¡Larga vida a la Reina!

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Capítulo 10

¡Larga vida a la Reina!

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El secretario Beep iba de un lado a otro ultimando informes y actualizaciones de los reportes que llegaban. Cada vez que recibía noticias de los comandantes de los escuadrones elegidos por los Zodiacos, solo leía malas noticias.

Hasta el momento, recibió reportes de tres equipos cuyos integrantes o el mismo comandante habían muerto o fueron asesinados, ya fuera por el enemigo o por sus propios compañeros, incluyendo varios desertores.

Desconsolado por estas noticias, Beep se lo informo al presidente.

- Dales tiempo, Beep, dales tiempo.

- Señor presidente, han pasado dos días. Hemos perdido la comunicación. Dos escuadrones se dieron de baja de manera oficial.

- ¿Los de Geru y Kobayakawa? (Zodiacos Serpiente y Caballo)

- Así es.

- ¿El grupo de Ging Freccs y Pariston está en vigencia todavía?

- No sabemos lo que está sucediendo. El Comandante Kite está desinformado de nosotros.

- Que problema...- suspiro el presidente, sereno.

- ¿Que sugiere hacer, señor?- El secretario estaba ansioso por oír una respuesta estratégica.

- Llevemos gente nueva. Que estén listos los batallones elegidos por Cluck (Gallina), Piyon (Liebre) y Saiyu (Mono).

El hombre verde habría entendido si ordenaba emplear al escuadrón seleccionado por Botobai Gigante, alias "el Dragón". Sus conocimientos militares lo calificaban como alguien perfecto para la causa,...pero no.

- ¡Señor presidente!

- ¿Qué ocurre?

- Entre más gente inexperta llevemos a Gordeau del Este estaremos sacrificando gente. Por favor, reconsidérelo.

No era respetuoso contradecirlo pero alguien debía razonar con esa cabeza hueca.

- Muy bien...- El anciano se acarició su barba blanca, pensativo- ¿Qué tal esto? Llamaré a unos excelentísimos asesinos para ayudar.

Beep lo miro hito a hito, aterrado por sus ideas dementes.

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Hacia un buen rato que noto que Gon andaba distraído. Bastante distraído. Cuando le dijo que tuviera cuidado con las enredaderas vivientes del bosque, Gon paso de su advertencia y ahora estaba en algún lado, seguramente en una lucha vegetal.

Kaito suspiro, sin verle más remedio.

Activo su En y se propuso a buscar no solo a su pupilo, sino a su equipo. La lluvia tomó un descanso unos minutos y quiso aprovechar, pensando que su escuadrón también se detuvo en algún sitio.

Discreto, investigó y amplió su radar de búsqueda.

En eso, encontró a alguien muy familiar.

Y no solo eso, la sensación de que existía una presencia más lo estaba molestando desde hacía rato. Sucedió lo mismo en esa tienda de deportes y ahora, otra vez. En esa ocasión le restó importancia porque los estaban persiguiendo pero ahora no iba a dejarlo pasar con calma.

Al Estilo del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora