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Los Rathtars salieron de sus celdas y comenzaron a perseguir a las personas que se encontraban allí.
— ¡Esto fue un error! —exclamó Finn, mientras subían.
—¡Enorme!
Los tres corrieron buscando a Han, Chewbacca y BB-8.
— ¿Cómo lucen los rathtars?—preguntó Rey, antes de que uno apareciera delante suyo, mientras se devoraba a una persona.
—Así.
Comenzaron a correr de nuevo, pero un rathtar tomó a Finn de la pierna.
— ¡Finn!—exclamaron.
El rathtar se alejo arrastrando a Finn con él. Rey y Zannah lo siguieron, hasta que lo perdieron de vista.
—Los controles—señaló Zannah.
Se acercaron y vieron las cámaras de seguridad del lugar.
—¡Rey—gritaba Finn—¡Zann!
Rey puso su mano en un botón, y cuando el rathtar iba pasando por una puerta, lo oprimió para cerrarla. Le corto uno de sus tentáculos y Finn cayó al suelo con un estrépito.
— ¡Finn!
—Me tenía—dijo él, sacándose lo que le rodeaba la pierna—Y la puerta...
—Eso fue suerte.
Corrieron hasta que encontraron el camino hacia el Halcón Milenario. Allí, se encontraban Han Solo y Chewbacca.
— ¡Tú!—le dijo a Rey—cierra la puerta, ¡ustedes!—señaló a Finn y a Zannah—Cuiden a Chewei.
Finn y Zannah llevaron a Chewbacca al interior y lo acostaron. El wookie no paraba de gritar, y Zannah trataba de tranqulizarlo mientras Finn le ponía unas vendas.
—Si dañas a Chewei, te la veras conmigo—gritó Han.
— ¿Lastimarlo? ¡Casi me mata seis veces!
—Hey—lo llamó Zannah—Tranquilizate, todo va a estar bien. Dejalo ir.
Chewbacca lo soltó. No dejó de moverse, pero dejo de intentar asesinar a Finn.
— ¿Cómo hiciste eso?
—No lo sé—mintió Zannah.
Cuando terminaron, se sentaron en una mesa junto a BB-8.
—Gracias—le dijo Han a ellos.
—No es nada—respondió él.
—Así que fugitivos, ¿eh?
—La Primera Orden quiere el mapa. Finn está con la Resistencia. Yo soy solo una chatarrera.
