Día 4 (Tarde): El guardaculos.

59 6 50
                                    

En el capítulo anterior nuestros queridos inútiles se vieron sumidos en problemas debido al percance que tuvieron con Mireia. Mireia pasó de intentar violar a Ainoa a planear vilmente como matar a Jaime que reconocía como un Obama reptiliano impostor que los iba a matar a todos para alimentar a sus aliens traídos de Marte. Sí, al parecer el dardo no era solo tranquilizante If you know what I mean. Bueno, dicho esto, os dejo con ellos.

***

Nuestros queridos inútiles ya habían acabado de comer y pretendían seguir subiendo por el Mulhacén para llegar a la cima y ver las vistas antes de su partida. Esta vez pretendían mantenerse allí hasta algo tarde y volver durante la puesta de sol. 

El paisaje se mantenía muy verde y daban ganas de quedarse allí durante bastante rato. Pero lo cierto es que aún quedaba bastante para llegar a la cima, que se veía bastante pedregosa y algo nevada. Chocaba bastante encontrarse un paisaje nevado en verano, por tanto decidieron continuar nada más acabaron de comer. 

–Me parece ¡muy! fuerte que tengamos que tomar estas medidas por tu cagada –dijo Jaime bastante mosqueado con Braulio. 

–Cállate. Seré tu guardaespaldas –se comprometió. 

–Más te vale –dijo Jaime caminando mosqueado con todo. Posteriormente, José María, que estaba algo cansado de estar con Mireia y Sara se fue con Braulio y Jaime. 

–Esto está siendo jodidamente maravilloso –dijo riéndose y mirando a Jaime–. De verdad piensa que eres Obama y que tienes que morir.

–¿Entonces voy a pillar? –respondió Jaime con una voz inocente y aguda.

–Puede ser.

Jaime miró a Braulio algo enfadado y comenzó a hacerle cosas raras con el dedo. 

–Braulio, te nombro guardaculos oficial in nomine Patris et Fili et Spiritus Sancti, amén. Y me comes los cojones de una manera ¡MUY! agresiva como tengas alguna queja o me pase algo –dijo con un tono bastante serio–. Puto 

Braulio suspiró y aceptó entre dientes. Al fin y al cabo fue el quien causó esto. 

–Vaaale. 

***

Mientras, tanto, Ainoa, Sara, Miriam y Chris estaban tratando de calmar a Mireia pero ella seguía emporrada, con pasos torpes y empujando a sus amigos. 

–Soy un pene voladoooooooor –dijo extendiendo los brazos, caminando torpemente como un avión y dándole un chopazo en la frente a Ainoa–. Wiiiiii siguiente pollazooooo –dijo dirigiéndose a Ainoa otra vez. 

–¡Au! –se quejó Ainoa quien fue corriendo a esconderse detrás de Chris–. ¡El siguiente pollazo te lo comes tú! 

–¿¡Qué!? ¿Qué es un pollazo? –miró a Mireia como iba dirigiéndose hacia él con los brazos abiertos tropezándose con una piedra pero manteniéndose en pie. 

En seguida Miriam trató de quitar a Chris de ahí sujetando el brazo de Chris y quitándolo de ahí. 

–¡Deja al pobre Chris!

La Acampada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora