centímetros de mí, yo mirando hacia arriba y él hacia abajo solo con su mirada.

-Mira, cara redonda estúpida, tú no puedes decirme nada sobre cómo o por qué hago la cosas que hago, tú no cuestiones nada de lo que estoy haciendo, no te metas en mis asuntos y déjame hacer lo que yo quiera, no tiene que existir una razón para hacer algo o no.- Respondió con su mirada imponente sobre mí y su voz un poco alterada. Fue escalofriante.

Mi cara al escuchar esas palabras fue, primero de sorpresa y después de confusión, la verdad no entendí su respuesta, es decir, no me debo de meter en sus asuntos pero sus asuntos tienen que ver conmigo, no puedo cuestionar por que hace las cosas pero todo lo que hace por mí es cuestionable por razones que ya conozco y por si fuera poco me pide que no le mencione nada. Él se dio la vuelta y siguió caminando con sus manos en los bolsillos, pude notar como su semblante cambió por completo, como si su ánimo hubiera decaído, creo que lo arruiné, no debí preguntarle nada, intentaré arreglarlo con mi buen humor, después de todo se lo debo a él.

-Bakugou-kun- Lo llamé casi corriendo hasta él. -Bakugou-kun, espérame por favor.- Le dije mientras mi incorporaba a su paso.

-No vuelvas a cuestionar mis actos.- Me dijo sin siquiera mirarme un poco. La verdad se veía muy molesto.

No le respondí nada, solo camine junto a él con el ánimo un poco decaído, llegamos al restaurante, él lo había elegido, por su puesto era uno donde podías encontrar comida picante, porque era más que obvio que había notado que amaba la comida picante, imposible no notar ese detalle de él, aunque, también noté que era un restaurante de comida japonesa, cosa que yo por su puesto amo.

¿Cómo pasó esto? -  Kacchako - KacchacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora