Welcome to Silent Hill || BNHA || KatsuDeku

◦ ⛧ﾐ ◦ Chapter IX: You and I

Izuku esperaba fuera del Hospital, ya que Bakugō estaba buscando algunas vendas y cosas que pudieran ayudarles con sus heridas. Y si bien el chico de verdoso cabello quería ayudarle con la búsqueda, lo mejor era que esperara fuera por si algo sucedía.

Y de ser así, Midoriya entraría y usaría el talismán. Ya que al parecer, este solamente se activaba cuando lo usaba él. En manos de Katsuki se volvía una baratija casi inútil. Cosa que dejo pensando al chico de ojos jade, pero no era lo único que estaba ocupando su cabeza. Había muchas cosas que le estaban dejando dudas.

Desde la reacción con el gusano y su extraño colapso ante la llegada de Bakugō, hasta aquel cambio que experimentaron antes de que el otro mundo se desvaneciera. Tantos misterios que envolvían al pueblo, que cuando él pensaba que los entendía, siempre salían muchos más para abofetear su rostro y burlarse de él. Era como la famosa Hidra de Lena, que al entender un misterio, dos nuevos tomaban su lugar.

Observo su entorno mientras esperaba y su mente continuaba analizando las cosas. La neblina, la soledad y el silencio de aquel sitio, eran sumamente inquietantes. Pensaba que cualquier ser humano que pasara mucho tiempo solo en aquel sitio, sin duda se volvería loco.

Más si experimentaba aquellos momentos donde sus pasados atacaban. ¿Cómo es que se podría lidiar con algo así? Porque no había peor miedo que ser atormentado por el pasado del que tanto se huía. Recordar siempre los errores que has cometido, el dolor que has sufrido, las perdidas, la soledad y el vacío existencial.

A esas alturas, Midoriya pensaba que el suicidio ya no sonaba tan mal. Que la idea de arrebatarse la vida, al menos bajo esas circunstancias no sería tomado como de cobardes. Sino como de almas desesperadas por una salvación que nunca llegaría si estaban en ese sitio. La muerte sonaba incluso tan piadosa.

Se preguntaba si más personas habían llegado a Silent Hill. ¿Habrían escapado? ¿Lograron oponerse al poder del pueblo? ¿Superaron el pasado? ¿O sucumbieron a la locura para morir?

¿Algunos de ellos se aliaron con otros seres humanos que encontraron dentro del pueblo como Bakugō y él? ¿O terminaron por volverse locos y matarse entre ellos? ¿O habría más personas por el pueblo?

Aquella última pregunta que se hizo, causo que un metafórico balde de agua helada le cayera encima.

No había pensado en dicha posibilidad. Silent Hill no los mantendría separados, tal y como a Katsuki y él, podría haber más personas por ahí. Atraídas por su poder. Puesto que ellos no podían ser los únicos pecadores en kilómetros a la redonda. Debía haber más personas vagando por sus solitarias calles, perdidos, molestos, confusos, locos...

—Podría... No, no solamente personas nuevas, yo vi a ese hombre de cabello azul, llevaba más tiempo que yo. Eso... Eso podría significar que, ¿quizá haya más personas? ¿Personas que tengan más tiempo que yo? ¿Personas nuevas?... —Las dudas comenzaron en asaltarlo con mayor rapidez, haciendo que su ser entero comenzara a temblar.

Comenzó a mirar con más intensidad su entorno, queriendo cerciorarse de que estaban solos. Que no había nadie más ellos en ese momento, y de ser así, tener mucho más cuidado en cada movimiento.

Bien podrían encontrarse a otro loco por ahí.

Sentía la cabeza más pesada, el corazón latiendo tan dolorosamente contra su pecho, el miedo queriendo estrangularlo. No sería capaz de matar a otra persona, no de nuevo. Pero la duda más importante de todas que no tardo demasiado en salir a flote dentro del caos mental que ya llevaba era: ¿Katsuki y él lograrían escapar?

Ahora que poseían el talismán parecía que sí lograrían salir. Ya que con el cumplirían su objetivo y si aquella manifestación/ fantasma/ alma en pena, tenía razón, colapsar al otro mundo para poder salir de Silent Hill.