En Tercera Persona

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Capítulo 22

En Tercera Persona

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52 Horas antes de la Invasión.

- ¡Aquí, aquí! ¿Es cierto que usted dejara su prometedor futuro de luchador para enfrentar la crisis de las Hormigas Quimera?

- Hemos oído de su triunfo en el Coliseo del Cielo, ¿No es candidato a convertirse en el próximo Amo del Piso? ¿Por qué quiere dejar pasar la oportunidad?

- ¡Cuéntenos! ¿Dejara atrás sus ambiciones para parar la guerra que se aproxima?

- Señores, por favor.

Un hombre de cabello plateado y una sonrisa cálida les pidió espacio para caminar y que no se le amontaran con micrófonos en su cara para poder hablar cómodamente.

- Es cierto que mi objetivo es llegar a donde este gran pilar toque el cielo- Apunto al edificio más alto de la ciudad, también conocido como la torre de luchadores más brutal del mundo- Pero también es cierto que las personas trabajan por su propio bien y, de vez en cuando, en el bien de los otros. Yo quiero colaborar empleado mi fuerza y mi poder, así como mi experiencia y sabiduría.

- ¿Se ha aliado a la Asociación Hunter? ¿Ellos buscaron apoyo?

- No, no, los cazadores son profesionales y estoy seguro que hacen un gran trabajo a su manera, no intento interponerme en su labor, simplemente quiero ayudar a la causa. Es injusto que dejemos toda la carga y todo el trabajo a la Asociación Hunter, sin desprestigiar claro al Ejército y a la Armada que también hacen lo suyo

- ¡¿No es un intento por ganar fama, señor Kastro?!

- Absolutamente- Kastro sonrió ante el descaro de las preguntas- Solo pienso prestar mis servicios, luego regresare al Coliseo a perseguir mi primer objetivo. Piénselo ustedes, ¿Cómo podemos ayudar a este mundo, a merced de una guerra sin cuartel, si no hacemos algo por nosotros mismos?

Con estas reflexiones, Kastro pasó de las preguntas y asombrosamente desapareció del ojo de la prensa.

- Y pensar que debo usar mi doppelgänger para esto...- bufo el luchador Kastro, a una cuadra de distancia de donde el cumulo de periodistas y reporteros estaban apiñados sin control.

El hizo averiguaciones y estaba listo para ir al escenario donde el mundo tenia enfocada su atención, también valía la pena saber qué tipo de amenaza representaban esas hormigas evolucionadas. Sin duda, Hisoka estaría por allí. A ese payaso le gustaba el riesgo y pasear por lugares peligrosos, seguro se la estaba pasando en grande.

Hisoka Morrow. Su mayor rival, el que lo derroto una vez en la arena y masacró a miles de inocentes en el Coliseo del Cielo el año pasado, para más tarde fugarse de su castigo penal; el Mago quería seguir divirtiéndose, pues bien Kastro le daría una lección sobre respeto a los muertos y pondría fin a su depravada locura.

Con esa idea en mente, compro una avioneta para viajar a Gourteau del Este de manera clandestina.

- Mejor que se vaya, de ese modo nos haremos Amos del Piso más rápido- declaro Riehlvelt, el líder del trio de iniciadores del piso doscientos.

- Pero debemos seguir usando a los novatos para ganar las batallas- opino Sadaso, cuyo rostro opaco en la oscuridad del cuarto apenas era visible.

- Cierto, pero ahora que Kastro está fuera tenemos oportunidad. Eventualmente habríamos tenido que enfrentarlo, que se haya ido es lo mejor que nos pudo pasar.

Al Estilo del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora