8. Fuego

31.2K 2.5K 311
                                    


Todas las miradas estaban puestas en aquella mujer desconocida que se había bajado del auto junto al jeque Ghali.

Era muy extraño verlo en compañía de mujeres en el palacio, pues su vida privada era algo que él mantenía en la intimidad. Y ahora parecía disfrutar de la compañía de esta mujer misteriosa.

- ¿En donde estabas? - pregunto enojado su padre al ver que se había ido de repente de la reunión-. El evento se realizará en menos de una hora y te vas sin decir nada.

- Ya estoy aquí padre, deja tanto drama - dijo Ghali.

Inmediatamente los ojos de su padre se posaron en Nina quien estaba aún más extrañada que él.

- Es mejor que me devuelva a mi mesa en compañía del señor Aksal - dijo ella despegandose del lado de Ghali pero este la detuvo.

- Tu te sentaras a mi lado - dijo él y los ojos de su padre se abrieron de par en par.

- ¿Que? - dijo el gran Emir.

- La mesa queda por acá - Nina sabía que está era una mala idea había visto como esas personas la habían visto de manera extraña incluso el padre de Ghali no disimulaba su enojo por lo que su hijo había dicho.

No estaba dispuesta a soportar más burlas de nadie.

- Lo siento pero no voy a sentarme a tu lado - dijo en un susurro.

- Nina...- dijo Ghali sosteniendo su mano y ella se estremeció ante el tacto de este.

- Es saltarse el protocolo - dijo molesto su padre-. Sabes perfectamente que una mujer no puede sentarse a tu lado a menos que sea tu esposa. Y está mujer no lo es.

- Soy yo ahora el encargado de la normas y seré yo quien decida quien se sienta a mi lado y quien no - replico su hijo mientras avanzaba a la mesa principal.

Nina lo siguió,había buscado con su mirada a Orhan entre la multitud pero no había logrado encontrarlo.  Cuando lo necesitaba él desaparecía.

- Colocate comoda - dijo Ghali mientras sacaba la silla del lado.

Las miradas de los otros asistentes se fijaron en la acción. ¿Un jeque asistiendo a una mujer no oriental?.  Definitivamente era algo nunca visto por ellos.

- Allah dame fuerza para entenderlo - dijo el Emir mientras escuchaba como sus socios hablaban entre sí.

Orhan había visto todo desde una esquina. Había visto la expresión de Nina en su rostro era más que claro que estaba incómoda con esa escena.

- Maldito idiota lo voy a detener - dijo furioso pero su guardia privado lo detuvo.

- Señor no es una buena idea, deje que el evento avance un poco y después va por ella.

- Sueltame Mehmed ¿No ves? ella no está acostumbrada a esto.La van a hacer pasar un mal rato. No voy a permitirlo.

- El jeque tiene mucha seguridad es imposible que pueda acercarse en este momento.

Orhan dio una patada al suelo. Era la verdad. No podría hacer nada mientras Ghali estuviese ahí lleno de guardias. Dejaría que el evento pasara y después iría por Nina.

La ceremonia fue breve y llena de regalos por la nueva posición de Ghali en los emiratos. Todos parecían estar alegres de que un hombre joven ocupará el puesto. A pesar de su edad Ghali había demostrado estar a la altura de su padre y tomar decisiones importantes respecto a la economía y relaciones públicas.

- Felicidades hermano - dijo su hermano mientras estrechaba su mano. Esbozo una sonrisa a Nina y la saludo también.

- Disculpeme su Alteza - dijo ella mientras se levantaba de la mesa y se dirigía a otra parte de la mansión.

Destinos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora