Día 2 (Noche): Los juegos del hambre versión Grey

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En el capítulo anterior nuestros queridos inútiles hicieron muchas cosas. Jaime y los demás fueron a Granada a conseguir para Braulio un par de gafas, Ainoa consiguió quedarse a dormir en el campamento, y pues esto pinta a orgía que quieres que te diga querido lector. Vamos a ver como se desenvuelve esta trama y qué polladas se le ocurre al genio que está escribiendo esto. Comenzamos esta vez con Ainoa, Mireia y Sara. 

***

–¡Cuanto tardaaan! –se quejó Ainoa espatarrándose en el suelo. Sara y Mireia también lo hicieron. Ainoa aprovechó para recostarse encima de Mireia. 

–Sí tía. Como vengan más tarde los mato –dijo Sara molesta. 

–Bueno a ver –comenzó Ainoa–. ¿Cómo lo vamos a hacer?

–¿Vamos a hacer el qué? –preguntó Mireia pensando muchas cosas. 

–Joder, el acostarnos, quiero la tienda de campaña para mí y para Daniel, ¿No estaremos todos juntos no? 

–AAAAh...  y yo para mí y para Ilario xD. 

Sara comenzó a reírse bastante. 

–La madre que os parió a las dos. Ya veremos como lo hacemos. O si no os vais al campo, tenéis más espacio libre y no se oirá tanto. Folláis de manera ecológica jajaja

Mireia se sintió ofendida. 

–¿¡Al campo!? ¿¡Con los bichos!? ¿Y si me viola un grillo? 

–En la tienda igual te puede violar un grillo idiota –contestó Sara–. Además no te va a violar un grillo estando Ilario primero. 

Mireia comenzó a reír como pendeja pensando en cosas nazis con Ilario. 

– Nos vamos a violar muy fuerte. Va a ser hermoso.

–Madre mía, a saber lo que puede surgir de ahí –espetó Ainoa–. ¿Sabéis si Braulio tiene condones? 

–Seguramente. Siempre trae un condón de emergencia el puto. Y Jaime seguro que no tiene ya que ha perdido la esperanza jajajaja –bromeó Sara. 

Mireia comenzó a ahogarse bastante fuerte de risa. Y justo entonces es cuando se escucha el ruido de una caravana proveniente de detrás de ellas. 

–¡¡¡Eh!!! – se levantó Sara de golpe. Ainoa y Mireia no se levantaron por pereza –. ¿Esos son? 

Mientras Jaime llegaba, José María asomó la cabeza por la ventanilla gritando blasfemias a través de ella. 

–¡¡¡¡Ya estamos aquí hijas de puta!!! –José María se metió de nuevo y miró a Jaime–. ¡¡Jaime pedazo de mierda atropéllalas!!

Las chicas salieron corriendo de allí y gritando, justo entonces Jaime dio un derrape que levantó bastante polvo y aparcó la furgoneta en perfecta posición. 

–¡¡Aparcao!! –después de ello, Jaime sale de la furgoneta bastante orgulloso. 

–¡¡Pero seréis putos!! ¿En que pensabais? –cuestionó Sara molesta, 

La Acampada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora