Punto de vista de Diane
Los días en mi nueva casa pasaron rápidamente, se podría decir que gozar de un poco más de libertad me reconfortaba, también cabe destacar que nadie se acercó a mi, menos King, Ban y Elaine. Las tardes que pasaba con ellos se desarrollaban de una manera bastante amena. Con esas tertulias fui capaz de conocer más acerca de ambos hermanos, como el hecho de que no tenían padres y que nacieron del Árbol sagrado con la finalidad de que King fuera el Rey hada y Elaine la santa de la fuente de la juventud.
En estas charlas tanto King como yo siempre terminábamos ruborizados, ya que a Ban y a Elaine les hacia gracia molestarnos con el hecho de que somos pareja, aunque yo creo que el albino se centraba más en irritar a King.
En los momentos en los que nos encontrábamos a solas, seguía dándole clases a King de lectura y escritura, por petición del mismo, aunque yo le repetía una y otra vez que no era necesario, que ya sabía lo suficiente, mas el negaba esa afirmación. Así que seguimos con la misma tónica, y él a cambio me llevaba a lugares cercanos preciosos; como una cueva con una cascada enorme en su interior, la cima de una montaña nevada, etc. Obviamente, cuando me encontraba en esos sitios me dedicaba a describirlos en mi cuaderno, King siempre estaba pendiente de cualquier cosa que necesitara como un verdadero caballero; si necesitaba comida me la traía, si necesitaba ropa abrigada también, etc. Se podría decir que tenía un poco de envidia de él por el mero hecho de poder volar, daría lo que fuera por poder ir a los lugares que quisiera visitar surcando los cielos, me hubiera ahorrado muchas horas de la música espantosa de Howser y de tener que aguantar sus tonterías.
Un día decidí prepararle a King como agradecimiento unos platos bastante elaborados con carne de caza que me otorgó Ban. Los coloqué en la mesa esperando a que King llegará, siempre comía conmigo, y decoré todo como si de una cita se tratase, aunque todas nuestras salidas se podría haber considerado citas mas cabe destacar que solo tenemos una relación meramente de amistad. Cuando King llegó se sorprendió, se podía apreciar que estaba avergonzado y apenado, se arrepintió de no habérmelo comentado antes y me explicó que él no podía comer carne, las hadas eran intolerantes a esta y cuando la comían se podrían llegar a encontrar realmente mal, por eso él solo comía frutas y verduras. Para enmendar mi error decidí prepararle un salteado de verduras, había cometido un fallo muy estúpido, pero King no se molestó, al contrario decidió ayudarme. Así pasamos la hora del almuerzo, me preguntaba a mi misma constantemente el cómo era King tan talentoso cocinando, realmente me sorprendió, jamás pensé que a un rey le preocupara el hecho de saber cocinar. A lo largo del día me confesó que fue Ban el que le ensañó para que me pudiera sorprender.
La verdad es que King me parecía muy adorable y tierno, siempre intentaba contentarme de cualquier manera, si yo estaba feliz el parecía también estarlo. Había momentos en los que pensaba que a lo mejor le podría llegar a gustar como bien decían Ban y Elaine, luego recordé los diferentes estatus sociales que teníamos y nuestros clanes, y la magia del amor se destruía. No quería decirle mis verdaderos sentimientos, aparte de que me daba vergüenza, pensaba que si lo hacía podría llegar a alejarse de mí y esa remota posibilidad me asustaba.
Así pasaron los días hasta llegar a 2 meses y medio de estancia en mi nueva casa, cuando estaba desayunando me dí cuenta que solo me quedaban dos pastillas de los dos botes que traje, y ante este hecho me alarmé, no podía estar sin mis pastillas, necesitaba volver a la ciudad a por más. No sabía lo que había pasado en la localidad a la que llamaba hogar es este tiempo que he estado desaparecida, posiblemente estén muy preocupados por mi y por Howser. Debía comunicárselo a King, no obstante, no quería destruir la perfecta armonía que teníamos. King consiguió convencer a los sabios de que me dejaran estar en el bosque siempre y cuando no lo abandonara, y ahora lo tenía que hacer, no tenía muy claro como se lo iba a tomar King.
ESTÁS LEYENDO
Documentando la verdad [Kiane]
Hayran KurguEn un mundo en el que casi nadie cree en las hadas, y los pocos que creen dicen de ellas que son unos seres crueles y despiadados. Tenemos a Diane, una documentalista experta, la cual se encuentra en el primer grupo de los nombrados anteriormente...