La Acampada.

Día 1 (Noche): Planta aporrea fuego

Cuando salen fuera, ven que los palos que componían la candela, se habían desperdigado por la explosión y había comenzado a formar pequeños fuegos independientes que se estaban expandiendo.

–¡¡Jose María qué coño has hecho!!

–¡¡No lo sé!! ¡¡¡Estaba tan tranquilamente encendiendo la candela y de repente explotó!!!

–¿¡Qué!?

–¡¡No sé como vergas ha sido, pero explotó!!

–¡¡Pinche inútil te dije que no quemaras nada!! ¿¡Ahora qué putas hacemos!?

–No sé, ¿escupirle?

Jaime se llevó las manos a la cabeza

–Anda sáquese a la verga –dijo con aire muy molesto. José María se fue con pinta de que se la sudaba todo igualmente. Ahora Jaime se dirigió a los demás–. Vale a ver, hay que apagar el fuego como sea. Chicas, necesito que cojáis botellas de agua de la ducha y las vayais pasando haciendo cadena para apagar todo lo que podáis. Yo voy a buscar una manguera, Braulio vente conmigo.

Braulio accedió y se fue con Jaime a buscar la manguera al maletero. El fuego no era muy grande, eran pequeños, pero se iban expandiendo poco a poco e iba intimidando cada vez más.

–Joder, la que ha liado José María en un momento ¿No? –corrió Braulio detrás de Jaime procurando no reirse.

–¡Jose María siempre las lía! Tiene un don este chico. La madre que lo parió –Jaime abrió el maletero buscando la manguera con el fin de conectarla al grifo y apagar el fuego–. Joder, ¿dónde coño tenía una manguera? Estaba por aquí –revisó pasando la mano por los bolsillos del maletero.

Braulio tampoco conseguía atinar a encontrarla. Buscaron más a fondo pero ni rastro

–¡Joder! ¿¡Dónde coño está!? ¡Se supone que debía estar en alguna parte del maletero!

*Mientras tanto, las chicas...*

Estaban haciendo una cadena lo más rápido posible. Sara llenaba una de las botellas y se la pasaba a Miriam quien estaba junto a la puerta del baño.

–¡Vamos Miriam, date prisa!

–¡Voy!

De Miriam pasaba a Ainoa, quien estaba situada junto a la puerta de salida de la furgoneta.

–¡Ainoa, rápido!

–¡Ya voy!

Y por último, de Ainoa a Mireia, quien estaba dispuesta a apagar el fuego con la botella...

–¡Mireia, apaga el fuego, rápido!

–*Mente de Mireia*(La vida es una tómbola, tom tom tómbola ¡La vida es una tómbola, tom tom tómbola!)

–¿Mireia? –se quedó Ainoa esperando a que Mireia cogiera la botella.

–(¡¡¡DE LUH DE COLOOOOOOR!!! ¡¡TÓMBOLA TÓMBOLA TÓMBOLA!!)

–¡¡¡MIREIA!!!

–¡¡Ahhh!! ¿¡Qué!?

–¡¡Joder Mireia, coge la botella y ve apagando el fuego, no te enteras!!

–¡Ah vale!

Jaime y Braulio volvieron sin haber encontrado la manguera y vieron a Mireia en un intento de apagar el fuego que ya iba siedo algo más grande.

–¡Puto Chocho Mari la que ha liao el cabrón! –maldecía mientras vaciaba la botella sobre el fuego

Jaime y Braulio ignoraron a Mireia y se dirigieron a la caravana donde estaban las chicas llevando y sacando agua para apagar el fuego. Pero enseguida se vio que no era suficiente. Necesitaban algo más fuerte o contundente para acabar con el fuego. Pero la manguera no la encontraban. Parecían estar bastante jodidos