Tenía que verte

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Capítulo XXIX







Después de salir del subterráneo nos dirigimos a una camioneta de primero auxilios que estaba en la entrada de los complejos locales.

No estoy admitiendo nada, es solo que ninguno se imagina lo difícil que puede ser a veces tomar las decisiones que yo tomé en su momento, me importaba demasiado tener y sentir el apoyo, mi terapeuta me lo había recomendado alguna vez, en alguna de aquellas sesiones a las que asistí, a veces necesitamos tener a alguien con quien apoyarnos, y muchas veces es alguien que no esperamos en nuestras vidas, y en mi caso había sido este chico de cabello castaño alborotado, sin quererlo, ni pensarlo logró llegar a mi corazón y quedarse ahí, adoraba su compañía, como héroe era increíble con un gran sentido de la justicia, noble, sincero, amable, un gran chico y llegó a mi vida en un punto que fue clave, el solo hecho de haberse mudado para hacerme compañía, mi estado de ánimo era evidente y su amabilidad y forma de ser le decían que tenía que apoyarme, lo necesitaba, y River logró darse cuenta de tal cosa, ver el estado el que estaba más causaba tristeza, quería verlo sonreír, "no pude protegerte" pensaba mientras era atendido.

Una persona se acercó a mí y revisó mis heridas, nada grave, con un pequeño parche en la mejilla y una venda en la muñeca estaría como nueva, nos llevaron en la camioneta al centro de opresión que la agencia había montado para que pudiéramos descansar, antes de salir del lugar noté como habían llegado más héroes heridos "¿qué habrá pasado?"... me preocuparía por eso más tarde ahora solo quería ayudar a River.

Llegamos al destino y dentro de una habitación recostaron a River, aún dormía, el lugar ya estaba acondicionado para atender heridos, había varias camas, me alegra que todo estuviera listo, fui a mi habitación a darme una ducha, revisar mis heridas y curarlas de nuevo, mientras tanto dejé a mi compañero en las manos de los paramédicos, dijeron que estaba estable, aunque la herida en el hombro era profunda no necesitaría transfusión de sangre solo unas cuantas puntadas y descanso.

Al volver, seguía durmiendo, lo miré con nostalgia y felicidad, sabía que se pondría bien, era bastante resistente a pesar de ser tan delgado, estaba lista para ver esa sonrisa otra vez, me recosté en el sofá junto a su cama y como si nada quede profundamente dormida, se hacía de noche y yo estaba agotada.

Entre mis sueños pude escuchar la voz de mi madre, nuevamente estaba aquí, como si quisiera decirme algo importante, aunque no podía distinguir que era lo que necesitaba, pues sus palabras no tenían suficiente volumen, podía percibir sus labios moverse pero no entender lo que salía de ellos y entre más me acercaba a ella más difícil era verla, no podía acercarme, intentaba estirar mis manos para tocarla y cuando estaba cerca se alejaba.

"Estoy despierta", pensé, y de golpe abrí mis ojos, desconcertada me senté en el sofá tallando mis ojos para ajustarlos a la luz de la habitación, miré a mi compañero y aún seguía durmiendo, sonreí al verlo tan tranquilo después del día que tuvimos, mientras tanto afuera escuchaba el murmullo de los equipos que habían regresado, así que salí de la habitación, me puse mi chaqueta y crucé la puerta, noté que habían llegado algunos héroes y oficiales heridos, "¿Qué había demonios había pasado?". Me acerqué a uno de los paramédicos.

-Disculpa, ¿sabes que fue lo que pasó?.. –Pregunté preocupada sosteniéndole el brazo.

-N-no, no lo sé. –Respondió apresurado. –No tengo tiempo ahora señorita, hay gente herida. – Respingó y siguió su camino casi corriendo.

¿Cómo pasó esto? -  Kacchako - KacchacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora