Documentando la verdad [Kiane]

14- Lo siento...

Punto de vista de Diane

Me encontraba en cueros en medio de una enorme cama, el habitáculo donde me hallaba era bastante amplio y elegante, por los alrededores no vi a nadie. De un momento a otro una puerta que había en el lado derecho de la habitación se abrió mostrando a King únicamente con una toalla blanca en la cintura.

- Buenos días, mi rey- Dije de una forma seductora.

- Hola, mi reina, ¿Qué tal ha dormido?- Preguntó King mientras se acercaba a mi.

Cuando iba a responder la puerta principal se abrió y entraron en la estancia unos niños pequeños.

- Mamá, mamá- Decían los pequeños mientras se acercaban a mi, no estaba entendiendo nada-. Diane, Diane, ¡Diane!

Me levanté sobresaltada por ese grito, se trataba de Matrona que había entrado a levantarme. Solamente fue un sueño gracias a los dioses, me estaba empezando a asustar.

Me encontraba en los brazos de King, este seguía en el reino de Morfeo y no se movió lo más mínimo por las voces que dio Matrona.

- Matrona, le vas a despertar...- Expresé mientras miraba a mi novio, este tenía las alas grandes, el efecto de la fragancia se acabó. La noche anterior fue alucinante, de vez en cuando tenía flashbacks de ella. No pude evitar sonreír como una boba.

- Si, ya veo, debe estar muerto después de lo de anoche- No pude evitar ruborizarme por las palabras de Matrona-. Escuche todos vuestros gemidos, no dejabais dormir a nadie. Mira, la habitación esta hecha un desastre; vuestras ropas están por los suelos e incluso hay cristales- Al decir esto miré al suelo, pude apreciar que lo que decía era correcto y lo que se había roto era el botecito de la colonia que fabricamos para hacerle las alas pequeñas... genial.

- Luego lo recojo todo, además ¿Por qué me has despertado?- Pregunté con curiosidad, ya que me hubiera gustado haber estado más tiempo en la cama con King.

- Porque ese chico come cosas muy raras, así que para que tire a la basura lo que hago, haces tu el desayuno- Dijo Matrona un poco molesta-. ¡Hey, Semental, despierta! - Perece que hizo efecto ya que King comenzó a moverse y a abrir los ojos.

-Semen... ¿Qué?- Fue lo que este dijo un poco dormido aún.

- Te parecerá bonito que hayas hecho daño a mi hermana, ¿Verdad?- Inquirió Matrona, creo que sabía a donde quería llegar, King la miró un tanto extrañado.

- ¿Eh? Yo no la he hecho nada malo- Respondió King bastante indiferente, luego se dirigió a mi-. Buenos días, mi reina.

- ¿A sí? ¿Y que me dices de la sangre que hay en las sabanas?- Dijo Matrona enojada, King levanto la manta y su cara se quedó blanca, estaba muy asustado.

- Juro que no era mi intención lastimar a nadie, lo siento- Explicó King temblando, yo no pude evitar reírme.

- Tontorrón, te está gastando una broma, eso no es nada, solo quiere decir que tu eres mi primera vez- Le dije a King, él suspiró aliviado y me abalancé sobre él besándolo.

-Oh, por los dioses- Expresó Matrona irritada mirando para otro lado-. Cuando terminéis con vuestros momentos "íntimos" bajáis a preparar el desayuno.

Estuvimos un rato en la habitación, fuimos a bañarnos, obviamente juntos, y alistándonos para bajar, antes de llegar a la cocina. Le dije a King que tenía que contarle una cosa muy importante más tarde y que debíamos ir fuera de la cuidad. Este me miró extrañado pero aceptó gustosamente mi petición.

Después de desayunar decidí que la mejor manera de ir al lugar que le dije era en coche, no me podía arriesgar a que nadie me viera con un hada, ya que nos era imposible camuflar sus alas. Pudo entrar a duras penas en el vehículo por culpa de estas, se tuvo que sentar en la parte trasera y hubo que tapar las ventanas por si acaso. Me despedí de Matrona, su esposo e hijos, ya que después iríamos al bosque directamente sin volver a la ciudad, así que tuve que preparar una maleta repleta de mis cosas. Tenía pensado quedarme a vivir en el bosque con King, y de vez en cuando le comenté que me gustaría volver a la ciudad, mas este no puso ninguna objeción.