Apostando Riesgos

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Cuando el cariño por HxH es tan grande que hasta yo le copio el hiatus...cielos.

Espero y valga la espera el capitulo de hoy. ¡Gracias por su paciencia y por leer!

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Capítulo 27

Apostando riesgos

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Raro, eso fue raro.

Cosas así no pasan todos los días pero Killua nació dentro de una familia de asesinos y lo que menos tenia conceptualizado era la definición de "normalidad"; el actuaba por instinto y ya.

Por ejemplo, su instinto fue lo primero que reacciono cuando vio una cabeza humana asomándose por el suelo. Fenómeno que no dudo en patear lejos hasta perderlo de vista.

- ¡Killua, con cuidado!

Gon lo miro mal por hacer algo tan bruto.

Kurapika lo recrimino por impulsivo.

La pareja de bobos quedo congelada del espanto.

Por todos los cielos, con esta "gente normal" no hay respiro.

- ¿Qué querían, que lo recoja?

- ¿Era necesario pegarle como a una pelota de futbol?- Critico Ponzu.

- ¿Y tú que hubieras hecho? ¿Ponerte a correr a los gritos como siempre haces?

- Eres despreciable. ¡Y yo no grito siempre!

- Princesa, no discutas con él. ¿Y dónde quedo la cabeza?

- No la veo- Gon procedió a buscarla- ¿Hacia dónde la lanzaste?

- Al otro mundo.

Ponzu se abrazó a sí misma, murmurando algo sobre una cabeza fantasma. Sus nervios se agudizaron cuando Palm Silberia los alcanzo, lanzando gritos de pura rabia.

- ¡Criatura del averno!- Apunto a Killua, hostil- ¡¿Que le hiciste a mi Knov?!

- ¿De qué puerta* me hablas?

- ¡Hoy te castro, gato endemoniado!

- ¿Alguien me explica que está pasando?- Solicito Kurapika.

- ¿Quieres pelea, vieja Doris? Venga, que te deshueso para el atún.

Siempre vocero de la paz, Gon trato de poner orden.

- Killua, Palm, por favor, los dos son amigos. Trátense bien.

A ambos no les gustó esa palabra.

- ¿Quién es amigo de quién?

- Supongo que debí presentarme de otro modo.

Como cualquiera que sube escaleras, un hombre de negro subió escalones imaginarios desde el suelo hasta alcanzar el corredor donde se encontraba el escuadrón.

- ¡Knov! Tu rostro, tu cabello. ¿Qué han hecho contigo?

El aludido se tocó delicadamente la parte derecha de su cara, marcada por los tenis de Killua.

- ¿Eres tú, Palm?..., sí que has cambiado.

- No soy tu enemigo, por favor, no te alejes.

- Es mejor ser precavido.

- ¡¿Ves lo que has hecho?! Mira como me lo dejaste, discúlpate con Knov.

- Es su culpa por aparecerse así- se defendió, apuntando al adulto irrespetuosamente.

Al Estilo del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora