doctor strange

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Intentamos hacer lo más que pudiéramos para encontrar la manera en salvar Asgard y cómo avisar a los demás sobre lo que estaba pasando. Heimdall fue desterrado por Odin, después de los sucesos en Londres, según Thor, se rompieron muchas reglas para poder llegar a Midgar y rescatar a el mundo de los males de los elfos oscuros.

— tenemos que irnos ahora mismo - dice Thor, quién seguía inspeccionando los apartados del periódico.

— claro, pero. ¿Cómo?- pregunté, dejando los pedazos de papel a un lado.

— podría invocar el bifrost, supongo que alguien más debe estar protegiéndolo - responde, pegando sus ojos en mi.

— ¿Creés que funcione? - volví a interrogar, notando como mis preguntas desconcertaban al dios.

— debemos intentar-.

Enseguida, el a Asgardiano y yo fuimos a la sala, dónde están, Nath y Steve, acompañados de Tony quién relataba unos cuantas papeleos toscos que parecían importantes.

— necesitamos de su ayuda - comente, dirigiendo mi atención a Tony principalmente.

— ¿Con qué?- preguntó mirándonos amenazante a Thor y a mí.

—una manera de irnos de aquí - terminé, mientras observaba como el resto de los vengadores prestaban completa atención

Después de instantes Tony nos consiguió un jet. Todos los ajenos a Thor y a mí, tenían un rostro apagado, era como si hubieran recibido una mala noticia o algo por el estilo, aquellos papeles que tenía Tony en la sala parecían sospechosos, pero no quería arriesgarme a preguntar de qué se trataba.

Después de unas horas, nuevamente nos despedimos de nuestro grupo, y con un fuerte abrazo a Tony al quién consideraba mi padre, el Asgardiano y yo nos marchamos al lugar donde supuestamente creíamos poder encontrar al hechicero del periódico.

El viaje resultó más ameno de lo que tenía en mente.  Thor poseía una cara larga, y con cierta angustia. Y claro que entendía, su pueblo como su familia estaban en riesgo, y no poder contactar a los demás que aguardan en Asgard, es algo que le carcomía la mente igual que a mí. Pasado un rato el jet se detuvo. No nos habíamos percatado de cuando habíamos llegado al lugar previsto... New York.

Bajamos con cierta cautela, los lugares eran pintorescos, nada fuera de lo normal. Las personas nos miraban con un rastro de intriga, quizá por qué ya somos tan conocidos, que parece ser difícil ser invisibles entre las personas. Caminamos unas calles más y a ese paso, el jet había partido hacia el complejo de los vengadores.
Pasamos por una demolición, donde uno de los edificios más conocidos de este lugar era removido con tanta facilidad. Nos detuvimos un momento a meditar nuestra situación y a planificar los posibles lugares que podrían llevarnos al hechicero, ese tal Stephen strange.

— no puedo creer que esto este pasando - comento Thor quién tiene sus brazos cruzados, con la mirada fija a los trabajadores quienes removían los escombros que despedían humo grisáceo que caía directamente a nosotros.

—ya hallaremos la solución, debemos tener paciencia - respondí, mirando de reojo al rubio.

—lo sé - añade, dirigiéndose a mí.

Enseguida un ruido extraño desvío nuestra atención. Gire hacia el suelo, y debajo de mi estaba un extraño espiral anaranjado que me rodeaba con velocidad.

—¿Qué es esto? - pregunté con terror mirando como poco a poco este misterioso aro me rodeaba.

— _________(t/n) - dijo Thor, observando cómo esté me absorbía a la tierra, desapareciendo mi cuerpo de los ojos de Thor, quién le lentamente se acercó del lugar donde me encontraba y justo en el suelo, había una tarjeta, que marcaba una dirección. (177A Bleecker St.)
El Asgardiano, enseguida fue hasta la dirección estipulada y al llegar a uno de los edificios, ( con fachadas blanquecinas, adornos, como algunas puertas, el techo de un color verde que adornaba el gran logo inconfundible en la parte de arriba) Thor, a pesar de encontrar la esclava de la puerta, dió unos toques con sus puños a la puerta. Qué lo llevo a unas de las salas de este lugar.

No comprendía donde estaba, hasta que noto que detrás de él aguardaba un hombre de cabellos oscuros y unos tonos blancos a sus costados, su pinta parecía de una persona formal, de atributos atractivos y una barba estética y justo a su rostro.

Enseguida y de la espalda del hombre misterioso, salí yo, mirando a Thor con un rostro preocupado.

—dios del trueno - dije este, con una voz ronca y profunda.

— Thor - sonreí al rubio para relajarlo.

—tengo entendido que están en busca de una solución para los peligros que se le avecinan a Asgard - dice
— pero antes de que ustedes se enteren de lo que está por venir necesito hacerles unas preguntas -
De un momento a otro, casi como un acto de magia, Thor y yo nos encontrábamos en una sala diferente a la anterior, está estaba repleta de reliquias confinadas en vitrinas de vidrio, cada una con una etiqueta que me costaba leer.
Thor,  un poco curioso dió un vistazo a el lugar, caminando unos pasos a la mesa que se encontraba enfrente.

—¿Ahora en la tierra hay hechiceros?- pregunta Thor, quién con uno de los objetos que estaban frente a él, logró hacer un gran desastre que me dejó en vergüenza.

—prefiero maestro de las artes místicas, ya déjalo así - comenta el hombre quién daba una pequeña caricia a su prenda colgante de color rojo que con el borde de su tela, rozaba la piel del hechicero.

— antes de que llegaran, uno de los guardianes de este lugar, notó la presencia de un visitante de otro mundo, asegurando que uno de ellos podría causar daño a este endeble planeta, y yo como su protector debo cerciorarme de que este individuo no cause más daño - nos dijo a ambos, mirándome con cierta incertidumbre.

— ¿Thor?- pregunté enseguida con asombro, y retome mi pregunta
— ¿Cómo, es posible, Thor jamás dañaría este mundo? - dije amenazante al hechicero.

— él no vengadora, su hermano -  respondió con una sonrisa precaria

—¿Loki, él está aquí?- preguntó Thor desde su estancia.

—asumí que ustedes sabían que Loki había llegado a la tierra hace sólo unas horas, y qué afortunadamente, sé que no hará ningún daño -.

Cómo era de esperarse, Stephen nos llevó a otra sala, esta vez donde ambos estábamos sentados en un sillón enfrente del hombre.

—en Asgard se han presentado complicaciones, Loki, logró someter a Odin, quién desapareció después de que ustedes partieran, aun no sé cómo, pero Odin me fue muy específico y dejó en claro que quería que fuera cauteloso con su ubicación, al parecer tiene un mensaje importante para ustedes  -.

Todo estaba pasando con demasiada rapidez, después lo que vivimos en londres con Loki, creí que habría cambiado tan siquiera un poco, pero con esto ha llevado todo a un grado superior.

La charla siguió, hasta que el hechicero ofreció su ayuda para encontrar a Odín y aunque esta búsqueda requería de unos cabellos de Thor quién se opuso inmediatamente, a final de cuentas Stephen hizo un nuevo portal en una sala diferente.

— él los está esperando - sonrió a ambos, mientras estrechaba la mano de Thor.

—pero, Loki, usted tiene a mí hermano - dice Thor. Stephen abrió una vez más un portal, dejando caer a Loki quien llevaba un traje elegante color negro.

<<¡Estuve cayendo, por treinta minutos!>> Gruñe Loki desde el suelo.

—que tengan suerte - me dijo Stephen, quien ágilmente depósito un beso en mi mejilla en acto de despedía.

—va a dominarla... ¿Y tú quien eres? ¿Te crees una especie de hechicero?, ni siquiera lo pienses mago de segunda - Loki saco unas navajas de su ropa y con ellas amenazó al hechicero quién nos envolvió en sus portales y nos llevó a un nuevo lugar en donde algo nuevo nos pasaría.

loki  y tu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora