2-El Bosque del Rey de las hadas

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Punto de vista de King

Me hallaba dándome mi baño matutino en un pequeño lago cerca del Árbol sagrado, suelo venir aquí por las mañanas para desperezarme un poco y comenzar el día un poco más activo.

Aunque no faltan las hadas que tienen la osadía de dirigirse a mí con el adjetivo "perezoso", únicamente por el hecho de dormir un poco más de lo normal. En mi opinión, creo que deberían tener más respeto por su rey.

-Majestad Harlequin, los sabios requieren su presencia en la sala de reuniones del Árbol sagrado- Dijo Gerharde, apareciendo detrás de mí, levitando sobre el suelo. Me giré mirándola a la cara.

-Está bien, gracias por avisarme, Gerharde, en un momento estoy allí- Al decir esto ella se marchó dejándome solo otra vez.

Estiré mis articulaciones y me dispuse a salir del agua, debía esperar un tiempo hasta estar lo suficientemente seco. Después de 5 minutos, fabriqué un traje negro con mi magia y con las hojas de un árbol que había creado antes de meterme al agua. Me puse el traje, extendí mis alas y me encamine volando hacia el Árbol sagrado.

Actualmente el único color que me gusta llevar puesto es el negro, después de los acontecimientos sucedidos hace 700 años, en el cual fallecieron cerca de 100 hadas lideradas por Helbram a manos de los humanos por culpa de nuestra amabilidad e ingenuidad. Yo perdí el entusiasmo y optimismo por la vida, mi único propósito es proteger este bosque y a su gente, y lo realizo con seriedad y frialdad.

Llegué a la puerta principal del Árbol sagrado, era una entrada majestuosa cubierta de flores y con varias hadas soldado. Desde la tragedia, algunas hadas se dedicaban a la seguridad y a la protección del bosque junto a mí. Me encamine hacia la sala de reuniones de manera firme y con un rostro impasible. Al llegar vi que los sabios ya habían tomado asiento, por lo cual yo también me dispuse a hacerlo, cuando me senté en mi silla comenzaron a hablar.

- Buenos días, majestad Harlequin , sabrá el asunto por el cual nos hemos reunido y le hemos convocado ¿Verdad?- Me miro un sabio sin mostrar emoción alguna.

- La verdad es que no- Respondí brevemente, de repente en su rostro apareció una expresión de enfado.

- ¿Cómo es posible que no tenga conocimiento del asunto que le concierne?- Expresó molesto-. En los últimos 100 años, la actividad humana cerca de la frontera del bosque esta aumentado exponencialmente, las leyendas que cuentan sobre nosotros agravan su curiosidad pero llegará el día en el que no podamos con ellos y acaben con todos nosotros por las dichosas alas que nos caracterizan de otras razas- Ante estas palabras el resto de sabios concordaron asintiendo.

- Y yo he manejado dicha situación correctamente, acabando con todos los humanos que osaban atacarnos- Expliqué-. ¿A dónde quiere llegar?

- Debemos acabar con todos ellos, no tienen la expresión "Muerto el perro se acabó la rabia", pues viene perfecta para este caso- Dijo mientras sonreía.

- No creo que un homicidio sea la mejor opción habrá humanos que no sean crueles y asesinos, además, nos expondríamos mucho y a lo mejor no sale todo como lo habéis planeado...- Fui interrumpido por otro sabio.

- En la tragedia a los humanos no les importaron como fuéramos nosotros, lo único que les importaba era la avaricia de tener dinero, y vieron en nosotros una mina de oro. Debemos pagarles con la misma moneda o peor- Finalizó diciendo de manera concisa.

- Dejadme un tiempo para pensarlo, se da por terminada la reunión- expresé levantándome y marchándome fuera de la sala. Decidí ir a mi habitación sin querer hablar con nadie, estaba demasiado irritado por la reunión que acababa de tener, pero tuve la mala suerte de encontrarme con Helbram.

Documentando la verdad [Kiane]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora