Documentando la verdad [Kiane]

22- Luna de miel

Punto de vista de Diane

Eran las 5:00 de la mañana, no necesitábamos preparar nada ya que nos habíamos encargado de nuestras maletas la noche anterior, metiendo todo lo necesario para pasar una maravillosa semana en una isla tropical.

Nos habíamos levantado y vestido, he de confesar que King estaba dormidísimo, por poco no se cae al suelo del cansancio. Creo que fue una muy mala idea la noche que pasamos, no me arrepiento, pero mi esposo me daba pena por como estaba en estos momentos.

Decidimos ir en mi coche al aeropuerto, llegamos a las 6:00 para coger el vuelo de las 6:20, el viaje era bastante largo. King alguna que otra vez comentaba que si tuviera sus alas, nos hubiera llevado a la isla sin la necesidad de montar en un pájaro metálico gigante.

Nuestros billetes eran de clase primera, disponíamos de toda la comida y bebida que ofrecían en el avión, así como también teníamos una pequeña televisión cada uno y una especie de cama. Vi que King se puso un documental, mas este se quedó dormido pasado un rato. Yo no pude evitar mirar con añoranza por la ventana, recordando los momentos en los que King me llevaba volando a ciertos lugares para que pudiera escribir sobre ellos. Eso también lo echaba de menos, el documentar todo lo que veía. Pero nada de eso importa ya, ahora King y yo estamos casados, y no debo permitir que el pasado arruine esta felicidad que tanto nos ha costado conseguir.

No pude evitar dormirme también, después de un tiempo la azafata nos despertó ya que habíamos llegado a nuestro destino. Al bajar del avión y recoger nuestras maletas, nos estaba esperando en el aeropuerto un señor musculoso con traje.

- Buenos días, señor y señora Fairy- Expresó el hombre haciendo una pequeña reverencia. He de añadir que tanto King como yo, decidimos ponernos Fairy como apellido de casados, ya que aunque King no tuviera apellido, este le representaba de cierta manera-. Les llevaré a su habitación en el hotel.

Seguimos a ese señor hasta un coche negro, y nos llevo con este hasta un grandisimo hotel cerca de la costa, pero de repente el vehículo comenzó a seguir un pequeño sendero que había cerca del enorme edificio, llegando a un Bungalow en una pequeña cala. Dicha casa parecía que dispondría de electricidad ya que tenía paneles solares en su tejado.

El hombre detuvo el coche y se bajó cogiendo nuestras maletas.

- ¿Serían tan amables de acompañarme a su alojamiento?- Expresó el hombre mientras se encaminaba a la construcción. King y yo le seguimos hasta esta, al entrar nos maravillamos ya que era precioso por dentro, había un montón de velas encendida y tenía un toque exótico.

El hombre colocó las maletas en nuestro cuarto y se volvió a acercar a nosotros.

- Deben ir al edificio principal para yantar. Si me necesitan por cualquier asunto pueden usar el teléfono y marcar el 1, preguntad por Griamor y yo vendré tan rápido como me sea posible- Dijo el hombre a la vez que señalaba hacia un teléfono.

- Esta bien, muchas gracias- Contestó King, el señor hizo una reverencia y se marchó de la estancia principal.

Mi esposo y yo colocamos nuestra ropa en el armario y estuvimos investigando un poco tanto la cabaña como sus alrededores. Al parecer se trataba de una especie de playa privada para nosotros solos.

El sol se estaba poniendo en el horizonte formando un precioso crepúsculo, King y yo nos sentamos en la arena para verlo, estábamos agarrados de la mano. Era un momento precioso, sentí unos impulsos muy grandes por besar a King, mas este se me adelantó agarrandome de los hombros y juntando de forma bastante tierna nuestros labios.

- King...- Expresé en un jadeo, que no pasó desapercibido ya que este acelero el ritmo del beso. Momentos después nos separamos.

- ¿Qué te parece si nos ponemos elegantes? Tenemos que ir a cenar pronto- Ante esa idea que tuvo King, yo asentí y nos pusimos ropa distinguida, yo decidí ponerme un vestido rojo, el cual tenía una apertura en la espalda, y King se puso un traje negro, ya era costumbre para mí verle así. Fuimos a cenar y he de decir que jamás en mi vida había comido algo tan delicioso como lo que probé allí, la cena estaba exquisita, y al parecer King estaba de acuerdo conmigo.
Me pregunto cuánto le habrá costado esto a Merlín, sé que se lo puede permitir, pero creo que es excesivo.