Por cierto, te ves hermosa

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Capítulo XXXIII







Después del rescate nos llevaron al hospital para revisar nuestras heridas, el más afectado era Katsuki y después yo, al parecer Kirishima y River estaban bastante bien, algunos golpes y heridas leves, les dieron de alta muy pronto, mientras tanto yo estuve en el hospital dos días, y a Katsuki tuvieron que intervenirlo en cirugía pues tenía que volver a abrir su herida para curarla como es debido, habíamos hablado un poco antes de salir del hospital, pero al darlo de alta tomó un vuelo y se fue, nuevamente había salido de mi vida, así como llegó se fue, nunca hablamos sobre lo que pasó aquel día después de salir de ese maldito agujero, ya habían pasado casi 2 meses. Ni una sola llamada, ni un solo mensaje.

Encontrarme con Katsuki en estas circunstancias fue toda una sorpresa, al menos para mí, confesó muchas cosas desde que llegó y entre ellas sus sentimientos, no podía seguir fingiendo que todo esto era una simple casualidad, quizá debía poner mi vida en orden de nuevo, aunque pensar en él me asustaba, era evidente que ambos teníamos nuestras vidas por separado, en otros países, en otras ciudades, ¿qué debía hacer ahora?, estaba confundida.

Cuando volví a mi departamento después de un día agotador en la agencia, mochi me recibió alegre como siempre, era encantador, me agradaba que se pusiera tan feliz de verme, me di un baño para quitarme la sensación de cansancio, había invitado a River a cenar ese día, prepararía pasta, algo simple, no soy muy diestra en la cocina nunca lo he sido, pero quería ofrecerle algo acogedor, tanto River como yo vivíamos solos esta ciudad, Múnich podía ser fría a veces.

Mi teléfono sonó, tenía un mensaje.

"Estoy en camino, ¿quieres que lleve algo?"

Era River, tan atento como siempre, sonreí al ver el mensaje.

"¿Podrías traer unas cervezas?"

Dejé el teléfono de lado y comencé a preparar la comida, cortar algunas verduras para la ensalada era simple, poner agua a hervir para la pasta y sacar una lata de salsa que tenía guardada en la alacena. Se iluminó el teléfono.

"Hecho"

Sonreí de nuevo, desde que River y yo nos conocimos, nos hicimos bastante cercanos, lo quería mucho, era muy importante para mí, más que cualquier otra persona en Múnich.

Aún tenía mi brazo adolorido por lo tanto era difícil moverme con tranquilidad, temía lastimarme, serví algo de comida para mochi, no había comido nada en todo el día debía ser más cuidadosa con él, al escuchar los golpes en la puerta supuse que River había llegado y la cena estaba casi lista, al abrir la puerta me encontré con los enormes ojos de River, con su linda y tierna expresión de siempre.

-Hola Ochaco.. -Saludó entrando al departamento.

-Hola de nuevo River.. -Dije cerrando la puerta detrás de mí.

-Traje las cervezas que pediste, ¿qué hiciste para cenar? -Preguntó al percatarse del aroma que invadía el departamento.

-¿Por qué preguntas si seguro ya lo sabes? -Respondí riéndome.

-Solo quería hacer una broma, lo siento. -Dijo riendo, se acercó a la nevera y puso ahí las cervezas. -¿Necesitas ayuda?

-No, estoy bien, puedes ir a la sala si quieres. -Le señalé, y de inmediato mochi se acercó a jugar con él, aunque a River no le gustaran mucho los animales, solo los gatos, por obvias razones.

Después de un rato de juegos para Mochi, molestias para River y trabajo arduo para mí, la cena estaba servida y nos sentamos a la mesa.

-Está bueno. -Mencionó River al probar la pasta.

¿Cómo pasó esto? -  Kacchako - KacchacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora