◦ ⛧ミ ◦Chapter III: Hot Noodles and Silence

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— ¿Así que estas planeando una ruta?—Cuestiona Katsuki al ver a Izuku de nuevo y toda la atención que está poniendo en su mapa improvisado.

—Así es. Tengo ya marcado al menos... tres lugares a los que podemos ir donde quizá se realizó el ritual. Haré una ruta que nos ayude a ir a los tres sin tener que regresar aquí y perder demasiado tiempo. —Izuku levanta la mirada de su improvisado mapa para dedicarle una sonrisa amable al otro. Aquellas sonrisas parecen simplemente resbalarse de Bakugō, ya que este no responde a ellas, solo su ceño se frunce un poco más o se relaja.

—Perfecto entonces. —Es lo máximo que responde Katsuki, echando la cabeza hacia atrás y apoyarla contra el respaldo del sofá.

—C-Cierto, ahm... ¿Cómo prefieres que te llame? ¿Bakugō o Katsuki?—el cenizo regresa su atención y vista en él, meditando que responder.

—Dime Katsuki... Bakugō suena demasiado formal y no soy más grande que tú para que lo digas.

—Está bien.

El silencio entre ellos regresa, y el chico de ojos carmín decide responder la pregunta.

— ¿Tú cómo quieres que te llame?

—Izuku está bien.

Y el silencio regresa. Era claro que no tenían mucho de qué hablar.

Bakugō decidió mirar lo que hacía el chico de cabellos verdes, resultándole entre interesante y aburrido. Habían decidió ayudarse, pero él no sabía cómo le sería de utilidad. No tenía tanto tiempo en ese lugar para saber a dónde moverse, y tampoco conocía demasiado de temas así de paranormales como para querer dar alguna opinión. Podía intuir algunas cosas solamente.

Lo que sabía perfectamente era como defenderse, como hacer incluso algunas armas punzocortantes con ciertos materiales y algunas cosas de cocina.

Y hablando de cocina...

Katsuki se pone de pie de repente, Izuku le observa en cuanto lo hace.

— ¿Necesitas algo?

—Buscare algo de comer. —Responde sin más el contrario.

El cenizo comienza a moverse por la pequeña cocina del fondo, abriendo la nevera, las gavetas y todo lo que pudiera haber en esa cocina. Buscando algo de comida.

Hacía tanto que no probaba bocado alguno, y si bien el miedo había retrasado aquella sensación, ahora que estaba en calma su estómago había comenzado a pedir alimentos.

—Maldita sea... no hay nada de comer. —Gruñe, azotando una de las pequeñas puertas de madera de la cocina. Lo único que cargaba en su mochila además de unas ciertas cosas, era una botella de agua y unos chicles.

—Creo que tengo algo. —habla Izuku, rebuscando en su mochila y atrapando la atención del otro inmediatamente. Katsuki trata de observar desde su posición que tanto remueve en aquella enorme mochila amarilla. —E-Es lo único que he encontrado. —

Izuku saco dos botes de fideos instantáneos, se puso de pie y se los entregó a Bakugō. Este los tomo, mirando algo sorprendido al peli-verde delante de él. Aquel chico era bastante precavido para todo. Aquello sin duda hizo que una pequeña espina de duda se implantará en su cabeza. Pero, si trataba de buscar algo sobre Izuku preguntándole algo sobre él, le daría la ventana al chico de ojos jade de preguntarle casi las mismas cosas a él como respuesta.

Cosas que era mejor Midoriya no supiera nunca o lo dejaría a su merced en ese pueblo por miedo a lo que su torcida mente pudiera hacerle.

— ¿No tendrás una estufa electrónica en esa mochila o sí?—habla de manera burlona el cenizo por la cantidad de cosas que cargaba el otro.

Welcome to Silent Hill || BNHA || KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora