ᴅᴀʀᴋ sɪᴅᴇ • poe dameron ✓

diecinueve • pérdida

—Necesito tu ayuda—dijo Poe.

— ¿En qué?

—Holdo.

Caminaron hasta el puente. La Comandante intentó impedir su paso, pero cuando Lyra levanto su mano, ella se apartó sola. No iba a utilizar la fuerza contra su propia gente, pero ellos parecían intimidados ante él.

— ¿Holdo?

—Chico volador—dijo cuando vio a Poe—Lyra.

—Ya basta, señora—exclamó Poe—Teníamos una flota, ¡ahora tenemos una nave y no nos ha dicho nada! ¡Díganos que tenemos un plan, que hay esperanza!

—Si Leia estuviera aquí, diría que la esperanza es como el sol—habló la Vicealmirante—Si solo creemos en ella cuando la vemos...

—Nunca pasaríamos la noche.

Lyra se entristeció por un momento. Poe sabía más de su madre que ella misma; pero no podía culparlo, él fue como un hijo para Leia luego de que ella y Ben se fueron.

Lyra se quedó observando una de las pantallas donde estaba operando una General. Acto seguido, Poe también observó.

— ¿Está llenando los transportes? —dijo Lyra— ¿Vamos a abandonar la nave?

—Esas naves de transporte están desarmadas y sin protección. Si dejamos esta nave, estamos acabados. No, no solo es una cobarde, ¡es una traidora!

—Sáquenlos de mi puente.

—No me toques—le dijo Lyra a un rebelde, sacando su mano de encima. Poe apretó sus puños.

Caminaron de vuelta hacia donde estaban antes. Se encerraron en un compartimiento para que nadie pudiera oírlos hablar con Finn y Rose

— ¿Encontraron al maestro decodificador?

—Sí, encontramos a un decodificador—dijo Finn— Podemos hacerlo, solo consíguenos un poco más de tiempo.

—Muy bien, dense prisa.

La llamada se cortó y se miraron.

—Tenemos que decirle a Holdo.

— ¿Estás loca?

—Si no lo hacemos, en 5 minutos todos abandonaran las naves.

—Maldición—murmuró él—Tienes razón.

Le contaron su plan a Holdo y reaccionó como Lyra pensaba; La evacuación continuaba como había ordenado.

—Sí, tenía miedo de que dijera eso—todos apuntaron a la Vicealmirante con sus armas, a excepción de Lyra, que estaba igual de confundida que ella—Holdo, la relevo de su mando para la supervivencia de esta nave, su tripulación y la Resistencia.

—Espero que entiendas lo que estás haciendo.

—Si, lo sé—afirmó—. Voy al puente, si se mueven, los aturden.

Salió del hangar con Lyra pisándole los talones. Corrió para llegar a su altura.

— ¿Qué acaba de pasar? ¡No mencionaste nada de eso!

—Confía en mí, sé lo que hago—dijo mientras ingresaban—Despejen el puente. Lleven a los Oficiales al hangar.

—Confió en ti, lo sabes, Poe. Pero...

— ¿Quieres sobrevivir, o quieres que nos maten? —Poe apagó las luces del hangar.

—Poe,

—Connix, cierra la compuerta—ordenó a la Teniente, que corrió hacia la entrada del puente.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? —preguntó, enojada—¡Por supuesto que no quiero que nos maten! Pero esta no es la forma, no está bien. No es lo que mi madre haría.

—Si no vas a apoyarme, puedes irte.

Lyra negó mientras retrocedía. Él la observó durante unos segundos y cuando se dio la vuelta y comenzó a utilizar los controles de la nave, no se giró a verla otra vez.

Lyra abrió la compuerta y la volvió a cerrar cuando salió, usando la fuerza.

A Poe le dolió también tratarla así, pero no quería que ella se involucrara en más problemas de los que ya tenía. Continúo presionando botones hasta que la compuerta comenzó a abrirse. Se giró, no sabiendo si quería que Lyra volviese o no. Levantó su blaser, pero la General Organa ingresó al puente.

— ¿Leia?—preguntó, antes de que le dispara y quedara totalmente inconsciente.

Despertó con la respiración agitada. Poe se levantó y corrió hacia la ventana mas cercana, que recibió un golpe de su parte cuando observó que se alejaban de la nave principal.

— ¿Poe?—le llamó Leia. El piloto se dio la vuelta y se dirigió hacia a ella. Giró su cabeza hacia todas direcciones, pero no podía encontrarla.

— ¿Dónde está Lyra?

—Poe...

— ¿Esta en otro transporte?

—La nave fue evacuada completamente, a excepción de Holdo—dijo Leia, conteniendo un sollozo—Pero Lyra no está aquí.

— ¿Cómo que no está aquí?

—Ya han revisado las naves, no está en las naves de evacuación. Los Comandantes creen que tal vez ella quedó junto con Holdo.

— ¡Tenemos que volver por ella! —exclamó él.

Sentía una gran impotencia; quería buscarla y pedirle perdón por como la había tratado, pero cuando vio a la nave incrustarse contra la de la Primera Orden, se quedó sin aliento.