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El Cristal Kyber es la parte más importante de un Sable de Luz; es lo que le da la vida y el poder. Los aprendices Jedi eran enviados al planeta helado Ilum para extraer los cristales y después construir su propio sable de luz.
Lyra creyó que si lo hacía se acercaría cada vez más a ser una Jedi, sin embargo, no funcionó como esperaba.
El odio hacia su hermano, aunque muy en su interior, continuaba allí. Trataba de desasearse de él, pero sentía que parte de Zannah siempre viviría con ella, no importara lo que hiciera.
Las imágenes de Ben asesinando a su padre mientras la escasa Resistencia trataba de escapar le atormentaban durante las noches. Recordó como gritó, a la vez que Poe la sostenía para no correr hacia ellos, el dolor, de cuando Ben lo atravesó con su sable.
A penas llegaron a Ajan Kloss, el planeta donde se asentaría la Resistencia, Lyra emprendió su viaje hacia Ilum.
Regresó una semana después con su sable pero con un color distinto; el Cristal Kyber rojo lo tiró por un precipicio y lo cambio por uno blanco, tan claro como la nieve del planeta en el que se encontraba.
Descendió con su nave y los rebeldes se agruparon a su alrededor. No divisaba a su madre, pero Finn se acercó a ella.
— ¿Cómo te fue?
—Ha ido bien, ¿Cómo esta Rey?
—Todavía no ha despertado.
Lyra suspiró. Su amiga no había despertado desde la pelea que tuvo con Kylo Ren.
Escuchó la voz de Finn mientras se alejaba.
—Deberías hablar con él. Esta por el Halcón.
Lyra tragó saliva, siguiendo su camino. Saludó a sus compañeros mientras regresaba a su carpa, donde se encontraban las cosas que decidió dejar. Tomó su mochila y la vació, donde se encontraban los libros que Luke le dio a Rey sobre la fuerza, los Jedi y los Sith. Los había estudiado días.
Salió de nuevo a buscarlo. Lo encontró afuera del Halcón Milenario. Él la vio llegar y se dio la vuelta.
—Regresaste.
—Sí, he regresado.
— ¿Qué has hecho?
—Tenía que buscar algo, lo encontrado—dijo mirando su sable—Y también trate de contactarme con Jedis Antiguos.
— Me alegro que te haya ido bien—contestó él, caminando para otro lado.
— ¿Estás enojado?
— No, ¿Por qué estaría enojado? ¿Por qué te fuiste sin decirle anda a nadie? Tu madre estaba preocupada, creyó que habías ido a buscar a tu hermano.
— Kylo Ren, no a mi hermano—corrigió—. Y necesitaba tiempo para pensar.
—Y yo te necesitaba a ti, pero no estabas.
Lyra no supo que contestar. A él no pareció importarle
—Un espía ha interceptado información importante, saldremos a buscarla ahora. Volveremos en la mañana.
Finn y Chewbacca ya se encontraban dentro. La nave estaba a punto de despegar. Poe subió las últimas cosas al Halcón.
—Te lo compensare cuando regreses, lo prometo.
—Eso espero, me debes un par.
—Poe, te...
Lyra se detuvo.
— ¿Qué ibas a decir?
—Nada.
—¿No?—inquirió—. Me ha parecido oír que...
—Iba a decir que tengas cuidado—dijo cruzando los brazos.
—Sí, ¡por supuesto!
La estrechó entre sus brazos. Luego, la besó rápidamente antes dirigirse a la peligrosa misión.
—Yo también te amo. Cuida a Leia. Algún día le darás un ataque.
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